CAPÍTULO 3

10 2 0
                                    

Hay un gran silencio en la habitación, nadie habla, hasta después de varios segundos, April rompe el silencio. 

- Mi madre y hermana, están muertas. - Mis ojos se abren como platos. - Y... mi padre, está en la cárcel, por eso me llevaron al Orfanato, estuve ahí 3 años, a los primeros meses, todos en ese lugar sabían quien era: una niña problemática, con todos me metía, por eso la señora Raquel, siempre estuvo buscando una familia para mi, pero sabia que no existe persona que quisiera adoptar a alguien como yo. -Veo en sus ojos grises lo triste y duro que ha sido esto para ella, es obvio que esta sola, en estos momentos no tiene a nadie, ¿Será que por eso me ayudo desde un principio? Tenia varias preguntas que hacerle, ¿Como murieron su hermana y su madre?¿Por qué su padre esta en la cárcel? Pero, no quería incomodar así que pregunte...

- ¿Cuando aquella señora... - Doy una pausa recordando el nombre que dijo. - ¡Raquel! Te llamó la noche del incendio, era por que ya tenía una familia para ti? -Ella voltea a mirarme sorprendida.

- Si... - Dice derrotada. Iba abrir la boca para hablar, pero ella lo hizo primero. - No acepté Greys, porque ya no estoy sola, ahora te tengo a ti. - No sabría describir lo que sentía en ese momento, estaba feliz, con lo que acaba de decir, lo dejo todo por mi. Una lágrima traviesa recorre por mi mejilla. 
- Greys. - Agarra mis hombros. - Cuando llegaste, te vi entrar al Orfanato, estabas domida, inofensiva, cuando te vi, recordé a mi hermana. - No pude mas y mis lágrimas salieron sin poder hacer nada para evitarlas. - Te llevaron a la habitación, aun seguías dormida, se veía que tenias sueño. - Sonríe. - Me quede ahí, todo el día, no podía dejarte sola, Greys... Hasta que llegó la hora de almuerzo. Te veo entrar con la Señorita Julieta, luego cuando esa bruja de Loren, llego a molestarte, me dio mucho rabia, desde ese momento me prometí protegerte, porque eso debí hacerlo con mi hermana, pero no lo hice. - Veo como aguanta las ganas de llorar. Que fuerte es. - Tengo que hacer esto Greys, por mi hermana, por ti, me recuerdas mucho a ella, son muy parecidas, lo siento. - La veo desaparecer por la puerta. Me quedo mirando por varios minutos la puerta por donde salió, mis emociones están revueltos, estoy muy triste por ella, pero a la vez feliz, porque esta niña es lo mejor que me han mandado mis padres desde el cielo. 
Ella tuvo una gran pérdida, prácticamente esta sola, como yo...
Por lo menos en esas diferencias físicas y emocionales, tenemos algo en común por muy doloroso que sea, hay algo que nos une.
La conozco muy poco, pero confío plenamente en ella, puede que sea ruda y en su rostro transmita frialdad, pero dentro de ella hay algo muy tierno que cada persona tenemos aunque no lo demostremos: sentimientos, ella es una gran persona, aunque sea una simple niña, es madura y sabe como sobrevivir en este mundo de maldad, algo que envidio, quisiera ser tan fuerte como ella y poder avanzar sin mis padres, algo que espero y lo pueda lograr, va ser difícil, pero no imposible, se que lo lograré, porque tengo a mi lado a una gran persona, mi amiga, April Valencia, la niña que estoy segura, no me dejará sola. Padres, se los prometo, buscaré la verdad y encontraré el culpable de su muerte. 

APRIL.
No podía, no puedo mostrar debilidad al mundo, tengo que verme fuerte, aunque no lo sea, tengo que demostrarle al idiota de mi padre que no seré débil y que puedo sobrevivir sin su sucio dinero, aunque ese hombre este en la cárcel, es tan poderoso como un presidente, como lo odio, por su arrogancia, mi hermana y madre, no están con migo. Una lágrima iba a salir pero logre evitarla, nunca mas llorare, ahora mas que nunca tengo que mantenerme firme por ella, por esa niña que me recuerda mucho a mi hermana, tan linda e inocente, tengo que ayudarla, tengo que hacerlo, tengo que salvarla, no dejaré que muera como mi hermana y mi madre, a ellas no las pude ayudar, pero a Greys... A ella si la voy a salvar.

- April. - Sofía, me saca de mis pensamientos. - No quiero incomodar ni nada, pero tu padre saldrá en muy pronto, ya no son 40 años, ahora solo son 7 años, le bajaron la pena por buen comportamiento. - No puedo creer lo que dice Sofía, ese imbécil, estara solo 7 años mas en la cárcel, debería quedarse toda su maldita vida encerrado, hasta que muera.
- ¿Por buen comportamiento? Que risa me da, ese maldito compro al juez. - Me arrecuesto a la pared. 

- Si, tal vez lo hizo, pero el volverá, April, volverá a tu vida. - Dice sentándose en el sofá.

- Puede que salga ese, pero a mi vida nunca regresará, no le voy a perdonar todo el daño que me ha hecho, eso jamás. - Le grito con mucha rabia para luego golpear la pared. 

- Calmate, fosforito. - Dice algo preocupada, mirando mi mano, para luego mirarme fijamente.
- Cambiando de tema, ¿Para que la has traído? - Pregunta, mirándose las uñas, era obvio de quien hablaba. 

- La voy ayudar a vengar la muerte de sus padres. - Digo sin vacilar. Ella deja lo que hace y me mira con mala cara.

- Si que estas loca, April Valencia, ¿Cómo creen que lo harán? Solo son unas niñas. - Dice algo molesta y preocupada a la vez. 

- Si, tienes razón, solo somos unas niñas, la razón mas importante por la cual la traje aquí... - Ella me interrumpe.

- No pensarás que yo, la voy a entrenar. - Dice negando con la cabeza. 

- Si, por favor, Sofía has sido amiga de mi madre durante mucho tiempo, hazlo por ella. - Le ruego.

- ¿Quién me asegura que esto es lo que quería tu madre? -Pregunta sacando un cigarro de su bolsillo, para luego prenderlo y absorver un poco.

- Nadie... - Miro el suelo para luego mirarla a los ojos. - Pero te aseguro que mi madre no quería que yo fuera una niña infeliz, ella quería lo mejor para mi. - Me detengo. - Y lo mejor para mi, lo mas importante que tengo ahora, es ella, digo señalando las escaleras.

- Esta bien, como te odio. - Dice tirando el cigarro para luego dirigirse a mi y cogerme por los hombros.

- Te ayudaré, pero con una condición. No dejarás de estudiar, tu madre si estuviera viva me mataría si no terminas la escula. - Dice muy sería.

- De acuerdo, Greys y yo vamos a la escuela el lunes, contenta. - Ella me da una sonrisa satisfecha.

- Si, yo iré a la escuela para puedan recibir a tu amiga. - Dice cogiendo su abrigo. - Me tengo que ir, no se vayan a ir a ningún lado, ¿Entendido? - Asiento con la cabeza para luego ver a Sofía, desaparecer por la puerta. 
Me siento en el sofá, no puedo volver a la habitación, tengo mucha vergüenza con Greys, no se porque carajos, pero me da vergüenza contar sobre mi pasado, ella es la primera persona a quien le cuento sobre mi vida, la verdad no la quiero ver por ahora, no quiero enfrentarla, no quiero saber que va a decirme sobre todo esto. Y como la vida me odia tanto... ahí estaba ella bajando las escaleras, carajos, ¿Que hago? ¿La enfrento o me voy? No puedo irme, huir es de cobardes, tenia que enfrentar mi triste realidad.
Ella se acerca a mi, iba a hablar, pero, ¿Me abraza? me quedo paralizada, no se que hacer, si contestarle el abrazo o alejarme de ella. Simplemente, mi cuerpo respondió aquel abrazo de amigas, hermanas, ella no dice nada, solo se queda ahí, abrazandome, es como si supiera lo que quiero, no se cuantos minutos duro ese abrazo, pero ella se aleja de mi, agarra mis hombros.

- Así como has estado para mi, yo siempre estaré para ti. - Sonríe.

ATRAPADA EN LAS SOMBRASWhere stories live. Discover now