Now or never/ Larry Stylinson

Capítulo XI

Día 3: "Escúchame "

Esta rutina no le estaba gustando. Sólo lo estaba desgastando más. La gran cantidad de pastillas tampoco ayudaba mucho. Tenía suerte de no sentir tanto dolor, pero sabía que en algún momento llegaría, para quedarse.

Estaba cansado de tener que actuar frente a las personas que amaba con su alma, pero si las quería proteger, debía hacer este tipo de sacrificios. Por ellos, sólo por ellos.

Al levantarse, su único deseo fue sacarse los intestinos y el cerebro, para que dejara de doler. Para que su estómago no devuelva aquello que no tenía, para que su cerebro no presionara en todos lugares, casi arrancándole los ojos. Fue al baño, dispuesto a devolverlo todo. Sin dejar ni una gota de lo que sea que vomitó dentro de su estómago.

Se bañó y cuando salió, su vista voló al espejo. Un pequeño deja vú lo atacó en ese momento. Hacía la comparación. Él sabían que eso sucedería. Sabía que sus huesos comenzarían a marcarse en las caderas y costillas, sabía que sus clavículas sobresaldrían, como queriendo arrancar de su cuerpo. Estiró su mano, como aquella vez, viendo sus huesudos dedos recorrer su cuerpo en el espejo. Desde su cabello hasta sus labios resecos y partidos, desde su mandíbula y pómulos, hasta su cuello y hombros. De ahí, a sus costillas y cadera, su cintura comenzando a pronunciarse más, sus piernas, adelgazando cada día más.

¿Qué es lo que ves en el espejo?

Solía preguntárselo cada día y como siempre, la respuesta hoy también fue distinta.

-Tu propia decisión. -Se sonrió. -Podemos con esto. Lo haremos. Viviremos hasta que no podamos más.

Ese día no había ido a clases, ya no le veía el sentido. Nada lo tenía, de hecho.

Estaba totalmente arruinado.

En cuanto se vistió, volvió al espejo. Sí, todo totalmente tapado.

Ropa ancha, dispuesta a tapar todo aquello que sobraba... y que faltaba.

Harry llegó casi a la misma hora que el día anterior, casi intentando sonreírle, como tratando de no arruinar un ambiente que ni siquiera se había creado. Él podía ver lo destruido que estaba su ex-novio, pero aún no podía descubrir si es que acaso era o no su culpa, porque ¿Qué fue lo que arruinó su noviazgo de cinco años?, él definitivamente no estaba rindiéndose. No señor.

-Llegaste temprano. -Dijo Louis, luego de abrir la puerta e invitarlo a pasar, aunque esta vez, fueron a su habitación, Jay llegaría temprano y si nuevamente discutían, que al menos ella no los descubriera. Aunque los gritos se escuchen hasta abajo.

Fue toda una hazaña entrar a la oscura habitación. Habían mantas regadas por todas partes. No existía lugar en esa habitación que no estuviese cubierta por algo.

"Algunas cosas nunca cambian" Pensó Harry, absorto en sus pensamientos.

"-¿Como esperas que entre aquí?, ¿Estás loco? -Rió, queriendo ordenar todo.

-Mi pieza, mi desorden, mi problema. -Se quejó Louis, sacándole la lengua. -Además, -Sacó de un tirón lo que había en la cama, tirándose sobre esta y tomando el control remoto de la habitación. -Si no le gusta, princesa, vaya a ver la serie con alguien más que tenga su jodida habitación ordenada. Si usted es mi novio, me va a aceptar con todo el desorden que eso conlleva.

Harry movió la cabeza negativamente, mientras reía.

-Eres un exagerado -Se lanzó sobre él. Haciéndolo reír, mientras repartía suaves besos por su rostro. -En las buenas y en las malas, hasta que la muerte nos separe..."

Que lejanos se sentían de pronto aquellos días.

Louis también parecía no estar con él, todo el tiempo. Al igual que notó que en su relación algo sucedía, Louis estaba algo extraño, pero creyó que eso se arreglaría con el tiempo. Tal vez fue porque nunca habían tenido problemas graves entre ellos, o porque simplemente no quería aceptar que algo sucedía. Que algo malo sucedía.

Él había estado tan absorto en preparar aquella sorpresa, la que iba a darle en su sexto año de novios, que no se fijó realmente en lo que sucedía con Louis.

En cuanto se sentó sobre la cama llena de ropa, supo que Louis había pensado en lo mismo que él, pero supo disimularlo.

Abrió rápidamente la laptop y comenzó lo que aún no habían empezado. Al momento de estar a punto de escribir, se dio cuenta de que, de hecho, no tenían un tema.

-¿De qué hablaremos? -Preguntó Louis, casi a regañadientes, no deseando tener el mínimo contacto con Harry.

-Podríamos hablar acerca de la superación personal -Comenzó, casi con ganas de lastimarlo, pero lastimándose también en el proceso -O del autocontrol, también de la capacidad de superar dificultades, ¿cómo se llamaba eso?

  -¿Resiliencia? -Su cuerpo entero se congeló -Sí, tienes razón, podríamos hablar de eso.

  -Bien. -La habitación se llenó de un incómodo silencio.

   Los dedos de Louis se movían ágiles por el teclado, escribiendo todo aquello que pensaba.

   -Puedes agregar cosas, también, si se te hace más fácil. -Señaló Louis, tratando de alivianar el ambiente.

   -Louis, escúchame, por favor. -La mandíbula de el castaño estaba tensa. -Sin importar lo que suceda. Voy a estar aquí. -Se acercó un poco. -Si no me dices qué sucede, no puedo ayudarte.

   -Aún si te lo dijera, no podrías ayudar. Y no siento que necesite ayuda. -Aún al decirlo en voz alta estaba seguro de que sus ojos no decían lo mismo.

   Gritaban pidiendo auxilio.

   -La necesitas. Estás demasiado delgado, tambaleas al caminar, te desmayas, convulsionas. Eso no es estar bien, Louis.

   -Harry, por favor, sólo olvídate de eso.

  -¿Cómo se supone que me olvide  de ello, si estás frente a mi de esa forma?, necesito que estés bien, Louis. -Estaba desesperado. Demasiado dependiente a alguien que  no quería reaccionar.

   -¡Estoy bien!, estoy bien tal como estoy. No molesto a nadie de esta forma.

   - No molestas a nadie, pero estás dañando a todos. -Su ceño se frunció. -Zayn está preocupado - El nombre, casi escupido. -Hasta Nick lo está.

   Los ojos de Louis se abrieron más.

   -¿Qué te ha dicho? -Masticó las palabras, sintiéndose casi traicionado.

   -Nada, ¿por qué? -Preguntó. Sospechando. -¿Nick sabe algo que yo no?

   - No. -Comenzó Louis, interrumpiéndolo. -Sólo pensé que se había pasado alguna estúpida historia y te había convencido de algo.

   Mordió su labio.

   -Louis... por favor. Escúchame, háblame de lo que sucede. -Suplicó Harry. -Tal vez no arreglemos el problema, pero podemos hacer que sea más liviano para ti. Compárteme tu dolor, si lo dividimos será menos carga para ti. -Se acercó a Louis, despacio, casi como si tuviera miedo de asustarlo. -Dime qué está mal.

   -Todo está mal, Harry. -Se rindió Louis. Alzó la vista hacia el más alto. -¿Por qué cuesta tanto alejarte de mi?, te he lastimado, te he echo llorar. ¿cuánto más me vas a tener así?

  —¿Cuánto tiempo me tendrás tú doliendo de esta forma?

   —Lo siento, Hazz, lo siento mucho. —Intentó soltarlo todo, pero nuevamente, las palabras no salieron.

  Ya no había control en su vida.