BELLA POR PRIMERA VEZ

CAPÍTULO 32

Diez días después...

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Louis pasó con su coche delante de la dirección que ____ le había dado. La mujer que le había entregado en adopción vivía en el barrio con el que él siempre había soñado desde niño, una zona tranquila de Atlanta, en una casa con una valla alrededor del jardín. Exactamente como él siempre había soñado. Parecía una serie de los años cincuenta hecha realidad. Louis no quería estar allí y, sin embargo, algo le había llamado.

Aparcó el coche un poco más abajo y volvió andando, tratando de adoptar una actitud despreocupada. Como era muy temprano, la calle estaba muy tranquila. Su mente racional le decía que los Tomlinson eran sus padres y que aquella extraña no tenía nada que ver con su vida. A pesar de todo, necesitaba verla, ver a la mujer que le había causado tanta turbación en su vida, la persona que le había dado la excusa para volver al pasado una vez más y dejar el santuario que había encontrado con _____.

La puerta principal se abrió y una mujer de mediana edad, vestida con un ajado albornoz, salió para recoger el periódico. Louis la observó desde la acera. Entonces, ella levantó la mirada y la concentró en él. La apartó y volvió a mirarlo de nuevo.

Él se dio cuenta de que tenía sus mismos ojos. Aquella mujer era pariente suyo. ¿Sería su madre?

Dio un paso al frente, incapaz de detenerse. La ira que había esperado como compañera de viaje le había abandonado. Tenía preguntas para las que necesitaba respuestas. ¿Por qué le había abandonado aquella mujer?

—¿Señora?

—Oh, Dios —dijo la mujer, palideciendo.

—¿Se encuentra bien? —preguntó Louis, temeroso de que pudiera desmayarse.

—Sí. Eres tú, ¿verdad? El niño que di en adopción hace tantos años... —susurró la mujer, con lágrimas en los ojos, azules como los de Louis.

—Creo que sí. Me llamo Louis Tomlinson.

—Denise Devereau —respondió ella, extendiendo la mano—. Me imagino que tendrás algunas preguntas.

—Sí.

—Entonces, entra.

La siguió hacia el interior de la casa. Sentía que las emociones del momento eran más fuertes que él. Le hubiera gustado que ____ estuviera a su lado para anclarle al suelo, pero se dio cuenta de que ____ nunca más volvería a estar a su lado.

Denise le acompañó hasta el salón. Todas las superficies estaban repletas de pequeños objetos y de fotos de tres niñas. Aquel estilo de decoración le recordó a ____.

—¿Son estas tus hijas?

—Sí —contestó ella, con lágrimas en los ojos.

La ira que pensó que no iba a sentir se apoderó de él. Tenía hermanas. Sabía que ______ compartía un gran amor y una amistad con su hermana, pero también que aquella relación había definido el modo de ser de ____.

—¿Es que no quisiste criar un hijo?

Denise se mordió los labios y apartó la mirada. Tenía el pelo corto y bien arreglado, como lo estaba su casa. El ambiente era de una tranquila serenidad, algo que atraía a Louis.

—¿Quién es este? —preguntó un hombre, desde el pasillo.

—Paul, este es mi hijo.

Louis se volvió para mirarlo. ¿Era aquel su...?

Paul extendió la mano y Louis se la estrechó.

—Louis Tomlinson.

—Denise te ha estado buscando desde que la conocí. Los dos queríamos saber dónde estabas —Paul dijo, acercándose a Denise y tomándola entre sus brazos.

Louis los miró y vio el amor y la comprensión que había entre ellos. Aquello era algo que no había visto nunca antes, algo que le había faltado toda su vida.

Y era casi lo que había conseguido tener con ____, hasta que lo había tirado todo por la borda.

De repente, sintió un enorme deseó de encontrarla, pero sabía que tenía que superar primero aquella situación. Tenía una madre y una familia, lo que siempre había deseado. Y necesitaba respuestas.

—No sabía que me habían adoptado —dijo Louis, sin saber por dónde empezar.

—¿No te lo dijeron tus padres? —preguntó Denise.

—Murieron en un accidente de coche cuando yo tenía dos años.

—Oh, Dios —murmuró Denise, volviéndose a Paul con lágrimas en los ojos—. Sabía que debía haberme quedado con él.

Louis quería asegurarle que había tenido una buena vida, pero sabía que aquella mentira piadosa no serviría de nada. ¿Acaso no sería una mentira piadosa? Nunca le había faltado de nada y llevaba una vida muy acomodada. De hecho, en aquel momento se dio cuenta de que solo le faltaba una cosa.

—Era muy joven e insegura —dijo Paul—. Pensó que te estaba dando una vida mejor.

Mientras contemplaba a aquella pareja, Louis sintió que su ira iba desapareciendo poco a poco. Se dio cuenta de que a Denise también le había faltado algo en su vida, algo incluso más importante que lo que le había faltado a él. Aunque no tenía raíces y siempre había tenido la necesidad de no desarrollar apego por nada ni nadie, su infancia no había sido tan mala como podía haber sido. Su instinto de protección se puso manos a la obra. Aquella mujer no necesitaba más sufrimiento.

—Lo sé.

Ella se incorporó y se acercó hacia Louis. Entonces, lo abrazó, no del modo rápido que se hace con un extraño sino el abrazo lleno de emoción de una madre.                       

—Nunca te olvidé y no pasó ni un día sin que lamentara haberte entregado.

Después de todo, aquella mujer no le había rechazado. Louis se dio cuenta de que necesitaba hablar con alguien sobre todo lo que le había pasado aquel día, y la única persona con la que podría hacerlo era ___. Pero la había dejado marchar.

Se marchó unos pocos minutos después, pero prometió regresar a cenar el fin de semana para conocer a sus hermanas. Resultaba extraño tener una familia después de tantos años, especialmente una que estuviera tan unida.

Louis se montó en su coche y sintió que un vacío le rodeaba. No culpaba a su madre. En las mismas circunstancias, él podría haber hecho lo mismo. Por primera vez en su vida entendió que se había pasado la vida tratando de proteger a los demás y que aquello era precisamente lo que él siempre había deseado.

El amor de ___ le había facilitado poder conocer a su madre. El hombre que él era seis meses antes nunca hubiera ido a aquella casa para visitar a Denise y facilitar la oportunidad que los dos necesitaban para el futuro.

_____ le había dado todo lo que tenía y él la había apartado de su lado. ¿Iba a poder recuperarla?

La reunión que iba a presentar las conclusiones de la gala había sido programada tres semanas antes, pero a Louis se le había olvidado. ____ llevaba una semana evitándole, pero en aquella ocasión no le quedaría más remedio que enfrentarse a él.

Louis no sabía lo que iba a decirle. Todavía estaba enfadado porque ella se hubiera entrometido en su vida. Ella debería haberle preguntando primero. Debería...

  _____ entró en la sala con una pequeña tabla de presentación y un maletín. Se movía como una mujer con un propósito. Ya no era el torbellino de energía que había sido antes.