Todos éramos humanos hasta que:
La raza nos D E S C O N E C T O
La religión nos S E P A R O
La política nos D I V I D I O
Y el dinero nos C L A S I F I C O
• Editado 6/Febrero/2021
• Publicada 1/Junio/2019
• Hermosos Banners hechos por @Editorialla...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Seguían pasando los días. Aquel día me encontraba sola, Dieter llegaría más tarde de lo habitual. Mi vista se queda fija en la pared, esa pared podría contar toda nuestra historia, con esos dibujos.
Cuando Dieter no sabía cómo expresarse agarraba aquella piedra y dibujaba, yo trataba de entenderlo aunque a veces no podía entender todos, como aquel dibujo de esas cuatro personas juntas, solo había entendido que dos de ellos éramos nosotros pero, ¿Aquellos dos quienes eran?
Estaba por dormir cuando escuché unos pasos pensé que se trataba de él, pero luego me percate que eran más pasos, cada vez más cerca de escuchaba el ruido con ello unos gritos se hicieron presente
- !¿Who ist es?!
- ¡¿Dónde está?!
Escuche la voz de un hombre sonaba mucho más grabe que la de Dieter
- !Hier ist niemand, vater!
- ¡No hay nadie aquí, padre!
Era la voz de Dieter
- ¿Willst du mein gesicht sehen? ¡Sie ist eine jüdin! ¡Ein parasit! Get und sucht danach
- !¿Quieres verme la cara?! !Ella es una judía! !Un parásito! Ve y búscala
- Nein, ich lasse dich nicht mitnehmen, was ich will, vater.
- No, no dejare que me arrebates lo que quiero, padre.
- Dann wirst du sterben
- Entonces morirás.
Escuche que el sujeto cargo una arma, me desespere, comencé a alterar y subí por las escaleras y abrí con fuerza la puerta del techo. Dieter me observó con culpa y el hombre frente a él con repugnancia.
- Nein Arcadia... ¿Weil du gegangen ist?
- No Arcadia... ¿Por qué saliste?
Me observo Dieter casi quebrándose, sus ojos estaban rojos y cristalinos
- No puedes morir... - Lo mire a los ojos llenos de lágrimas
- ¿Glaubts du, diese dummheit ist liebe?
- ¿Crees que esta estupidez es amor?
Gritó con enojo aquel hombre de tez blanca y ojos azules pero no como los de Dieter, aquellos parecían estar llenos de enojo y odió. Un azul oscuro lleno de odió.
Ese hombre nos hizo salir de la casa, otros hombres más me tenían sujetada de los brazos y a Dieter lo llevaba él hombre. Al salir nos encontrándonos con más nazis quienes se reían de mí.
Yo solo los mire llorando, no quería morir... Nadie quiere morir, mucho menos así
