Capítulo 28

1.1K 123 29
                                    

Los días en ese refugio pasaron tranquilos, casi como si fueran vacaciones. Todos los días salgo a recorrer los parques y conocer más las flores que había. Entre ellos están los Tulipanes, carmelitas, rosas de distintos colores, era algo maravilloso y exótico. Y eso me encantaba.

No hemos recibido noticias sobre Apolo cosa que nos relaja, pero tampoco de Diana que ella fue la última persona que se vió con él y eso nos preocupa

—Nena, estaré en Grecia con los mortales, desgraciadamente tengo trabajo por hacer y uff—reclama Cupido probablemente cansado— ¿quieres que te traiga algo?

—Papitas fritas—contesto con rapidez, últimamente me ha dado muchos antojos y papas fritas es una de ellas.

— ¿Quieres papita frías?—rio divertido. Asiento con optimismo causando una sonora carcajada de parte de él.

—Sih señol.—contesto conteniendo la risa— Kal niega divertido mirando la ventana

—No digas eso por favor. —suspira él con picardía— Ten dignidad.

—Está bien.

Cupido se acerca más a mí con una sonrisa y me abraza, besando cada uno de los pequeños lunares que tengo en mi cara. Sonrío automáticamente al notar sus labios en mi cama.

— ¿Y mi beso en los labios?—pregunté sonriendo.

El rápidamente se vuelve y me los da. Sonrío con malicia, sus besos son mi droga.

—Te estas volviendo muy capichosa últimamente.

—Es tu culpa por mantenerme así, y cumpliste con la orden así que chu chu.

Todavía riendo, Cupido abre un portal y se va, sin antes tomarme un beso como despeida y de burla.

Ya estando sola en la casa me preparo rápidamente para la aventura de hoy. Tomo mi pelo en una coleta y me pongo lo más ajustado que tengo de ropa, asi tenia mas comodidad para caminar si tenia algun percance.

—Con esto estoy bien—Cierro la puerta con firmeza y sonrío, al fin paz.

En los pocos minutos que llevo caminando me encuentro con un portal abierto, con curiosidad me detengo a observar detalladamente en este portal tenía algún peligro para mi y yo llegara a pasar. Al observar que este estaba tranquilo entro.

Camino por el largo bosque, tiene pocos árboles y mucho pasto.Siento algo como unas pisadas, me giro rápidamente pero no encuentro nada.

—Tengo que salir de aquí lo antes posible.—susurro para mi misma

Busco el árbol que tenía la puerta de entrada al portal que me llevaría a la casa, pero no estaba, no había ningún indicio él estaba ahí. Trato de memorizar donde podría estar, pero es difícil, juro que estaba en este lugar.

Me agarro el pelo y lo tiro un poco, no, esto no es posible. Ahora sin Cupido en estos lados es más difícil salir.

¿Por qué entre aquí?

—Creo que estás perdida

¿Quien me está hablando?

—Soy yo la que te habla.—responde una dulce voz.

Una pequeña niña sale de un arbusto y me mira con ojos tranquilizadores

—Oh, hola ¿quien eres?

—Una muerta— sonrío pensando que es broma— Y no es una jodida broma. Mira mis manitas, mi mamá dice que las tengo transparentes pero son lindas.

Sus manos atraviesan mi cintura y no puedo evitar poner una cara de espanto, mientras la niña carcajea divertida. No siento ninguna molestia y pero es muy incomodo como un aire frío pasa por mi pequeña cintura.

Cupido, estás despedido #Wattys2019Where stories live. Discover now