Run! » [Kookmin]

🍁3🍁

Faltaba sólo un día para el baile, Park Jimin se sentía ansioso, lo esperaba, realmente lo hacia. Y más, ahora que había podido entablar al menos una mínima charla con el pelinegro, pero aún así simplemente veía que lo quería como amigo, y quizás era porque él no era bonito. Por eso, contaba las horas para el siguiente día, sería perfección al igual que Jeon Jungkook, aunque, obviamente no podrá superarlo. Jeon Jungkook brillaba, era su luz, y eso era inalcanzable. Por eso mismo, decidió tener todo preparado para su brillante noche, en donde la pasaría genial.

Genial.

Lo malo para él, era que no tenía alguna hermosa ropa que ponerse y así poder sorprender a Jungkook, por eso mismo decidió consultar con su abuelita, pues sólo la tenía a ella. Su padre no le haría caso, nunca lo hizo de todas formas.

Hablaron por un largo tiempo, su abuelita le dijo que poseía un precioso traje que era de su abuelo, quien ya había fallecido. A decir verdad, él prefería dinero y comprarse el más hermoso traje, pero aún así aceptó, no iba a negar algo tan lindo de parte de su abuelita, por lo que salió de su casa y se dirigió a visitarla, caminó varias cuadras, se cansó bastante y paró seguidas veces, aunque era mejor, perdía peso, sería más perfecto. Él debía ser el más perfecto junto con Jeon Jungkook, sólo ellos dos.

Al llegar, ambos se abrazaron con fuerza, charlaron aún más, y, cuando ya se aproximaba la noche, decidieron sacar la pequeña caja con ropa de su abuelo, encontrando allí el traje, de un color rojo fuerte junto con un moño negro y una camisa blanca por debajo, poseía un agradable olor como para haber estado guardado durante varios años.

Y, siendo sinceros, a Park Jimin le encantó.

Por eso mismo se fue contento, con su traje en mano retomó su caminata hacia su casa. Aunque claro, nuevamente, algo debía salir mal. Aquella pared debía aparecer justo en sus mejores momentos, y odiaba, odiaba la realidad.

Park Jimin fue golpeado por unos drogadictos que intentaron abusar de él. Park Jimin se rompió en pedazos. Park Jimin, volvió a casa destrozado, pero aún así su corazón intentó sonreír.