—Hola, mi nombre es Issei Hyōdō, tengo 34 años, vivo soy maestro en legua española, tengo dos hijos y hace una semana me casé... bueno, primero comencemos con el principio... el día que mi vida dio un giro total...
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Se podía ver a un castaño joven corriendo mientras llevaba puesto un uniforme escolar.
—¡Mierda, se me hizo tarde! —el castaño iba leyendo un libro cuando de repente choca con alguien haciendo que caiga al suelo.
—¿Estas bien?
El joven escuchó una voz bastante dulce con un tono de preocupación de mientras que vió de reojo una mano.
—Sí gracias por preocupar- —el castaño tomó la mano mientras vio el rostro de la persona que lo ayudó a levantarse sólo para mirar a una despampanante mujer de cabellera negra con ojos azules que vestía un atuendo algo revelador de color rojo con azul.
—¡W-W-W-Wonder Woman!
La mujer le sonrió al joven atónito mientras aún sostenía su mano.
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—Es fue la vez que conocí a aquella mujer de quien me enamoraría... ese mismo día Wonder Woman se quedaría en Japón por tres años.
—En Kuoh no había tanto crimen hasta que llegó ella, no sé si fue mi pésima o gran suerte, que siempre aparecía en lugares donde había destrucción siendo que Wonder Woman siempre me terminaba rescatando...
—A sus palabras yo era un chico travieso, eso me avergonzó demasiado aunque curiosamente ese día me había entregado un collar con una "W", ella me dijo que siempre que estuviera en problemas tocara el collar y ella vendría... al parecer me había vuelto alguien equivalente a esa reportera loca que es siempre salvada por Superman, sólo que en vez de que un hombre en mallas me salve, lo hacía una mujer hermosa...
—Como era de esperarse, ocupé el collar tantas veces que ni ella tenía la cuenta... jejeje, ahora qué lo cuento más vergonzoso se pone el recuerdo.
—Un día en mi típica rutina de ser salvado por ella, me desmayé en sus brazos y curiosamente, en vez de llevarme al hospital, me llevó a su departamento, ese día vi por primera vez la otra cara de la moneda, no sólo a la valiente, poderosa, inteligente Wonder Woman, si no a El la inocente, alegre y curiosa Diana.
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Se podía ver a un castaño recostado en una cama al parecer dormido.
—Mmmmm.... —lo primero que vió el joven al despertar fue el techo de un apartamento.
—Hasta que despiertas, chico travieso.
El castaño volteó a un lado para ver a quien menos esperaba vistiendo ropas normales.
—¡W-Wonder Woman! —dijo Issei sorprendido mientras la mujer sonrió.
—Cuando no tengo mi traje puesto es Diana.
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—Siendo honesto, no sé qué vió una mujer como ella en mi, tengo la sospecha de que ella es pedofila, digo no entiendo como a mis 17 años pude estar en una relación con Wonder Woman.
—Con el tiempo empezamos a salir e incluso manteníamos relaciones... ya me desvié mucho del tema...
—Al pasar los meses Diana me dió la sorpresa más grande que me han hecho...
