28

278 31 9
                                    

*Steve* (again :v)

¿Donde estoy?

Me intenté levantar, pero un dolor punzante por todo mi cuerpo me lo dificultaba.

Finalmente tuve la suficiente fuerza para impulsarme en mis brazos y conseguir mantener el equilibrio. Aunque más de una vez tuve que apoyar mi cuerpo en los escombros del antiguo edificio.

Dios mío.

¿Qué pasó?

Miré a mi alrededor, por todos lados. Hasta que vi al cielo.

Me cago en mis muertos.

Una nave alienígena.

¿Cómo había llegado hasta aquí?

- Dios mío Steve, ¿qué pasó?- oí la voz de Tony a mi lado.

- No lo sé... pero no podemos hacer nada de una manera fácil.

- Sabía yo que Thanos no se daría por vencido con tanta facilidad.

- Ni un poco de paz nos dejan...- me queje suspirando.

- Tranquilo Capi... después de esto vendrá la paz. Estoy seguro de ello.

- Eso espero...

Cuando eche un vistazo a la nave recordé a Thanos, ¿será de él? Si así es, ¿cómo llego hasta aquí?

El chasquido que dio él fue hace años y se supone que está muerto. ¿Qué pasó?

Hablando de chasquidos, ¿habrá funcionado el nuestro?
¿Bucky ya está bien?
¿Habrá vuelto?

Suspiré con cierto dolor mientras me agarraba mi abdomen, sin venir a cuento comencé a notar en mi estómago como millones de cosquillas. Qué estoy completamente seguro que son porque volvería a ver de nuevo a Bucky.

Espera, ¿veré de nuevo a Bucky?

¿¡Otra vez!?

No me di cuenta que realmente estaba respirando un poco agitado hasta que Tony colocó su mano encima de mi hombro y me hizo una señal con la cabeza para que avanzaramos. Con Thor a mi lado derecho y Stark al izquierdo.

Esquivamos los escombros hasta encontrarnos al causante de todo.

Thanos.

Tranquilamente sentado en una roca, con sus codos apoyados en sus rodillas cargando todo el peso de su parte superior del cuerpo. Una larga y gran espada de doble filo, clavada en el suelo a su lado derecho. Un arma que si pudiera al lado, sería mucho más alta que yo.

- No soportaís una derrota.- comenzó hablando el morado levantando con lentitud su cabeza para mirarnos.

- O será que no soportas la tuya.- le contestó Tony.

- Mi victoria fue hace cinco años, solo estáis revirtiendo lo que fue inevitable en su momento, y así será inevitable ahora.

- No te preocupes por ello, nosotros volveremos a luchar como ya hicimos una vez. Puede que la gente olvide, pero nosotros no.- está vez hablé yo.

- Luchareis y volveréis a perder.

- Si perdemos habrá alguien que nos vengará.- fue el turno de Thor para hablar mientras apretaba con más fuerza sus armas.

- Nadie os podrá vengar si no hay vengadores.

La conversación dio por finalizada cuando el morado se levanto de su asiento y empuñó su gran espada.

Enseguida los tres nos pusimos en posición de alerta.

Tony con sus propulsores activos.
Thor con su martillos y su hacha, uno en cada mano.
Yo con el escudo entre Thanos y mi.

Comenzaba una nueva pelea. De nuevo como hace cinco años. Pero esta vez con la ayuda del impulso de venganza.
Por todos los que mato.
Por todos nuestros compañeros.
Por nuestros amigos.
Por nuestra familia.

Por Bucky.

Pero aunque nuestro afán era grande, no fue suficiente.

De repente me encontré con un escenario en donde Tony estaba medio inconsciente en el suelo, Thor casi con su hacha clavada en el pecho y yo con una herida gigantesca en el brazo izquierdo y me dificultaba la movilidad.

Me puse de rodillas al darme cuenta que realmente tenía que hacerlo, no habíamos llegado hasta aquí para nada. 

Observe la magulladura de mi brazo para ver su profundidad, la cual era bastante. Pero eso no hizo que parara.
Enseguida cogí la correa del escudo para poder apretarla lo máximo posible y haciendo así una especie de torniquete.

Aunque estabas completamente seguro de que no podría utilizar el escudo, este estaba partido por lo múltiples golpes que le había dado Thanos con su enorme espada.

Miré a mi para encontrar cualquier cosa que utilizar como arma. No encontré nada hasta que me topé con el Mjonlir, el martillo de Thor.

Imposible, no podría cogerlo, solo el Rubiales es digno de el.
Además de que yo ya intenté levantarlo y no conseguí nada.

Al carajo, no era momento de dudar.

Me levanté con todas mis fuerzas y me acerqué al arma para engancharla del mango. Y con ojos cerrados pude notar como este se elevaba.

Dios mío, había cogido el martillo.

Pero aún no era momento de alegrías.

Enseguida lancé el arma hacia Thanos, y con un golpe certero conseguí que este cayera unos momentos. El martillo volvió a mi como un boomerang.

No le deje se recuperará cunado yo corrí a por él, sobretodo a modo de distracción para que Thor pueda incorporarse junto a Tony.

Comenzamos un nuevo combate hasta el que el cansancio se hizo presente como mi enemigo. Así aprovecho el titan para lanzarme por los aires y mandar a su ejército a por nosotros.

Era el fin, ahora sí que lo veía.

No tenemos nada, ni a nadie.

Entonces un luz de esperanza iluminó mi camino escuché una voz en mi intercomunicador.

Sam.

Cuando las cartas importaban/Stucky || #Wattys2020Where stories live. Discover now