Harry
Me siento en la encimera de la cocina mientras veo como Kelly prepara la cena. Bate los huevos al mismo tiempo que tararea una canción. Se ve tranquila y feliz, y a mi me gusta verla así. Me ayuda a sentirme en paz.
-En un par de semanas comienza la gira -digo. Ella se detiene y suspira.
-¿Cuantos meses dura? -pregunta volviendo al trabajo.
-Seis -ella asiente cabizbaja-. Nena, ¿qué pasa?
-Te voy a echar de menos -responde. Entonces frunzo el ceño.
-No lo harás. No lo harás porque vendrás conmigo -Kelly se gira para mirarme sorprendida.
-Claro que no. Tengo que trabajar, Harry, no puedo acompañarte.
-Por supuesto que vendrás conmigo -digo exaltado.
-Harry, no puedo ¡no puedo faltar al trabajo!
-No necesitas trabajar.
-¿Y de qué se supone que viviré? -pregunta elevando los brazos al aire.
-¿Acaso yo estoy pintado? Conmigo no te faltará de nada.
-No me vas a mantener.
-Por supuesto que lo haré -respondo con un gruñido. Me bajo de la encimera y la rodeo con mis brazos-. Lo haré.
Niall
Me meto en la cama pensando en que dentro de pocos días me iré, y eso significa que no veré a Diane en seis meses. Seis jodidos meses sin ella. La veo a mi lado con los ojos cerrados, perdida en un profundo sueño. No puedo evitar acariciar su mejilla, un error por mi parte ya que Diane se despierta.
-¿Qué pasa cielo? ¿por qué no estás dormido todavía? -pregunta con la voz ligeramente ronca.
-No tengo sueño -comento desganado. Diane se incorpora con el ceño fruncido.
-Sigues dándole vueltas a lo del tour -pregunta y yo asiento a modo de respuesta-. Cariño, seis meses se pasan volando.
-No, seis meses sin ti son una eternidad -ella sonríe con ternura y se inclina para besarme.
-Te echaré de menos -susurra-. Haré lo posible por escaparme para verte.
Liam
Envió un último mensaje de texto deseándole buenas noches a Trish y después dejo el teléfono sobre la mesita.
Me visto rápidamente y una vez listo busco las llaves del coche y salgo pitando de casa. No tardo mucho en llegar a mi destino.
Subo las escaleras del edificio de dos en dos y después me paro frente a la puerta número 104. Llamo al timbre y segundos después me abren.
-¿Qué demonios estás haciendo tú aquí? -pregunta.
-Necesito hablar contigo -Zayn bufa y hace el amago de cerrarme la puerta en las narices, pero yo pongo el pie delante impidiéndoselo.
-Lárgate Liam, yo no tengo nada que hablar contigo -gruñe.
-Vamos a hablar seriamente de Trish -digo y lo hago a un lado para entrar.
Louis
Su cabeza descansa sobre mi pecho. Minutos atrás se quedó dormida tras haber echo el amor. Su respiración es tranquila, todo lo contrario a mi corazón, que late desbocado.
No he dejado de pensar que en pocos días me iré y volveremos a estar separados durante meses. Y yo tendré que fingir estar feliz de la mano de Rachel cuando lo único que deseo es quedarme acurrucado con Eleanor eternamente.
El timbre suena, por lo que me levanto rápidamente para que, quien sea que llame, no despuerte a El.
Cuanfo abro la puerta mi boca se abre de par en par.
-¿Qué carajo haces aquí? -le pregunto.
-Mañana una amiga se casa y debo ir a la boda.
-¿Y a mi qué me cuentas? -gruño.
-Paul ha dicho que debes acompañarme -bufo y me aguanto las ganad de cerrarle la puerta en las narices.
-Bien, pues adiós -digo a punto de cerrar la puerta.
-¿Qué haces? ¡Vamos! La boda es en Manchester, debemos salir ahora.
-¿Qué? No, ni de puta coña. Yo ahora no voy.
-Tú verás, Paul está abajo esperando a que salgas, si bajo yo sola ten por seguro que subirá a buscarte.
-Espera aquí -digo y me voy a preparar mis cosas. Además aprovecho para dejarle una nota a Eleanor para que no se preocupe.
Harry
La acuesto sobre la cama y la tapo con las sábanas. Se ve tan tranquila durmiendo.
Después de nuestra pequeña discusión me he encargado de recordarle quien manda mediante una buena dosis de sexo, y después de que Kelly entrase pir fin en razón, nos acurrucamos en el sofá y vimos una película hasta que se quedó dormida.
Es preciosa, y es mía, solo mía.
Me desvisto en silencio mientras la observo. Ella es el ángel que necesitaba. El ángel que da luz de nuevo a mi vida.
Mientras me meto en la cama una loca idea se pasea por mi mente y tengo claro que por la mañana la llevaré a cabo.
Lyla
Guardo la última prenda en el armario y sonrío satisfecha. Después de un duro día de trabajo por fin está todo listo.
Me arreglo un poco y busco a Martha, la cual está tirada en el sofá jugando con su telégono móvil.
-¿Me conseguiste lo que te pedí? -le pregunto. Ella se incorpora rápidamente y asiente.
-Sigo pensando que estás loca, Lyla -dice pasándome la botella de champagne.
-Bueno pues... esta loca se va a disfrutar de la vida. Nos vemos -digo dirigiéndome a la salida.
Camino unos pasos y me paro frente a la puerta de mi nuevo vecino, pero antes de que me de tiempo a llamar, esta se abre y Liam, otro miembro del grupo de Zayn aparece tras ella.
-Si buscas a Zayn, no creo que sea el mejor momento -dice y se va.
Cuento hasta tres y me asomo por la puerta.
-¿Zayn? -llamo. Al no obtener respuesta me atrevo a entrar y me encuentro con una horrible escena. Zayn esta destrozando el salón de su casa. Cuando me ce se detiene.
-Lo siento. Llamé pero como no contestabas me preocupé -digo. Él me mira durante unos segundos y después se pasa la mano por el pelo.
-Siento que hayas tenido que ver esto.
-No te preocupes. Yo... bueno... iba a tomarmr una copa y... como Martha no está se me ocurrió que podria tomarla contigo. Aunque no sé si es buen momento -ole tus ovarios Lyla, como te gusta mentir.
-Creo... creo que me vendría bien una copa.
