Cap 1

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Mi nombre es Mía Anderson, tengo dieciséis años, soy rubia, ojos azules, alta, delgada pero con curvas. Vivía en Canadá junto con mis hermanos, Felix de diecisiete años, Louis de ocho meses y mis padres, Fransheska y Ethan, digo que vivía en Canadá porque en estos momentos me encuentro terminando de empacar mis maletas para tomar un vuelo en la mañana junto con mis hermanos y mi madre.

Mis padres se divorciaron y mi madre no quiere seguir en este país , prefiere irse a su país natal, Italia. Escucho golpes en mi puerta y me siento en el borde de la cama con un suspiro.

- Pase- Digo con tono cansado. Me duele todo el cuerpo a causa de los días anteriores y el día de hoy. Mi padre abre un poco la puerta y entra a mi habitación con una radiante sonrisa pero con el rostro afligido y angustiado, mi padre es rubio y tiene los ojos azules como yo, mi madre suele decir que si al nacer hubiese sido varón, seria el clon de mi padre. A diferencia de mis hermanos,soy la única rubia pues mi madre es castañas de ojos marrones claros, Felix es muy parecido a mi madre y el pequeño Louis es castaño de ojos azules. 

-Hola, rubia- Sonreí por el apodo con el que se refería a mi, se acerco, besó mi frente y  se sentó a mi lado aflojando el moño de su corbata blanca que hacia juego con su traje azul marino-¿como estas hoy?

-Cansada, no me gusta hacer maletas- Dije tristemente y él suspiro acariciando mi larga y lisa cabellera.

-A mi tampoco me gusta que estén haciendo maletas, Mia, pero tu madre así lo quiere.

-Porque no le dejaste otra opción, diría yo- Murmure, el suspiro y asintió.

-Tienes razón... quiero que me perdonen por hacerles daño, jamás quise involucrarlos en este desastre. Destruí lo único sincero que tenía en mi vida por algo de placer, no debí fallarles,ni como padre, ni como esposo. No voy a perdonarme las lágrimas que derramó tu madre por mi culpa- Recosté mi cabeza en su hombro y el apoyo su cabeza sobre la mía- Hay mi niña, no sabes cuanto los voy a extrañar- Dijo con pesar y en mi garganta se formó un nudo que me hacía respirar con dificultad y mi visión se volvió borrosa por las lágrimas que amenazaban por salir

-Y nosotros a ti, papi- Nos abrazamos y se despidió de mi.

Cuando abrió  la puerta e intento salir, chocó con Felix y este lo miro con rencor. Mi padre intentó entablar una conversación con él,pero mi hermano lo ignoró y siguió su camino por el corredor hacía su habitación.

Un sollozo salió de la boca de mi padre y salió por completo de mi habitación dejándome completamente sola otra vez, suspire, me recosté en mi cama y me dormir en poco tiempo.   

                                

LunaWhere stories live. Discover now