volviste efecto mariposa

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Miro la puerta de su casa teniendo todas las palabras en el medio de la garganta como un nudo que no encontraba el centro para desatarlo.

¿difícil? Le quedaba chica la palabra a lo que tenía que hacer Lia, porque enfrentarse a tus seres más queridos es difícil

¿Miedo? A perderlos, pero que más importaba si ellos no tenían miedo a perderla, se sentía ridícula al pensar que era sólo ella quien pensaba de es manera

Soltó un suspiro y sin pensarlo dos veces abrió la puerta, haciendo ruido al cerrarla y posteriormente dejar las llaves en la mesita de la entrada

-Hija estamos en la cocina- hablo su papá

Sin mucho esfuerzo se dirigió a la cocina donde chocó miradas con su madre, sin embargo no dijo nada. Pensó mil formas de decirle todas las cosas que sentia y sin embargo, callo, cerró su boca como muchas otras veces

-¿Donde estabas hija?- preguntó su padre mientras tomaba un vaso de agua

-Estuve en el parque, necesitaba...- sus palabras quedaron en su boca al ver que su padre comenzaba a teclear algo en su celular. Así que no le importaba tanto como ella creía...

- ¿necesitabas?- pregunta luego de soltar el celular

-Nada importante iré a dormir un poco- aviso yéndose lejos de sus padres- por favor no me molesten tengo que descansar para comenzar a estudiar- aviso comenzando a subir las escaleras

-¿Cómo, estudiar? Sabes que con el embarazo no puedes asistir- hablo su madre saliendo de la cocina parandola a media escalera

- mamá con todo el respeto que te tengo, es mi vida. Mi embarazo. Mis estudios- aclaró haciendo énfasis en los "Mi"- y yo lo controlare a mi tiempo y a mi gusto ¿bien?- la miro seriamente- ahora si me disculpas mi cama me espera.

Su mente le estaba jugando en contra, su mejor decisión fue descansar.
Quería decirles tantas cosas.

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- Me preocupa Lia- hablo su madre entrando nuevamente a la cocina viendo a su esposo nuevamente con el celular

- deben ser los cambios de humor de un embarazo- hablo soltando el celular, viendo como su esposa se sentaba en frente de el- no te preocupes- la tendió la mano siendo correspondido

-Discutimos- soltó sin aviso mirando hacia la losa que estaba secándose- ella, ella me dijo que Leo la engaño... ¿Puedes creer eso? - lo miro incrédula- no se en que se convirtió mi niña, ella no era capaz de inventar tales cosas y mirala ahora

-Oye- hablo su esposo soltandole la mano y cruzandose los brazos poniendo una mirada sería- ¿y porque dices que nuestra hija miente?

- No, no quise decir eso- hablo agachando la mirada- sólo...

-Lia necesita nuestro apoyo, lo que haga o deje de hacer no nos incumbe ya es una adulta- hablo levantándose de la mesa- y me sorprende que le creas a quien sea más que a tu hija, vos... Que siempre dijiste que tu hija estaba adelante de todo y de todos- terminó para luego salir por el mismo lugar que salió su hija minutos antes

-¿ a donde vas?-preguntó su esposa siguiendo sus pasos, viendo como tomaba su campera y las llaves pero la respuesta no llego.



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Me siento cansada. Se hablaba en su mente mientras luchaba para que sus ojos abrieran en vano.

Me duele la cabeza. Penso tocando su frente con la Palma de su mano

Tengo que estudiar. Y sus ojos se abrieron de par en par al pensar eso.

Miró hacia su ventana, las estrellas se hablan apoderado de la vista al cielo y la luna estaba rodeada de todas estas

"Cuando sea millonario te compraré hasta la luna, porque te mereces eso y mucho más"

-Cuindi sia millonari ti cimpriri histi li lini- hablo rodando los ojos mientras se levantaba de la cama y se dirigía al baño- lo único que me diste fue infidelidad y- se miro al espejo- unas ojeras que se ven desde marte... Mierda- insulto al aire junto con un puchero- estoy de acuerdo contigo cariño necesitamos helado para estudiar- hablaba mientras se ponía sus pantuflas de osos










-ahora si podré estudiar- hablo con ella misma mandandose una buena cucharada de helado de chocolate, pero arrepintiendose al instante- ohh hela hela- hacia ademanes de dar aire con las manos pero al final pudo digerirlo.

Así fue su noche comiendo y estudiando. Y viendo la parte buena, su mente no divagaba...






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La relación con sus padres iba de mal en peor, desde la discusión habían pasado ya siete días y sin embargo nada había cambiado.
Las conversaciones eran básicas, ninguno de los bandos dijo " disculpame...", tampoco el querer arreglar las cosas.
Y así llegamos hasta ahora donde Lia está llegando de su trabajo, dejando sus llaves en la mesita de siempre y tomándose un tiempo para respirar.

Se está sobre exigiendo. Estudiar, trabajar y encima hacerse cargo de su embarazo le está pasando una factura muy cara. Lo noto aún más cuando llegó a su habitación y se desvistio lienzo derecho al baño para una ducha larga y relajante, pero antes se miro en el espejo.
Su mirada no reflejaba nada, ni ella ya podía leer su propia mirada. Las bolsas debajo de sus ojos marcaban las horas de sueño que no pudo realizar por los trabajos tanto de clases como de la oficina. Oh y sus pies parecían empanadas y dolían como el infierno al igual que su espalda pero su vista se centró sólo y nada más que su vientre ahora nada chico sino que mucho más grande haciendo que su ombligo resalte un poco más

Y ahí estaba lo que necesitaba para dar un paso más, sólo faltaban tres meses y tendría a su razón de ser en sus brazos, podría sonreír de una vez por todas y sentir que no todo fue en vano. De un momento a otro estaba sentada en la tapa del inodoro soltando intimidades de lagrimas teniendo pensamientos poco agradables acerca de su bebé y el que ella sea mamá

-Tal vez... No merezcas a una madre que lo único que hace es cagarla una y mil veces y de miles maneras- tapó su boca para que no se escuchen sus sollozos- lo siento- una patadita- lo siento tanto- otra más- mamá no volver a decir esto, así que no te enojes con mamá ¿bien bebé?- preguntó sobando su vientre y directamente se metió a la bañera donde estaba llena de agua a temperatura exacta para su cuerpo

Y sólo esto necesitaba, un descanso. Un ratito para ella y su bebé. Paz y tranquilidad.

Música clásica estaba sonando de su celular pues descubrió que su bebé tenía un gusto extremo por este tipo y eso la alegro. Sintió esa conexión que nunca antes había sentido.











Pero no todo dura para siempre y su siempre terminó cuando su mamá todo la puerta del baño para avisarle que tenía visita

-Ya voy!- grito, mientras salía y se colocaba sólo una bata y se hacia un rodete para juntar su pelo. Su intención era recibirla, sabiendo que era su amiga a dejar el croonograma que le había pedido una hora antes, y luego volver a su tranquilidad.

Un gran plan y ella ya quería ejecutarlo.








-Ah me salvaste, no se que hubiese sido sin ese croonograma- hablaba mientras bajaba las escaleras y dirigiéndose a la cocina.

Su cabeza quedó en blanco.

Sus piernas no respondían.

Sus palmas estaban transpirando.

Sus ojos estaban aguados.

Si corazón no sabía para donde salir.

Era injusto.

Su cuerpo no reaccionaba.

Y su boca se movió sólo para decir una palabra.
















-Sam...- hablo su boca, su mente, su cuerpo, su corazón...

se que te vasWhere stories live. Discover now