Un secreto del pasado se esconde detrás de una amable sonrisa y una seria cara... Hay amores que van más allá de los recuerdos de una felicidad lejana...
No estaba segura del todo, pero tenía ganas de golpear a esas niñas. Me estaban molestando diciendo que no debería gustarme el fútbol porque es de niños.
Deberían dejarla en paz - oí decir a un niño - si le gusta el fútbol, déjenle jugar.
Pero no es normal - dijo otra de ellas - las niñas no juegan fútbol.
¿Puedes callarte? Si le gusta, le gusta y punto - dijo una niña con el cabello azul y ropa rosa.
Vámonos chicas - dijo la líder y las otras la siguieron.
¿Estás bien? - dijo la niña mientras me ofrecía su mano.
Sí, gracias. ¿Cómo te llamas? - le pregunté tomando su mano.
Mi nombre es...- no logré escuchar su nombre.
¿Y el tuyo? - le pregunté al niño, quien sonreía.
Mi nombre es... - tampoco lo oí, pero lo ví mientras se acercaba a mí.
¡...! ¡Hay una familia que quiere verte! - la niña corrió y el niño la miró con preocupación.
No quiero que se vaya... - pude notar tristeza en su forma de hablar.
No se irá tan fácilmente, es tu hermana y te quiere - le dije para reconfortar.
Gracias - me dijo y me abrazó - ¿te gusta el fútbol?
Me encanta, si pudiese jugar en un equipo jugaría de centrocampista - le dije - es mi posición favorita.
A mí también me gustaría ser centrocampista - me dijo, de repente puso cara de estar pensando y dijo finalmente - hagamos una promesa.
¿Una promesa? - no entendí que era lo que quería decir, así que pregunté.
Sí. Prometo que cuando crezca, jugaré en un equipo contigo - dijo mientras acercaba su meñique.
Sí. Jugaremos juntos y ganaremos siempre - le dije acercando mi meñique al suyo y así entrelazándolos.
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