Wolfram, Seamos Una Familia [TERMINADA]

CAP. 24 ¿SI O NO?

Cuando pierdes algo que amas por una estupidez que cometiste y la cual hubieras podido evitar, por un largo tiempo te sientes arrepentido y piensas en lo que pudiste haber hecho para que las cosas no terminaran así, más cuando se trata de una persona el arrepentimiento y el dolor es más grande, pero cuando la vida, el destino o lo que sea que esté a cargo de esas cosas te da una segunda oportunidad en definitiva no pensarás en desaprovecharla ¿No? En este momento eso era lo que el gran Maou de Shin Makoku estaba haciendo, tomando la oportunidad y aprovechando la al máximo solo había un problema el no pensaba en dejar pasar más tiempo, antes de que le intentarán arrebatar lo suyo se encargaría de amarrarlo a él de todas las maneras posibles, su plan era infalible.

Tenía una lista la cual no podía fallar la había hecho a sus 16 en la clase de cálculo, odiaba esa clase y en vez de prestar atención se puso hacer garabatos en su libreta y el plan perfecto para atar a su príncipe a su lado, y todavía se preguntaba por que había reprobado.

Los pasos a seguir eran:

1: pedirle a Wolfram que se case con él (de forma correcta).

2: casarse con él.

3: adoptar muchos hijos (en esos momentos aún no sabía que el rubio podía tener hijos, el muy inútil no tenía idea de la anatomía del príncipe, bueno si que la tenía pero solo el exterior, muy bien memorizada por cierto)

4: y último hacerlo muy feliz para que nunca lo abandonará.

Sus planes eran un asco y jamás le salían como quería, en el anterior los dos primeros los hizo al revés y en este se saltó dos pasos, pero bueno estaba conforme y no se podía quejar, en este momento sus metas principales eran llevar a cabo los dos primeros pasos pero tenía un pequeño problema y si no lo solucionaba sus planes se irían por el caño, solo esperaba que todo saliera bien y por fin poder casarse con su Honey.

– ¿Y si dice que no? ¿Que voy hacer?

– pues se corta la lengua para ya no escuchar su lloriqueos de nuevo, su majestad.

Y– aún podría lloriquear Gwendal solo no me escucharás hablar, no es como si mi boca fuera a desaparecer.

El tono de burla que usaba el azabache y la mirada eran unos que el general odiaba y lo irritaba hasta el punto de querer matarlo, pero por obvias razones no lo hacía y la principal era que su adorable hermano y sus sobrinos lo odiarian.

C– vamos ya cálmense los dos...su majestad no debería estar tan nervioso le dirá que si, vamos anímese.

Gunter suspiro, agradecía que Conrad estuviera ahí él no sabría que hacer cuando los dos de cabello oscuro se ponían en modo fiera, aparte obviamente de su prometido Conrad era el único que hacía que su majestad cambiará su atención a otra cosa, Wolfram no se encontraba en ese momento ahí momentos atrás lo estaba pero fue con Anissina y su madre a darle unas clases a la primera sobre los bebés y todo lo relacionado a ellos, la personalidad de Yuuri cambiaba drásticamente cuando su prometido estaba a su lado, podías decir que era el mismo chico amable, simpático e inocente de hace varios años atrás pero cuando el rubio no estaba esté volvía a ser el Maou serio de estos cinco años, solo tres personas sacaban ese lado de él y esos eran su amada familia.

Y– pero ¿Cómo estás tan seguro? ¿Acaso eres psíquico o que?

C– no pero...sabe que, mejor ya váyase tiene ya diez minutos haciéndose pato aquí, lo están esperando y ya va tarde, así que.

Lo paró de la silla y comenzó a empujarlo fuera del despacho.

Y– espera aún no estoy listo, no podría soportar su rechazo y si...