XVIII [Final]

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~38 años~

Cuatro años habían pasado desde adoptaron a sus dos hermosas hijas.

Peggy ahora iba a clases de Soccer y de violín y siempre traía nuevas amigas a la casa.

Y gracias a Rachel, su pequeña Charlie se había hecho amiga de Magda y la seguía a todas partes apenas se veían.

Como ahora, donde Tweek preparaba un dulce pastel para el cumpleaños de Claire mientras de vez en cuando miraba a las dos niñas dibujar en la otra mesa.

Se habían mudado a un apartamento más grande y ahora la cocina era el doble de grande que antes, logrando que Tweek pudiera cocinar como quisiera en su nuevo hogar.

— Este es mi gato Eros, es un gato gordo que viven tirado en el sofá. — Magda le mostró su dibujo a Charlie y ella asintió mientras seguía dibujando. — ¿Qué dibujas tu?

— Patos.

— Eso no es un pato.

— Se refiere a zapatos— Le respondió Tweek. — Charlie aún no puede hablar bien.

Magda abrió sus ojos como platos y acomodó sus lentes antes de tomar las manos de Charlie y mirarle a los ojos.

— No te preocupes, yo te voy a enseñar a hablar.

— Tú no pronuncias bien la R ¿cómo le vas a enseñar pequeña?

— ¡Mamá!

La chica se puso roja al escuchar las palabras de Rachel y ella solo rió antes de entregarle un bowl con glaseado a Tweek.

— Esas dos son inseparables, ¿No?

— Si, a Charlie le hace bien estar con Magda, la ayuda a expresarse más.— Tweek le sonrió a Rachel y ella le devolvió la sonrisa mientras ponía el glaseado sobre el pastel casi terminado.

— ¿Cuántos años cumple Claire?

Tweek miró el pastel casi listo y sonrió antes de buscar las velas.

— Cumple-

— ¡Papá! — Los dos adultos alzaron la mirada cuando vieron a la pequeña pelirroja correr a los brazos de su padre, quien casi bota el pequeño regalo que le había traído a la azabache.

— Woah tranquila pequeña, papá solo tiene dos brazos y por poco me botas al suelo.

— Perdón papá.

— Esta bien amor. — El hombre mayor besó la frente de su hija y la pequeña se rió.

Tweek se mantenía mirando al recién llegado y antes de saludarlo sintió como su hija jalaba de su pantalón, indicándole que ella igual quería estar en brazos de su papá.

Tweek rió y tomó a su pequeña en brazos, saludando finalmente al esposo de Rachel y diciéndole a los dos que podían ayudarle con la decoración, no faltaba mucho antes de que la azabache llegara a la casa.

Revisó con la mirada si algo faltaba y una vez se aseguró que todo estaba listo le pidió ayuda a Rachel para llevar las cosas al comedor, donde comenzaron a dejar la pequeña decoración al rededor de la mesa.

Por petición de Charlie Tweek había comprado varias cosas relacionada a las estrellas, compró unas bonitas cintas con diseño de nebulosas, incluso compró algunos globos con diseño de los planetas, y un pequeño sol de papel mache estaba puesto justo arriba del puesto de Claire, sentía como si se preparara para celebrar el cumpleaños de una pequeña niña (aunque sí somos honestos, Claire adora ser mimada como una, y Tweek estaba seguro de que sin importar la edad ella se sentiría feliz de las pequeñas decoraciones)

Mientras Tweek acomodaba las decoraciones con sus amigos, la puerta fue tocada otra vez y Clyde y Token llegaron con entusiasmo mientras el primero tocaba una pequeña trompeta en sus manos.

— ¡Hey. Miren quien vino con nosotros! — Clyde le sonrió a los chicos de oreja a oreja antes de dejar que pasara Bebe, quien tenía una pequeña barriga que mostraba su embarazo de seis meses.

Y tomada de la mano de Bebe iba la madre de Claire, ya con edad y un paso difícil de seguir, pero todavía siendo alegre y sonriendo al poder finalmente abrazar a Tweek. Atrás de ellas venía Ruby con un par de bolsos junto a su padre.

— Hace mucho que no te veía. Estás muy grande Tweek — La mujer le sonrió antes de ser llevaba a uno de los sillones para que descansara. — ¿Cómo a estado mi Claire? ¿Sigue siendo un dolor de cabeza?

Tweek rió antes de asentir, preocupándose de que la mujer de edad se sintiera cómoda en su hogar, una vez estuvo todo listo se escribió a su hija para saber cuánto les faltaba, y casi se desmaya al leer que iban subiendo la escalera.

— ¡Agh! ¡Claire ya viene!

Los invitados se cómoda ron en su lugar y Tweek buscó a Charlie para tomarla en brazos, la pequeña aceptando inmediatamente y mirando curiosa como todos corrían de un lado a otro.

Se escucharon las llaves abriendo la puerta y una pequeña conversación entre la mayor de sus hijas y su esposa se escuchó.

— Sólo te digo que no deberías golpear a los chicos en su ingle, en su rostro quizás pero nunca abajo... ¿Dónde está tu padre? Siempre viene a ayudarnos con las bolsas...

Claire entró al comedor y no pasaron más de dos segundos cuando todos gritaron eufóricos antes la vista de azabache, quien retrocedió asustada por el grito, su rostro viéndose asombrado antes de que las lágrimas comenzarán a caer de sus ojos, lágrimas que eran de pura felicidad al ver a todos sus seres queridos en su hogar.

Sin esperar abrazó fuertemente a Peggy y extendió su brazo para abrazar también a Tweek y a Charlie, se sintió cómoda en los brazos de sus tres ángeles y no se hizo esperar antes ir a abrazar a sus padres y hermanas, para finalmente ir a abrazar a sus amigos a los cuales había extrañado demasiado en todo ese tiempo.

El resto de las horas se pasaron rápidamente mientras Claire era mimada por su familia y amigos, escucharon música y jugaron como si fueran niños. Y cuando la hora de cantar feliz cumpleaños llegó, Claire sintió que iba a volver a llorar.

Peggy estaba sentada a su lado mientras Charlie estaba sentada en sus piernas, sus amigos y familia cantaban felizmente mientras Tweek llegaba con el pastel en sus manos, los números que marcaban su cumpleaños número 38 parecían brillar al mostrarle todo lo que había pasado y lo que iba a pasar, mostrándole que la felicidad iba a seguir en su vida.

— Pide un deseo amor.

Claire sonrió al sentir un pequeño beso en su frente y tomó la mano de Tweek con cariño. Miró a todos sus invitados y luego a miró el pastel.

Sopló las velas deseando que todo siguiera así, que todos los presentes y ella misma siguieran siendo así de felices.

Fin.

De pasteles y estrellasWhere stories live. Discover now