Capítulo 9

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Las alas del Furia Nocturna se movían con fuerza para desplazarlas en al aire.

Jack frente a éste animal volaba en dirección al bosque, giró para ver a los guardias que salían del reino en sus caballos.

Apenas había volado sobre el mar congelado cuando un centinela salió del bosque a trote, identificó a Jack en el aire y de un brinco fuerte fue lo suficiente para quedar a la altura de este.

-¡Jack! -Gritó Hiccup al ver tal criatura.

El ojiazul se giró e intentó frenarse en el aire, pero el centinela ya lo había impactado, ocasionando impactar contra el dragón e interrumpir el vuelo de ambos

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El ojiazul se giró e intentó frenarse en el aire, pero el centinela ya lo había impactado, ocasionando impactar contra el dragón e interrumpir el vuelo de ambos.

Jack cayó primero contra la gruesa capa de nieve a la orilla del reino, le continuó Chimuelo quien rodó intentando abrir sus alas para frenar.

Se había esparcido dejando las líneas de su camino en la nieve.

El peliblanco se sentó en busca del centinela, pues si a Jack le han herido demasiado, podría matar a Hiccup y a Merida.

-¿Hiccup? -Jack le gritó buscando ahora su cayado entre la nieve.

-¡Aquí! -Hiccup gritó intentando salir de un costado de Chimuelo – Vamos amigo, debemos irnos.

Chimuelo tenía sus alas dobladas, por lo que le dificultada extenderlas y sus patas enterradas en la nieve.

Un grito de horror por parte de Merida les hizo girarse asustados, mirando al centinela de 4 metros acercándose a la pelirroja quien estaba arrastrándose a espalda en la nieve por evitar a la criatura.

Jack buscó con desesperación su cayado para ir hacia ella.

Mientras que la pelirroja esquivaba los manotazos que daba el centinela por intentar atraparla.

En un movimiento consiguió atrapar la capa de la chica contra el suelo, y era tanto el miedo de la chica que de un fuerte giro sobre el suelo, consiguió arrancarse la capa para ponerse en pie y empuñar la espalda que aun llevaba.

El centinela levantó su otra mano para pescarla y ella por defensa le soltó un movimiento para intentar romperle la mano de hielo, pero fue inútil.

Jackson consiguió llegar a su espalda para quedar arriba de sus hombros y cruzar su cayado contra el cuello del centinela.

Con fuerza de sus dones, comenzó a acercar su cayado más al cuello de la criatura para intentar rompérselo.

Apenas se escuchaban los crujidos de hielo, cuando el centinela se puso erguido para intentar agarrar a Jack que estaba a su espalda haciendo fuerzas en sus brazos y dientes que apretaba de esfuerzo.

Merida entonces intentó clavar la punta de hierro contra el muslo del centinela, pero la fuerza del hielo hizo romper la espada.

-¡Ush! -Mer lanzó el mango sin espada ahora.

The Snow Queen. 2do libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora