PROLOGO

202 37 12
                                    

Grecia
15/Enero/1941

— ¡Mátala!

Hablo con la voz más fría y tenebrosa mi padre. Arrebató la pistola de uno de los hombres que nos tenían rodeados, y me la entregó pero yo la rechacé tantas veces hasta que no pude más

Con un dolor tan punzante en mi pecho la mire a los ojos, esos ojos cafés oscuros que tanto me gustan... No habíamos dicho alguna palabra desde que nos sacaron de aquel escondite, no era necesario alguna palabra sabíamos exactamente lo que sucedería con nosotros y con los demás...

La mire fijamente a los ojos, alcé mis brazos apuntando a su cabeza. Di un suspiro leve

- No puedo hacerlo... - Susurre

Voltee mi cuerpo para ver al hombre más lleno de odio que uno pueda conocer, tan lleno de maldad. Estire mis manos y entregue el arma que hace unos minutos me habían entregado para hacer un acto tan horroroso

- ¿Que se supone que haces?

- No la mataré - conteste con firmeza

Me di la vuelta con temor a que dispare, pero cuando llegué junto ella me sentí aliviado, me arrodille junto ella, tomé su mano y la mire por un segundo a los ojos para después susurrar una palabra

- Lo lamento

No contestó pero al ver su mirada podía entender todo

- ¡Acabe con esto! - grité para después cerrar los ojos...

Lo lamento

ARCARDIAWhere stories live. Discover now