Another Cliched Story?

5

El amigo cliché.

—¿Ya se fue? —miró de reojo. —Bien. ¡Nos vemos! — Jimin los soltó y fue caminando solo hasta la cafetería.

—Eh.. Ah.. ¡Gracias! —gritó Taehyung.

—¡De nada! — saludó.

—Vaya... ¿Qué parte del cliché es ésta? —preguntó Yoongi.

—Supongo que... —pensó un poco — ¡Ya sé! Debe ser el chico que sabe cómo solucionar cosas, el amigo que te ayudará sin importar qué. Aquel secundario que siempre sonríe, a pesar de que la pasó o la pasa peor que todos los otros personajes. —miró a Yoongi — ¡Me equivoqué!  El amigo cliché no eras tú, sino él — tomó sus propias mejillas entre las manos.

—¡Hey! Soy un buen amigo.

—Pero no el cliché. —se cruzó de brazos — me hiciste un favor y te debo otro a cambio. A demás de que nunca estás sonriendo.

—Como sea, vamos a anotarte —bufó, dándole la espalda para comenzar a caminar. Mas Taehyung lo capturó, dándole un abrazo por lo hombros.

—Gracias por estar siempre ahí y defenderme, Yoonnie —susurró sinceramente. — Perdón por ser tan idiota.

Min suspiró —No pidas perdón por eso. Ya me acostumbré.

—Qué consuelo.

Palmeó su brazos para que lo soltara — Ahora sí vamos, ¿quieres?

Taehyung sonrió y tomó su mano, yendo hasta el aula del taller.

—🐤—

—Al fin llegas — habló Jungkook a Jimin, cuando se sentó a su lado. — La comida casi se te enfría. O el baño estaba ocupadisimo o fue la paja las larga que te has dado en la vida.

Jimin le dio un golpe al hombro, ganándose un quejido de su parte. —Tonto~ sólo estaba siendo buena persona —apretó la mejilla del pelinegro. — ¿No te dije que hay que ayudar al prójimo?

—Sí, pero eso no significa que debas darle información sobre mí. —volvió a quejarse — Mucho menos sólo porque el chico "te pareció lindo y divertido." — imitó la voz del pelirosa.

—Ya, Jungkookie. —lo abrazó. — Nadie te va a acosar más de lo debido mientras yo esté aquí.

—Qué consuelo. No sabía que había grados permitidos para el acoso.

—¡Claro que los hay! —se alejó — Depende mucho de si el chico es guapo o no —sonrió. — Y éste en verdad lo es, es una pena, pobresito de él, no sabe que tú-

— Ya...

—Pero, claro, para algo estoy yo. Para ayudar y-

—No quiero saber qué cosas pasan por tu mente perversa en este momento.

—Uissh. Si supieras...