Capitulo 6

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"La maldición de los Uchiha" es, a palabras del segundo Hokage, una herencia en dicho clan; estos poseen una gran capacidad del amor, pero, irónicamente esta capacidad para amar les ha costado la caída de muchos miembros del clan a lo largo del tiempo.
Si un Uchiha pierde un ser querido- alguien a quien amen se genera una profunda desesperación, por lo que su amor es fácilmente transformado en un profundo odio.

Dando como resultado el ojo que refleja los sentimientos... el sharingan, el arma ocular que es capaz de destruir aldeas enteras por dolor y que ese dolor se vuelva una profunda locura.

Dentro del clan Uchiha, solo Itachi, Shisui y Kagami habían logrado romper esa maldición que persigue al clan Uchiha desde tiempos ancestrales.

Y ahora, la mirada perdida de Hotaru viendo el cuerpo crucificado e inconsciente de su madre y a su hermano recién nacido llorando, siendo alzando como si de Simba se tratara en los brazos de su profesora; la que consideró su amiga, su compañera, su consejera... le hacía hervir la sangre.

—¡Es hora, hermanos! –gritó la rubia con orgullo —padre renacerá en este infante Uchiha y vivirá para tomar su lugar de honor... ¡PARA TOMAR LO QUE MERECE! –la sonrisa de ella hacía enfurecer a Hotaru más y más hasta que no soportó más —¡MOROI NO O!

|Horas antes|

Casi sin quererlo Neji dejó sus pensamientos a un lado y siguió mirando el techo mientras estaba tirado en un charco de sangre, manchando su yukata blanca.
Giró su cabeza hacia el cuerpo sin vida que tenía a un lado de él; el cabello negro de la mujer le tapaba su expresión de sorpresa y una expresión de dolor le cubría el flequillo —¿Shizune-san? –llamó a la mayor haciendo una expresión de dolor —¿Shizune-san? –Neji no tenía ni fuerzas para levantar sus dedos.

Una queja llamó su atención y vio a Shizune sentada recargada en la pared con su mano izquierda en el abdomen aplicando ninjutsu médico y la derecha apoyada en el piso de madera —Aquí estoy –la mujer se quejó pero se acercó a Neji —te voy a curar las heridas... debemos de informarle al Hokage y a Tsunade-sama.

—Cúreme por favor –pidió Neji sentándose —usted vaya con ellos, yo iré a buscar a Hinata-sama y al bebé. Debemos cuidarlos y protegerlos.

—Neji-san. Ese último ataque te dejó casi con Chakra nulo –el castaño hizo una mueca de dolor cuando Shizune lo comenzó a revisar en el área donde más le dolía —uno de ellos escapó, pero al menos logramos derribar a este –Shizune miró al enorme hombre moreno tumbado boca abajo —Tonton fue en busca de Katsuyu-sama para informarle a Tsunade sama.

La pelea había sido agotadora, ambos hombres venían con total intención de asesinarlos y no podían permitir siquiera que se acercaran a Hinata.

El moreno que estaba tirado en el suelo había sido noqueado por Neji y antes de que Shizune pudiera hacerle lo mismo al rubio con el que peleaba, este huyó en una nube de humo. Dejando a Shizune y al Hyūga heridos.

—No me importa –declaró —ambos son mi familia... ese bebé no tiene ni siquiera 1 hora de nacido. Shizune-san... usted sabe mejor que yo que después de un parto tanto la madre como el bebé deben de tener una atención médica; ni mi prima ni mi sobrino la tuvieron.

Shizune torció un poco los labios dudando de su dejar ir al hombre frente a ella pero al final con un suspiro pesado, asintió con la cabeza —está bien... te llevarás a Katsuyu-sama y le informaras todo el progreso que hagas para que ella nos informe a nosotros –dijo cuando finalmente terminó de curar a Neji. En ese momento, Tonton llegó a la habitación con la babosa pequeña en su lomo; Shizune espero a que esta se dividiera y tomó una con cuidado para ponerla en el hombro derecho de Neji —vayan con cuidado.

Luciérnaga de medianoche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora