Capitulo. 52

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Todo pasó demasiado rápido como para que pudiese asimilarlo. Irina se paralizo al ver como el cuerpo ensangrentado de su hermano se deslizaba por el asiento, todo rastro de cordura desapareció de ella al observar sus asustados ojos. Liam se llevo una mano al pecho igual de incrédulo que ella, y tras unos segundos que helaron cada parte de su cuerpo, le dirigió una mirada lastimera a la chica.

— Liam... — Su cabeza parecía bloqueada, no podía entenderlo ¡No quería entenderlo!... No quería si quiera pensar que él estuviese realmente herido.

Sentía su cuerpo hormiguear, no podía reaccionar. Una pequeña parte de su mente aun sabía que estaban en peligro, que los policías se acercaban y que las balas podrían terminar con su vida también... Pero simplemente sus piernas no le respondían. Aturdida se dejo apartar cuando de pronto Alexander, alertado por sus gritos, corrió hacia ellos. Irina se quedo allí, de pie sin saber que hacer mientras el chico sacaba a su hermano del auto.

Bruscamente y debido al nerviosismo que afectaba sus movimientos, Alexander arrastro a Liam sobre el asiento, pero a pesar de ello su hermano ni se inmuto; Alexander se lo cargo sobre el hombro en cuanto pudo y a pasos torpes le llevo hasta una de las paredes del callejón donde las balas no llegarían tan fácil.

— Irina... — Llamo Liam entonces, preocupado de que su hermana corriera el mismo final.

El verle tan débil, tan indefenso; termino de romper el corazón de Irina, la chica no pudo soportarlo más y corrió envuelta en llanto. No quería perderlo, el era su roca, su hermano, su compañero de toda la vida... No podía si quiera imaginarse un día sin él, sin sus comentarios, su sonrisa, o su sobreprotección. Lo amaba...

— No, no ¡No! ¡Liam no hagas esto! ¡No mueras! — Grito una y otra vez.

La enorme y creciente mancha rojiza que se esparcía por el pecho de su hermano solo aumentaban su nerviosismo, pues en el fondo sabia que una herida así significaba una sola cosa... Liam apenas y lograba balbucear palabras inconclusas, se ahogaba con su propia sangre. El castaño apenas y alcanzaba a ver la borrosa cara de su hermanita. La quería tanto... Así que a pesar del terror que invadía su cuerpo, solo pudo pensar en algo. No podía permitir que ella se quedara allí, no quería que muriera también.

— Vete... — Alcanzo a murmurar e un intentando por salvarla.

Irina lo observo perpleja, aquello termino de destrozar su corazón pues sabía que si su hermano le pedía aquello... Ya no existía otra opción. No, se negaba a aceptarlo. ¿¡Como pretendía que ella simplemente le dejara a su suerte!?

— ¡No! ¡No te pienso dejar! — Grito Irina aferrándose a su cuerpo. Llevada por la adrenalina y el terror del momento arranco de su odio el auricular ignorando los gritos de Ruth y Axel, que impotentes escuchaban todo lo que ocurría. Desesperada intento cubrir el pecho de Liam en un intento por detener la sangre. Liam era su mundo y el verlo así la estaba destrozando. Dejarle, simplemente abandonarlo; no era una opción.

— Alex... Sácala de aquí... Por favor — Rogó Liam al divisar al muchacho.

Alexander no sabía qué hacer no quería dejar a Liam allí, pero tampoco lograría seguir defendiéndolos por mucho tiempo y se negaba en rotundo a dejar a Irina allí. Agobiado les observo intentando pensar en alguna otra salida. Las lágrimas se desbordaban frenéticamente de los angustiados ojos de Irina. Ella también era consciente del peligro que corrían.

— ¡No! Debe haber otra forma — Chillo Irina completamente desesperada. La chica calculadora se había esfumado dejando paso a la niña asustadiza que fue hace mucho tiempo.

Irina. Bienvenidos al infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora