Una joven estudiante se está formando como fotógrafa.
Se encontrará en situaciones embarazosas, tristes, pero también alegres.
Una joven luchadora, que no deja de soñar alto.
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-¡UUUUY! -Escuchamos que alguien decía a nuestras espaldas-
Me separé de Natalia. Ya que estábamos a escasos centímetros de unir nuestros labios.
-Siento joder el polvo en el jacuzzi, pero coño, me habéis tenido casi 2 horas con un mono que flipas -Accedió a la terraza. -Ali ¿Piensas venir? ¿O me lo fumo yo?-.
-Ya voy, pesado, ¡Deja a las chavalas que follen tranquilas coño!-.
-No estábamos follando -Se indignó Natalia-.
-Pero poco les ha faltado -Añadió Mikel. -Llego a entrar cinco minutos mas tarde, y se están comiendo los coños-.
-Que puto vestía eres tío. -Dijo Natalia-.
Alicia apareció por la puerta, dirigiéndose al sofá, donde cogió sitio junto a su novio.
-Bueno, vosotras seguir, que no molestamos-.
-No gracias -Me abracé a la morena. -¿Estás bien? -Le susurré-.
-¿Bueno y tú?-.
-Estoy bien, pero salgamos de aquí, antes de que se les ocurra meterse aquí-.
-Está bien, ¿Salimos como hemos entrado? O ¿Quieres probar tú sola?-.
-Como sueltes mi cintura, tienes Pamplona para correr guapa -Besé su mejilla-.
Comenzó a reír mientras se levantaba conmigo entre sus brazos. Apenas tardó un minuto en salir de aquel Jacuzzi y bajar de la plataforma.
Me dejó en el suelo, y pude ponerme las chanclas.
Ella fue hasta el sofá donde tenía la toalla y su tabaco.
Abrió la toalla y se la extendió por la espalda, a continuación, se acercó hasta mí y me envolvió entre sus brazos nuevamente.
-Sube. -Dijo colocando la toalla sobre mis hombros-.
-No Nat. Te voy a dejar la espalda en la mierda, toma la toalla-.
-No seas tonta, y sube-.
Colocó nuevamente sus brazos en mi cintura y volvió a auparme.
-Que disfrutéis de la terraza. -Dije tapando ambos cuerpos con la toalla-.
-Lo haremos tranquilas -Rio Alicia-.
Pasamos al interior del bungalow, al llegar a las escaleras, Natalia se agachó un poco hasta que yo toqué el suelo con mis pies.
Bajé de su cuerpo y finalmente subimos hasta nuestra habitación.
-Ve tu al baño, y después voy yo-.
Asentí y fue lo que hice.
Agarré el pijama, unas bragas limpias y fui directa hasta el baño. Donde me di una ducha rápida y me vestí.
Salí de allí y abrí la puerta de la habitación.
-Tienes ya el baño libre-.
Sonrió y salió en dirección al baño, con su ropa de recambio en su mano.
Me tiré sobre la cama, y agarré el móvil que estaba sobre el mueble del cabecero.
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