Subastada |Zayn Malik y tu| TERMINADA

Capítulo 64

Era Zayn, me miro a los ojos fijamente y mi cuerpo se paralizó pero aun así, retrocedí. Estaba sorprendida de verlo nuevamente, habría jurado no verlo más desde que salte dicha cerca de su casa, habría jurado no ver nuevamente esos ojos color mieles y a su boca plasmada con una sonrisa resplandeciente, esa que tantas cosas me habían dicho y hecho daño.
Casi caí al suelo al tropezar con una silla que estaba a mi espalda, lo cual le dio ventaja a Zayn de acercarse mucho mas a mí, sin quitar aquella sonrisa maliciosa de su cara —pensé que no te volvería a ver, te habías perdido— comento rompiendo el gran silencio que antes había y el que yo deseaba mantener por el resto de mi vida —me hubiese parecido mejor que ese pensamiento fuese realidad— respondí sorprendiéndolo tanto como me sorprendí a mi misma —creo que eso igual nunca se puede cumplir porque por si no lo recuerdas yo...— comenzó a repetir lo mismo de siempre y lo corte completando la frase —soy tu dueño porque yo te compre en una subasta, blah blah blah, ¿no te cansas?— reproché ya enojada y este negó echándole más leña al fuego.
El silencio nuevamente reinó en el lugar, mis ojos se mantenían posados en él como si fuese a atacarme en cualquier segundo que me descuide, cuando vio mi inquietud, le hizo seña a los grandes hombres a su espalda, que por cierto, nunca me di cuenta de ellos y estos salieron de la sala dejándonos completamente solos —me parece que has hecho nuevos amigos— dijo de la nada y fruncí mi ceño aterrada a lo que vaya a decir próximamente —¿a qué te refieres?— me hice la que no sabía nada, no podía asegurarme de que hablaba de Liam o solo era una suposición —sabes muy bien de qué cosa hablo, de ese tal Payne... así es como se apellida, ¿cierto?— y justo en ese momento sentí como mi respiración se entrecorto, no había pensado en él y en lo que debe estar pensando en estos momentos sobre que no había vuelto a casa —¿Cómo sabes de él?— pregunté de una vez, esa pregunta rodeaba mi mente agobiándome —digamos que... tuviste agentes detrás de ti en mi nombre— y al escuchar eso, sentí como mi cabeza dio vueltas haciéndome marear —dices que mandaste a alguien para que me persiguiera— comente atónita, le empecé a dar golpes en su pecho y a pelear —eres un desgraciado— no pare de decir hasta que me sostuvo de las dos muñecas y me apretó con su torso —¿aun tienes en mente que soy un desgraciado?— dijo arrogantemente mientras miraba abajo hacía mi dirección, su cuerpo y el mío estaban nuevamente juntos después de tanto tiempo lo cual me ocasionaba una sensación de deseo y de repugnancia a la vez.
Por un momento sentí que me había quedado tonta con sus ojos mieles, y sus manos posadas en mi cintura, algo que me estaba matando poco a poco. Lo cual era algo estúpido viniendo de una persona que lo único que hace en la vida es ignorarme, maltratarme y hacerme sentir como un objeto.
Al darme cuenta de que Zayn cada vez más se acercaba a mi rostro, aproveche a empujarlo y a librarme de su agarre — ¿Por qué me has traído acá? ¿Acaso no te basta la tortura que ya me has ocasionado?— quise gritarle pero al final solo logre bajar la voz.
Zayn se quedo parado frente a mí sin ninguna expresión, se mantuvo callado lo cual me hizo enojar cada vez mas y antes de que pudiera decir otra cosa, chasqueo sus dedos causando que los dos hombres de antes, entrasen y se situaran a su lado. Zayn les susurro algo que hizo que se acercaran a mí, aterrándome al segundo.