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🕸️Segundo libro de One Shots
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Portada hecha por mi
Tom había estado promocionando la película de Spider-Man Homecoming en Japón pero yo no pude ir con él debido a mis clases en la universidad y estaba triste porque yo amo Japón y no habría nada más bonito que conocerlo junto con Tom pero ese no es el problema verdadero, el que no esté conmigo en mi cumpleaños es lo que me pesa un poco pero bueno, creo que tendré que acostumbrarme pues su carrera está en asenso y por ese lado me alegro mucho por él.
Mis padres habían organizando una pequeña fiesta para mi así que todo el día estuve con ellos y con mis amigos pasándola bien, también había recibido un pequeño mensaje de Tom felicitandome y diciendo que llamaría cuando pudiera, eso me había levantado el ánimo un poco. La fiesta había estado bien pero ya muchos se habían ido, eran las 3 de la mañana y ya todos se habían ido, mis padres estaban dormidos desde hace rato así que me quedé yo sola con mi pastel de cumpleaños enfrente, volví a encender las velas del pastel y me quedé observandolas por alguna extraña razón, en verdad esto habría sido un mejor cumpleaños con Tom aquí.
— Hola guapo ¿a que debo tu llamada tan temprano? — reí y el me sonrió.
— Hola preciosa Val ¿Cómo la pasaste hoy? O bueno, ayer... — río confundido, se ve que no había dormido mucho.
— Estuvo bien, te perdiste de una gran fiesta en la piscina.
— Lamento decir que si — bostezo otra vez.
—¿Estás bien? ¿Por qué no duermes precioso? Podemos hablar en cualquier otro momento.
— Es que estoy llegando al aeropuerto, no puedo dormir ahora — sonrió emocionado.
— Creí que solo estarías en Japón ¿Por que estás en el aeropuerto?
— Cambios de último minuto preciosa, ya sabes a veces pasa.— lo observe a él y después a la poca imagen del lugar que se podía ver en la videollamada.
— Curioso, ese aeropuerto se parece al de aquí — Sonreí alzando una ceja.
— Estás loca, claro que no, estoy en un lugar del cual ni siquiera puedo pronunciar el nombre. — se veía nervioso y yo solo empecé a carcajearme.
— Está bien, si tú lo dices — me reí.
— Rayos mujer ¿por qué todo lo tienes que saber?, vine por ti para ir a Japón juntos — alzó los boletos en una mezcla de enojo y risa.
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