ꪑꪖᦔꪹꫀ ꪖᦔꪮꪶꫀకᨶꫀ᭢ᡶꫀ [ᵐʸᵍ]

C̶a̶p̶i̶t̶u̶l̶o̶: 04

🄽🄰🅁🅁🄰 🄹🄰🅉🄼🄸🄽

Bajamos del avión, según el anciano debe pasar de las seis no estaba al tanto de los horarios. Hay mucha gente en el aeropuerto más de lo que podría imaginar.

—¿Por qué precisamente hoy debía viajar tantas personas? —me queje.

A los segundos de ver a todos lados más a detalle, mi sub consiente hizo clip, sino mal recuerdo, precisamente por estos días viajaría Bangtan.

"Demasiada coincidencia si llegarán justo ahora "—pensé, apartando ese pensamiento de mi cabeza.

—No te quedes ahí —me dijo el anciano. —Avanza.

Tuve que seguir adelante, ignorando esa estúpida idea.Cuando menos lo esperaba ya estábamos en aquel lugar donde los protagonista o los villanos cruzan, y sus amigos o familiar lo esperan con un gran cartel diciendo alguna tontería motivadora, después de no a verlos visto desde hace años o días, pero esta vez es como los dramas. Donde habían famosos pintores, ídolos, ricos y poderosos, cámaras por doquier al igual que flash y muchas...¿chicas?¿Carteles?¿Morado?.

Me quede paralizada viendo a las chicas con su ArmyBom, paletas con imágenes graciosas de BTS.

—¿Y todas esas chicas? —oigo que dice el anciano a mi lado.

“Si, la misma pregunta me hago ”—mi mano busca mi celular. “¿Donde rayos lo puse? ”—busco en mi bolso de mano que por cierto tiembla.

De pronto mi hombro choco ¿con algo, o alguien?.

—Chuesong hanmina —oigo a un lado de mí.

Abro los párpados, girando cual búho hacia la voz, tanto así que me mareé. No logrando enfocan bien a la persona.

—¿Qué me dijo? —susurro.

Las cámaras de los celulares y cámaras supongo, se encendían empeorando la situación.

—Tks —chasqueo la lengua, no podía ver nada con esa luz, levanto mi brazo para cubrirme.

«BTS, BTS »—gritan finalmente.

—¿Que? —balbuceo, para luego comenzar a buscarlos sin importa me la luz que choca con mis ojos.—Suga —balbuceo ansiosa.

Busque entre los hombres con cubre bocas y gafas esos ojos rasgados hipnotizante, sin éxito.

—Jazmín. ¡Mira hacia allá, mira ahí está!.

El anciano me coge de los hombros, trayéndome otra vez a tierra firme, señala uno de ellos, pero específicamente en su dirección, mis ojos de asombro se cristalizan de al verlo: mi hermano.

Misteriosamente todo parece silencioso, se me olvidó lo que estaba buscando y todo a mi alrededor parecía ir en cámara lenta.

Al verlo ahí, parado entre toda la multitud de fanáticas con una bebita en sus brazos que lleva un lindo vestido color celeste y sus moñitos de chilindrina.

No pude evitar pensar en las cosas que me conto Cristel, cuando éramos niños. Escarbo en mis escasos recuerdos, nuestros ojos se encontraron el sonrió y tuve un corto recuerdo que provoco que mis emociones salieran a flote.

Aun que mi visión y un ligero dolor de cabeza querían arruinar el emotivo reencuentro; no se lo permití. Camine despacio hasta la dirección donde permanecía, unos sujetos extraños vestidos de negro se pusieron frente impidiéndome el paso, limpie rápidamente mis ojos y me mordí la lengua.