Capítulo XXI

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— ¿El hospital?. – Preguntó él algo confundido antes de abrir los ojos ligeramente entendiendo de que hablaba la italiana – Eso fue un error que no se volverá a repetir, señorita Leombardi. Si hubiese sabido que pasaría, hubiese sido el primero en detenerlo. – respondió sincero, Octavia por otra parte había fruncido el ceño bebiendo algo de café escuchándolos hablar.

— Espero que no se repita, por que no sólo esta saliendo mal parada Octavia. Si no mi familia – Isabelle se cruzo de piernas adoptando una postura más dominante – ¿Y se puede saber por qué tu padre ha estado actuando a mis espaldas? Y no te atrevas a negarlo que sé muy bien que tú lo sabes.

— ¿Que quiere decir con eso?. – preguntó Logan frunciendo el ceño – ¿Exactamente de qué está hablando?

— Están moviendo sus influencias para retener el título de Octavia. Y es mejor que quites esa cara, no queda para el momento.

— ¿Que están reteniendo que?. – Octavia se alejó de Logan para mirar su perfil, los ojos del ojiazul estaban clavados en los de la italiana. La castaña sí se acordaba de la amenaza de Bastian Dragomir, pero no pensaba que el hombre tuviese tanto poder para hacerlo.

— Si, mi padre tiene tiempo intentando retener el título de Octavia, él sabe que ella quiere irse, y él no quiere que ella se vaya porque comenzarían a hablar, además de que tampoco quiere dejarme ir con ella. – Logan suspiró ligeramente por la nariz – Desde hace semanas he intentado hacerlo cambiar de opinión pero el se niega a que Octavia salga del país sin tener que volver.

— Bastian Dragomir es un... ¡Tu eres un...!. – la castaña menor se levantó de su lugar y le entregó la taza de café con cuidado a Charles para luego quedarse al lado del hombre mayor, ella no quería seguir allí, y sin duda alguna después de la conversación ella saldría a caminar un poco hasta calmarse lo suficiente como para hablar con el ojiazul y pedir mejores explicaciones.

— Octavia, guarda la calma ¿Quieres? – Isabelle se levantó de su lugar caminando hacia donde se encontraba el castaño – Se de lo que tu padre es capaz, Logan. Y sé de lo que tu eres capaz, también sé que eres más de lo que demuestras. Si no, Neferet no se hubiera molestado en llamarme y hablarme bien de ti. Ahora... Solo diré esto y lo diré una sola vez, si me entero que tu padre vuelve a confavular con algo así y tu lo sabes... Ambos terminarán mal.

Isabelle se alejo de Logan y fue hasta donde estaba Charles, y por ende, Octavia, quien estaba al lado del hombre mayor, estaba mirando más el suelo que cualquier otro lugar de la sala tratando de organizar sus pensamientos.

– Dale todo lo que te pida, Octavia sígueme. Es mejor que hables con él cuando te calmes.

Ninguno de los dos jóvenes dijo nada, Logan estaba buscando la mirada de Octavia, una que la castaña no le dio y que ella simplemente siguió a su tía sintiendo como sus ojos comenzaban a picar y vio como su vista se nublaba ligeramente. Ella no podía llorar y tampoco se lo iba a permitir frente a su tía.

— Entonces... Para esto nos llamabas. – murmuró Octavia mientras miraba ligeramente a su alrededor parpadeando varias veces para ahuyentar las lágrimas.

— Es mejor encarar las cosas de frente que por teléfono. Y conociendote ibas a salir huyendo como siempre, y eso Octavia, no es la solución a nada. – Isabelle salió de la casa caminando hacia los establos donde se encontraban al rededor de veinte caballos todos en su respectiva caseta – Y ahora lo que necesitas es tranquilizarte, por que Logan no tiene la culpa de nada. A Bastian si no le pones un bozal y una correa hace lo que se le pegue en gana.

— No iba a salir huyendo. – admitió ella mientras observaba a cada caballo, algunos iguales, otros que se diferenciaban, y claro, los sexos diferentes – Yo no tengo poder sobre ese hombre que sinceramente justo deseo que se pudra en el infierno. Pero simplemente... ¿Que esperabas? ¿Que no me enojara con el hombre al cual decidí darle mi confianza? Habíamos quedado que no más secretos, pero siempre hay uno.

Una Luz En La OscuridadWhere stories live. Discover now