MI JEFE.✨ [RE-ESCRIBIENDO]

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Solo había podido descansar media hora, no me quejaba, ese era mejor que nada.
Ya me había colocado en un traje de dos piezas color rosa y una camisa blanca, unos tacones, un poco de maquillaje y listo.

Lo único que no podía disimular eran mis regordetas mejillas más rojas que nada. Estaba herida evidentemente, pero no iba a hacer absolutamente nada.

Él era mi jefe y yo su empleada-me repetí mentalmente, mientras tomaba el bolso y los papeles necesarios, el carro ya debería estar abajo.

Suspirando y alisando un poco mi vestimenta, salí lista para presenciar lo más desagradable. Y cuánta razón tenía.

Jimin estaba en la sala acomodando su traje y la señora esa estaba pasando sus manos por todo su pecho, sonreía burlonamente y soltaba risitas idiotas que solo estaban logrando una gran jaqueca.

Ignore todo y pase rápidamente para poder retirarme dignamente o bueno lo que quedaba de mi dignidad.

-Señorita tn, necesito los papeles y traiga un café para mi acompañante. -dijo seriamente.

Estaba tan cabreada que no me importó ignorarlo olímpicamente y salir de la habitación azotando la puerta, lleve una mano a mi pecho tratando de recuperar el aliento y reteniendo las lágrimas.

¿Qué se supone que haga?

Esto ya me estaba superando, y en serio tenía miedo de lo que me podría llegar a pasar. El grito con mi nombre me saco de mi ensoñación.

Rápidamente, tomé el ascensor para poder irme. No quería más peleas.

Llamada entrante. Azael ✨

-¿Cómo va todo? ¿Ya te devoró el ogro?

-Me tiene harta, en serio no sé cómo pude enamorarme de él. ¿En qué estaba pensando?

-No reflexionaste, el corazón no piensa, siente.

-Wau, desde cuándo eres poeta. -susurré burlonamente, el chófer ya estaba en la entrada, no lo hice esperar más y entre-

-Es una de mis tantas cualidades. -susurro coqueto- dejando eso de lado, ¿qué ha sucedido esta vez?

-Nada... Prácticamente, me envió a la oficina para que él pudiera follar a gusto con la azafata. -susurre incómoda, con un nudo en mi garganta-

-¿Sabes? A veces creo que los hombres somos estúpidos por naturaleza.

-Que buen concepto tienes he. -dije extrañada con su comportamiento- ¿Ha sucedido algo?

-Nada que no pueda solucionar pequeño melocotón...-suspiro- Solo recuerda que tú, vas y siempre tienes que ir primero.

-Por supuesto, eso lo sé perfectamente, aun así, gracias, resultase ser un gran amigo. -susurre con una sonrisa, baje de carro y me dirige a la sala de juntas-

-oush, directo a la friendzone, aunque creo lo mismo, quien diría que la chica loca con una extraña manía de insultar sacando la lengua sería buena como amiga. -dijo riendo-

-Que idiota eres...-susurre aguantando la carcajada-.

-Falto el calificativo de irresistiblemente sexy, pero te la pasaré esta vez, te dejo. Seguramente estás ocupada

-De hecho, si, nos vemos bye.

Llamada Finalizada.

Sorprendentemente, todo estaba listo, la mesa de conferencias estaba con los documentos correctos y en los lugares asignados.

Aparentemente, algunos socios no se llevan bien con otros, por ello yo tenía que prevenir cualquier incidente posible.

Lo que resultaba ser fácil si ponía la suficiente atención a cada acción.

Corrí como una loca colocando los últimos toque, un plato con algunos aperitivos, botellas de agua y tazas para café por si se requería de cafeína.

Lo cual sería extremadamente necesario, sobre todo si la junta se estaba llevando a cabo a las tres y media de la mañana.

Solo a mi jefe se le ocurría dicha idea.

Una vez todo listo me senté a esperar por los accionistas y socios, aprovechando los minutos me puse a adelantar un poco de trabajo, quería dormir por lo menos tres horas terminando la junta.

Poco a poco los asientos fueron llenados conforme llegaban, algunos me veían raro por mi concentración y mi cara de "no me distraigas o te corto la mano"

Algunas veces era increíblemente tonta y otras bastante seguras y trabajadora, suspiré cansada una vez terminé con la mitad de mis obligaciones. Levanté la mirada encontrándome con todos, viéndome fijamente.

Incómoda me removí en el asiento y cerré la tableta para poder concentrarme en el trabajo esencial.

-Buenos días, mi nombre es Tn y soy la secretaria del Señor Park Jimin. -dije sería y repasando a todos con la mirada, quedándome más tiempo en un tipo de barba, muy guapo. -

-Donde está el jefe señorita... Se supone que ya debió de haber llegado. -susurro el mismo hombre con aires de soberbia-

-El señor Park Jimin llegará en cualquier momento. Además, deje esa egolatría. Le recuerdo que usted es un trabajador... si mi jefe dice que la junta es a las dos y llega a las cinco, usted se calla y se aguanta. -dije molesto- Si no tienen otra queja más... comenzaremos una vez mi jefe esté aquí.

Cómo nadie dijo nada, yo me puse a hacer todo lo demás de mi trabajo pendiente. Jimin ya había tardado, pero no quería llamarlo y hablar con él... seguramente estaba molesto, pero no creo que tanto para faltar a una junta tan importante.

Suspiré aliviada cuando la puerta fue abierta de un sopetón, no era la mejor impresión, pero hablábamos de Jimin. Cómo secretaria me levanté de mi asiento para ver a mi jefe.

Este me mataba con la mirada y yo simplemente ignoraba su enojo como él ignoraba mis sentimientos.

-Buenos días, Señor. Esperábamos por su presencia para dar como comenzada la junta. -susurre viéndolo fijamente, esta vez no me dejaría intimidad-

-Comencemos...-la gruesa voz de mi jefe se hizo presente, erizando mi cuerpo e incendiado mis mejillas de un rojo pasión-

Todos se levantaron e hicieron una reverencia para después saludarlo, me daba algo de gracias ver cómo el soberbio cambiaba su actitud en un dos por tres.

-Señorita, saco los documentos y contratos que le pedí? -pregunto viéndome fijamente, evaluándome.

-Si señor. Los papeles los encontrarán en la carpeta página 15 & 20 si por favor pueden leerla ...

-Ya la escucharon, léanlo y expresen sus dudas. -susurro viendo a cada uno de los presentes críticamente-

Conforme los minutos pasaban la cara de los accionistas, algunos indignados y otros evaluando la situación, era interesante de ver.

Una trampa fue un perfecto distractor para poder evaluar las acciones legales en contra de la empresa, en este momento se estaba haciendo una prueba y mi jefe los evaluaba a todos lentamente

Solo esperaba que funcionará...

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