Decisiones

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-Gracias por recibirme Magnus – le sonrió amablemente Elizabeth –

-No es nada – la invitó a pasar con sus ademanes extravagantes – extrañamente tu compañía me hace bien

-Causo ese efecto – sonrió – entonces... ¿Tienes que ponerme más protecciones mágicas?

-Quería ver cómo seguías después del incidente con ese demonio – le alzó el mentón revisando su cara – las ojeras disminuyeron ¿la comida?

-Poco a poco, he mejorado pero Isabelle... digamos que la cocina no es su fuerte

-Come conmigo – la guio al comedor invitándola a sentarse – y después vemos que tanta sangre tengo que retener, después de una sesión cada tercer día veremos que tan seguido las necesitas

-¿Eso no agota tú fuerza o energía?

-No es demasiado – alzó los hombros – ahora dime ¿Haz decidido? – al ver como cambió el semblante de la rubia se apresuró a aclarar – no te estoy presionando para que tomes una decisión, yo puedo hacer esto por el resto de tu vida si así lo deseas, pero...

-No ya sé – suspiró y aceptó la copa que Magnus le daba -pero no puedo decidir, como te dije ni siquiera sé por qué me escogieron a mí

-Bueno... no puedo responder eso... pero hay alguien que sí – la miró fijamente – ¿qué harás con Hodge?

-Aún no lo decido – se recarga en el asiento desplomándose – he estado pensando mucho en eso, sé cuánto quiere su libertad pero no tenía derecho en hacerme eso, podría acusarlo con la clave y tendría que dar una explicación detallada, por otro lado creo que sí pudo hacerme eso a mí, igual puede mentirle a la clave y no sabría la verdad

-Tu mente trabaja – asintió con la cabeza haciendo formas raras con las manos – y eres muy inteligente, ¿Qué te hace creer que te dirá la verdad si tú se lo preguntas?

-Lo chantajearé con decirle a la clave – le da un trago a su bebida y sonríe – tal vez les diga mentiras pero lo harán sufrir

-¿Y tú cómo lo sabes? – le sonrió de lado –

-Mis padres y dos de mis hermanos trabajan ahí, conozco los métodos secretos de la clave

Magnus alzó las cejas e hizo aparecer la comida, extendiendo las manos invitó a la rubia a servirse, apenas había probado un bocado cuando vibró su teléfono, lo sacó de su chaqueta y contestó disculpándose con Magnus.

-¿Qué pasa Jace? – fue directo –

-Apenas entraremos con Meliorn, ¿ya estás con Magnus?

-Sí, interrumpiste la sesión – rió volteando a ver a Magnus quien le hacia señas de que cortara la llamada – tendrá que volver a empezar –

-No lo sabía – rio desde el otro lado de la línea haciendo que su corazón vibrara – márcame para que pase por ti a la casa de Magnus

-Está bien, adiós – regresó a la mesa – disculpa Magnus

-No hay problema – le extiende la mano para que le dé el aparato – las personas olvidan los buenos modales a veces

-Claro – se lo entrega – por cierto, la comida es buena

-¡Por supuesto que es buena! Viene directamente del país – le sonrió de medio lado alzando la copa – por que las respuestas que buscas sean las que quieres escuchar

-Nunca se escucha lo que uno quiere – alza la copa – ¡Salud!

-Asumo entonces que el rubio y tú...

-No, en realidad seguimos saliendo pero notas esas cosas – le da un mordisco a su comida y continúa – y no lo quiere aceptar

-Creo que entonces deberías alejarte tú – le hizo ver –

-Ya se lo he dicho, pero el insiste en que no la ve como nada más que una persona desprotegida – bebe y continúa – pero noto la diferencia, le he advertido que si me traiciona eso no acabaría bien para ninguno de nosotros... no sabía que de verdad tenía el poder de poder destruirnos mutuamente

-Piensa por ti misma entonces – se acerca y le toma la mano – si eso te destruye no pienses más en ustedes como un equipo, piensa primero en ti por que todo lo que eres y tu esencia está en riesgo sólo por que él no se ha dado cuenta de que bueno – le palmea la mano – le gusta alguien más

El teléfono comenzó a vibrar pero ambos lo ignoraron

-No creo ser fuerte para ser yo quien lo deje

-Piensa en que si no lo haces, no podrás volver a ser una cazadora de sombras nunca más – se levanta y regresa a su asiento – y sopesa que quieres más en la vida ser una cazadora o Jace Wayland

-No creo que pueda decidir eso

-Tienes que hacerlo, por que si no terminarás perdiendo las cosas que más amas

Después de ese consejo Magnus ante la insistencia que tenía el teléfono de Elizabeth lo apagó para que terminaran de comer tranquilamente, después pasaron a su sala para que la curara y al cabo de un rato más estaba lista para regresar

-De nuevo Magnus, muchas gracias – recibió el teléfono de las manos del brujo – insisto en que te tengo que recompensar por esto

-Aceptarlo es lo menos que puedes hacer – le restó importancia –

-¡Carajo! – murmuró viendo el teléfono

-¿Problemas? – se asomó Magnus al teléfono –

-Tengo muchas llamadas perdidas de Alec y otras tantas de Jace

-¿Alec? ¿Está todo bien? – se interesó –

-Nada bien, si no los alcanzo están muertos – giró los ojos furiosa – y hablando de decisiones, si tú no invitas a salir a Alec, el jamás lo hará

-Querida – se recargó en el marco de la puerta – le marqué antes de que llegaras, ¡vete! Y te veo pasado mañana

La chica rubia bajó los escalones corriendo y cuando la perdió de vista entró de nuevo a su apartamento. 

De Ángel a Demonio (Tomo 1 La Hija de Sammael)Where stories live. Discover now