04: Capítulo.

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Ya era muy tarde y Hyunjin aún no podía dormir. Sus ojos se permanecían cerrados pero sus pensamientos venían uno detrás de otro como si fuese de día, debía dormir rápido por el trabajo que le esperaba en la mañana. Aún era muy temprano de la madrugada, pero aun así seguía moviéndose de un lado a otro en su cama, estiraba sus pies y los encogía yendo sucesivamente, se daba vuelta hacía la pared y volvía a su misma posición anterior, quitaba su sábana de su cuerpo y volvía a cubrirse.

No podía continuar así. Se sentó en la orilla de la cama y suspiró pesadamente mientras con sus manos masajeaba sus ojos. Se colocó de pie mientras se estiraba, acomodó su floja camisa de algodón y caminó hasta el centro de su cuarto. Detuvo su andar mirando el piso para luego levantar su rostro despacio, observando la gran luna brillante y reluciente. Junto a ella posaba una gran estrella que de a poco en poco resaltó su gran brillo haciéndose lucirse muy hermosa.

Sus ojos destellaron el detonante color posarse en estos. Se acercó hasta su ventana abierta, colocó una de sus manos sobre su estómago mientras observaba hacía el cielo oscuro que era iluminado por la gran luna.

La luz de esta noche no durará poco.
Junto a tu bebé se reinará el hermoso universo.
No permaneceré para siempre.
Los dejaré a ustedes.

Permanecerá principalmente él aquí.

Nada malo pasará mientras yo esté aquí.
Las luces de esta noche son para él.
Para mi hijo que aún no sabe de mi existencia.

¿Ves lo que podría causar?
Estoy triste por su destino por una razón.

Luego de observar un rato por la ventana, sobre la luna y por la ciudad totalmente en silencio, se dirigió hasta la puerta abriendo está y cerrando detrás de él para ir bajando hacía la cocina en busca de agua o un jugo de frutos rojos. Estando en el pasillo que daba cerca de la cocina escuchó la televisión encendida, detuvo su andar para escuchar detenidamente. En la sala permanecía su padre, miraba las noticias y tomaba un poco de vino.

Hyunjin se acercó a la sala sin aún cruzar la puerta, miró a su padre mientras cruzaba sus brazos notando al señor seguir con sus acciones de tomar del vino, sacando también un cigarrillo junto a un encendedor.

—Morirás rápido si sigues así. —Habló, para luego ir notando a su padre saltar en su asiento mientras se atragantaba. —¿Ves?

—Creí que estabas dormido. —Dándose vuelta para ver a su hijo posado en la puerta con brazos cruzados.

Sonrió. —Pues no.

—No podías dormir tampoco, ¿verdad?

Hyunjin asintió despacio mientras miraba la televisión. —¿Qué pasó ahora? —Preguntó mientras se acercaba y se sentaba en el mismo sofá grande en el que estaba el mayor.

𝗛𝗜𝗥𝗔𝗘𝗧𝗛, 𝗛𝗬𝗨𝗡𝗜𝗡.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora