*Odno*

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Ciudad de Maryland.

Baltimore.

— Departamento de policía de Baltimore ¿diga en qué podemos servirle?

— Un hombre está parado fuera de mi departamento ya hace dos horas... No sé quién es. —Dice con voz angustiada una joven. — Está golpeando la puerta ahora... —Comienza a hiperventilar.

— Esté tranquila, puede darme su dirección. —Hace una pausa—Para que un radio patrulla vaya.

— Es en... —Un grito agudo se escucha del otro lado de la línea— Dios, Está intentando tirar la puerta del departamento. —Se escuchan estrepitosos ruidos y gritos incoherentes desde el fondo— Está diciendo que lo deje pasar...

— ¿Está haciendo qué?

— Intenta tirar la puerta.

— Dígame su dirección.

«Dirección omitida en el audio»

— ¿Cómo se llama, señorita?

— Mischa.

— Mischa, quiero que te quedes conmigo en la línea, ¿Ok?

— Ok.

— ¿Dónde estás?

— Eche llave a la puerta principal. Estoy escaleras arriba, en mi cuarto.

— ¿Hay alguien más contigo?

— No. —Pasan unos minutos, se establece un silencio sepulcral.

— Mischa, ¿Sigues ahí?

— ¡Está en el departamento! ¡Rompió la puerta!

El operador habla por la radio de la patrulla, anunciando que entró a la casa y que se apresuren.

— Mischa, ¿Sigues ahí?

— Sí... —Dice con un hilo de voz.

— Cierra la puerta de tu habitación con llave, si puedes bloquearla con algún objeto hazlo y vuelve conmigo al teléfono.

— ¡Está subiendo las escaleras! —Su voz sonaba cada vez más angustiada.

— ¿Qué?

— LLEGÓ AL CUARTO —Se escuchan nuevamente los estridentes golpes, ahora mucho más cerca. — ¡Está aquí!

— Dile que tienes a la policía al teléfono.

— Tengo a la policía al teléfono. —Se escuchan disparos y un grito desgarrador.

«La llamada es cortada abruptamente»

El operador nuevamente alza la radio para hablar con la patrulla.

— ¡Apresúrense! Está entrando al cuarto.

Cinco minutos más tarde fue que finalmente llegó la patrulla, dos oficiales se bajaron del vehículo sosteniendo sus armas de servicio. Al acercarse al departamento miraron la puerta completamente destrozada se apresuraron para ingresar; uno se quedó en la planta baja inspeccionando el área en caso de que fueran más individuos...

En cambio, el otro oficial mucho más joven... tan solo un novato, su nombre William Graham, quien en estos tres años de servicio jamás había jalado de su gatillo, pues poseía una empatía singular, una basta imaginación y susceptibilidad haciéndolo de alguna forma igualmente vulnerable e inestable, puesto que se colocaba en el lugar de los criminales.

Lentamente subió las escaleras, se podían escuchar leves sollozos, provenientes de una habitación, la cual la puerta se encontraba entreabierta, en la perilla de la puerta se lograba divisar varios agujeros de balas. Se acercó silenciosamente y empujo la puerta sin hacer ni un solo ruido, entonces lo vio; el tipo está apuntándole con el arma a la cabeza.

La Danza Del Diablo - HannigramWhere stories live. Discover now