CAPITULO 42

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Felicia se fue a la cocina y yo le marque a Madison con la esperanza de que contestará y aceptará hablar pero élla tenia el celular apagado. No quice ir a su departamento se que será inútil élla esta muy alterada y todo por mi culpa, talves si le hubiera contado todo desde que nos conocimos o desde que me dejo tratarla esto no estaría pasando ahora.

—Mamá, nos vemos más tarde.
—¿A dónde vas?
—A ver a Mario.
—De acuerdo, pero no quiero que llegues tan tarde.
—No te preocupes mamá, me tendrás aquí temprano.
—Bueno, cualquier cosa me avisas.
—Si mamá.

Pedí un uber y le di la dirección de Mario, en cuestión de minutos llegamos, pagué y toque el timbre y una chica abrió.

—Buenas tardes ¿a quien buscaba?.
—Soy Jan Carlo hermano de Mario ¿y tu eres?
—Felicia, la chica de servicio, pase, su hermano esta en el bar.
—Muchas gracias Felicia.

Woow, Mario siempre dijo que no ocupaba a nadie para la limpieza y ahora resulta que tiene a alguien.

—¿Mario estás bebiendo?
—Solo es un trago Jan.
—Un trago que seguro abarca ya media botella.
—No, ¿que es lo que quieres? ¿a que veniste?
—A ver como estás, papá nos conto lo que paso.
—Ok.
—¿Porqué estás aquí tomando en ves de ir a buscarla y hablar con élla?.
—Jan, hoy en la mañana me le atravesé al coche a ver si así accedía a hablar y no quizo ¿que crees que pasará si voy a su casa? Una no me va a abrir, dos solo voy a empeorar las cosas con élla, porqué no se como hablar con élla, no se como hacer que me escuché.
—Entonces ¿me estas diciendo que vas a dejar las cosas así?
—No lo se Jan.
—Como que no sabes Mario.
—Ya te dije, Madison no quiere escucharme, Mikaela no quiere dejarme en paz y solo me traé problemas además...
—¿Mikaela te sigue atrayendo?
—No, ¿que?, no.
—¿Entonces?
—¿Por que dices eso?
—Porque de las veces que las has tenido juntas a las dos hubieras preferido ir tras Madison y no te hubieras quedado con Mikaela.
—Bueno tu no sabes como estuvieron las cosas, si es cierto que mi relación con Mikaela erá ya un capricho, costumbre o como quieras llamarle, pero estoy muy seguro de lo que siento por Madison.
—Pues no lo estas demostrando.
—Jan Carlo hicimos un showsito fuera de la cafetería y ni así logre que me escuchará.
—Bueno busca otra manera.
—¿Lo dices tan fácil?
—Pues talves lo es.
—No Jan —dije y le di un trago a mi copa.
—Para empezar deja de estar bebiendo. —dije y aleje la copa de él.
—Jan.
—Si Mario, si te emborrachas no vas a llegar a ningún lado, a Madison no le va a afectar en nada, mejor ve a su casa e intenta de nuevo hablar con élla no creo que pierdas nada con intentarlo.
—Pero...
—Hazme caso, si no funciona te ayudaré a buscar otra opción.
—Bien. —Dije rendido.
—Cambiando de tema, ¿quien es la chica? ¿de donde la sacaste?
—Se llama Felicia...
—Ya lo se, pero osea no que no necesitabas quien te ayudará a hacer la limpieza.
—Si, pero élla llego pidiendo empleó, es de bajos recursos ok, y no tiene familia solo a su hermano que es muy pequeño y bueno solo quiero ayudarla.
—Woow el Mario de casi 18 años esta empezando a ser un adulto.
—Jan, no.
—Bueno yo me voy, tengo que acompañar a Camila a hacer algo.
—Adiós me la saludas.
—Si, pero Mario estoy hablando encerio, deja de estar bebiendo e intenta de nuevo hablar con Madison.
—Si Jan.

Sali de casa de Mario y fuí con Cami, después de que terminemos de hacer lo de Cami, ire a hablar con Madison, claro si es que Mario no consigue nada.

Jan tenía razón tenía que intentar hablar de nuevo con Madison, me di una ducha me arreglé, baje tome mis llaves y mi billetera y subí al coche y maneje directo a casa de Madison.

Toda la mañana y la tarde estube tumbada en mi cama llorando, ni siquiera se de donde me salian tantas lágrimas. Alguién toco la puerta, por un momento pense que era Mario así que opte por no abrir, pero insistían mucho así que salí y era David mi vecino.

—David, ¿que se te ofrece?
—¿porque lloras? Tienes tus ojitos muy hinchados. —dije acariciando su mejilla con delicadeza.
—No, es nada. —Desde que llego aquí David, me pareció un chico muy lindo, un día le conté toda mi vida y se quedo en shock, es muy atento conmigo es en cierta manera mi mejor amigo pero casi no nos frecuentamos porque se la pasa de viaje por su trabajo, el es mayor que yo por tres años mas o menos.
—¿Segura?
—Si, pero díme ¿que se te ofrece?
—Es que dejaste tu coche mal estacionado y no puedo meter el mío, quería ver si podias moverlo.
—Oh si claro, vamos.
—Si.
—Permiteme tantito. —dije y entre por mis llaves, seguido de eso, bajamos al estacionamiento movi mi coche y David estaciono el suyo, nos pusimos a platicar y nos adentramos al jardín.

—Entónces ¿tu novio? ¿tiene otra novia y solo estába jugando contigo? —pregunto David.
—Si —dije intentando no llorar pero fue inevitable y David me abrazo.
—Tranquila preciosa.
—Es que ¿porque me hizo esto? — dije y me abrace de nuevo a David.
—No lo se muñeca. —nunca me a gustado ver llorar a Madison es una chica muy linda, se que casi no nos frecuentamos porque me la paso de viaje pero élla me importa mucho, la mire fijamente a los ojos mi mente y mi corazón me hicieron una mala jugada y senti un deseo enorme de besarla y lo hice pero élla no correspondio al besó y me empujó.
—¡Qué te pasa David! ¿Porqué hiciste eso?
—Perdón, no, no era mi...

—Llegué al fraccionamiento y se veía como un chico estaba tratando de tranquilizar a Madison con un abrazó talves sea un amigo, todas las personas que viven en él fraccionamiento la quieren mucho, baje del coche y camine asi a éllos y vi como el chico beso a Madison y élla lo empujó asi que me acerque mas de prisa—. ¡Que te pasa imbécil ¿porque besas a mi novia?! ¡y tu porque demonios dejás que te besé!.
—Me puse en medio de los dos—. ¡Tu cállate Mario eres el menos indicado para venir a reclamar algo! —dije enojada.
—Perdón Madison no fue mi intención...
—Uy si como no.
—¡Cállate Mario!.
—Enserio Madison discúlpame no se que me paso.
—Tranquilo David, no pasa nada, y tu Bautista será mejor que te vayas por donde veniste.
—Claro que no, ya me la aplicaste mucho hicimos toda una escenita fuera de la cafetería y no quisiste escucharme, tenemos que hablar ahora ya sea aquí o en tu departamento, necesito que me escuches quiero explicarte como esta todo.
—No, ya tengo muy claras las cosas y... No te quiero serca de mí.
—¿Y a este idiota sí? ¿dime te gusta él? Y si es así te dejo en paz.
—Oye...
—Interrumpí a David se que me voy a arrepentir pero no lo quiero serca—. Si me gusta.
—Sentí horrible escuchar eso, aunque había algo que me decía que solo lo dijo por impulsó, pero igual se me quebro la voz—. ¿Estás segura?
—Claro, yo me voy a mi departamento, David hablamos más tarde —dije y besé su mejilla no podía estar enojada con él se que el besó fue accidental no significó nada para ninguno—. Y Bautista ya no me busques vete con Mikaela, yo solo fuí tu juguete.
—dije y salí de allí.

No sabía que hacer, creo que empeoré todo, me quede inmóvil solo observé a Madison entrar al edificio. Decidí que lo mejor era ir a casa, ya había empeorado las cosas, así que me di la vuelta, alguién grito mi nombre y volteé, era él tal David, se acercó a mi.

—¿Que se te ofrece? —pregunte molesto.
—Oye tranquilo.
—Si, aja, no te quiero serca de Madison.
—Lo siento Mario pero Madison es mi mejor amiga no la voy a dejar sola.
—¿Qué es lo que quieres?
—Para poder hablar con Madison tienes que estár calmado y estár sobrio.
—Estoy sobrio.
—O a mi no me veras la cara, sera poco pero estas bajo el efecto del alcohol.
—Si, como sea lo mejor será retirarme solo le hago daño a Madison.
—Si en verdad la quieres y Madison mal interpreto todo deberías luchar por élla.
—Si, como sea élla no quiere saber nada de mí, lo mejor sera dejarla en paz.
—¿Seguro?
—No lo se, me voy. —subi al coche y salí de allí.

Estuve dando vueltas en el coche no quería regresar a mi casa, estuve casí toda la tarde en un parque después subí al coche sin intenciones de ir a algun lugar en específico, me paré en un bar y entre, me acerque a la barra y pedi dos tequilas dobles, después pedi la botella.

—Amor nos vemos mañana va.
—Claro, Jan te vas directo a tu casa, ya es tarde.
—Flaca a penas son las ocho.
—Pués eso ya es tarde para mi.
—Bueno solo voy a ver que paso con Mario, te digo que estaba tomando whisky cuando fuí a su casa, capaz y ya esta borracho.
—Si pero ¿whisky? Osea por lo menos hubiera agarrado un tequila para que le pegara mas fuerte —dije bromeando.
—Cami —dije mirándola fijamente.
—Estoy bromeando amor.
—Bueno me voy, pero quiero ver primero que entres a tu casa.
—De acuerdo. —le di un besó y entre a mi casa y por una ventana vi como subía a un taxi.

QUÉDATE A MÍ LADOWhere stories live. Discover now