il

8.2K 999 562
                                    

"Apego" es una obra original de Hobibuba cualquier reproducción total o parcial de la obra sin el permiso explícito de la autora incurre en un delito.

Shouto siempre había sido un buen amigo para Midoriya Izuku, y cuando había llegado a casa, llorando, no dudó en hacerlo entrar, sirviéndole un vaso con agua para lograr calmarlo y así poder escucharlo

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

Shouto siempre había sido un buen amigo para Midoriya Izuku, y cuando había llegado a casa, llorando, no dudó en hacerlo entrar, sirviéndole un vaso con agua para lograr calmarlo y así poder escucharlo. Poder oír todos los balbuceos sin
sentido que soltaba.

Yoarashi había ingresado minutos después con la pequeña Camie en brazos, sin embargo, al ver a Izuku llorando sin control alguno, hizo un gesto de sorpresa para luego llevarse a la niña lo más rápido que pudo de allí.

Sin embargo, Izuku alcanzó a oír las palabras inocentes de la niña:

—¿Por qué tío Izu llora?

Su corazón se quebró un poco más.

Shouto no lo presionó a hablar, esperando en silencio a que se calmara, a que pudiera tener la suficiente tranquilidad como para poder decir algo, que llegó segundos después, con Inasa entrando al comedor. Su torpe amigo se sentó al lado de Shouto, tomándole la mano a su novio, y esa visión lo hizo sentir patético y miserable.

—Katsuki me pidió el divorcio.

Su mejor amigo abrió los ojos por la sorpresa en tanto Inasa soltaba una maldición, aturdido.

Por supuesto, nadie se lo esperaba. ¿Quién iba a pensar que Katsuki le pediría aquello cuando había sido él quien había dado siempre los primeros pasos para todo?

Cuando se conocieron, fue Katsuki quien lo había salvado de ser objeto de burlas en la preparatoria debido a lo asustadizo y torpe que fue Izuku el primer día de clases.

Fue Katsuki quien le había pedido salir y quien le dio un beso.

Fue Katsuki quien le dijo que deberían irse a vivir juntos.

Fue Katsuki quien le pidió matrimonio.

Y ahora parecía ser Katsuki quien quería acabar con todo.

Y, a pesar de que pareciera que era Katsuki quien tenía que tomar esas decisiones, no era como si  Izuku nunca hubiera puesto de su parte: Izuku era, como veía todo el mundo, la persona que podía sacarle una sonrisa enamorada a Katsuki con una acción tan tonta como un beso sorpresivo, y la única persona que lo hacía bajar las defensas totalmente, haciendo que se comportara de una forma infantil e, incluso, caprichosa.

Para todo el mundo, no había Katsuki sin Izuku, y no había Izuku sin Katsuki, porque hacían una de las parejas más bonitas y honestas que se podían ver.

Pero, al parecer, las cosas no eran tan felices como le mostraban al resto.

—¿Por qué? —preguntó Shouto en voz baja.

Los labios de Izuku temblaron.

—Dice que no me ama —su tono se rompió y las lágrimas volvieron a salir—. Ya no me ama, Sho-chan.
Katsuki ya no me ama.

Izuku quería negárselo, ver lo inevitable, pero no.
Haciéndolo ver todo de un horrible color negro, incapaz de ver un poco de luz en medio de tanta oscuridad.

Katsuki suspiró, leyendo un informe que su secretaria le dejó esa tarde, para luego bajarlo y dejarlo sobre la mesa, cansado

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

Katsuki suspiró, leyendo un informe que su secretaria le dejó esa tarde, para luego bajarlo y dejarlo sobre la mesa, cansado.

Recordó los ojos llenos de lágrimas de Izuku, su labio temblando, sus mejillas húmedas por el llanto, y se sintió culpable y triste por lo que había ocasionado, pero no arrepentido. Tenía que hacerlo.

¿Cómo podía seguir casado con alguien que no amaba?

No era justo para Izuku ni para él, así que no podía seguir con esa farsa.

Ya no amaba a Izuku, era un hecho claro, pero lo seguía apreciando lo suficiente como para no seguir haciéndole daño con sus acciones.

Tocaron la puerta de su oficina y murmuró un pase lo suficientemente alto como para que la persona entrará.

Al verlo, sonrió con relajación.

—Tienes un aspecto horrible —dijo el de cabello rojo con una sonrisa dulce, cargando un montón de carpetas.

Dejó salir un bufido, recostándose en la silla, y pronto su amante se acercó, comenzando a hacerle un masaje suave en los hombros.

—Le pedí el divorcio a Izuku —le comunicó Katsuki con un tono de pesar.

El pelirrojo parpadeó, inclinándose, con una expresión triste.

—Oh, lo siento tanto, Katsuki —le dijo de forma honesta—. ¿Estás seguro de esto, de lo que tenemos nosotros?

Llevas tanto tiempo con Izuku que quizás...

—No digas eso —le interrumpió Katsuki con suavidad—. Todavía quiero a Izuku, claro, pero es un cariño que le tengo por el tiempo que hemos estado juntos, así que... tengo claro lo que siento por ti, Eijiro.

Eijiro asintió, titubeante, para luego inclinarse y darle un pequeño beso en los labios.

—Lo lamento mucho por Izuku —murmuró Eijiro entonces, sin alejarse demasiado—, debe estar pasándola mal, me siento culpable por hacerle
esto, pero...

—Lo va a entender —contestó Katsuki dándole un beso en la mano, serio—. Izuku lo entenderá con el tiempo.

Katsuki esperaba eso: que Izuku pudiera, con el pasar de las semanas, curar esa herida que le hizo a pesar de haber prometido, años atrás, que nunca le rompería el corazón.

Pero las promesas, al igual que los sueños, parecían destinados a ser rotos de cualquier forma y sin posibilidad alguna de poder evitar aquello.

Voten y comenten cachorros, los leo

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

Voten y comenten cachorros, los leo.

😘😘😘

Apego Kde žijí příběhy. Začni objevovat