La historia del alfa de alfas y del joven vampiro continua.
Han pasado 17 años desde los sucesos que marcaron la vida de Alan y Nicklaus. Aunque tuvieron que pasar por muchos obstáculos para estar juntos al fin lo consiguieron y aunque en ocasiones...
El fin de semana había terminado y el lunes había llegado.
Hoy había sido un día de clases como cualquier otro, las horas pasaban entre bromas de parte de los chicos e incluso algunos regaños a Taylor por hablar demasiado en clases, como de costumbre.
Hoy era un día muy importante para mí, Ian y yo tendríamos nuestra segunda cita y estaba más que feliz. Aun recordaba nuestra primera cita como si de ayer se tratase. Ese había sido uno de los momentos más importantes y felices que he tenido y siempre lo atesorare. Hoy como nunca deseaba que las clases terminaran.
Las últimas dos horas de clases llegaron a su fin y mi calvario termino. Tomamos nuestras cosas y nos dirigimos hasta la puerta, pero la voz de la maestra nos hizo parar y girarnos.
Ileana: Wyatt...LLAMO Y SE ACERCO A MI, CON UNA CARPETA EN SUS MANOS. Puedes ir a la dirección y entregar estos documentos por mí. ME MOSTRO LOS PAPELES. Tengo un problema muy importante que resolver. EXPLICO CON PREOCUPACION.
Wyatt: Claro. SONREI Y TOME LOS DOCUMENTOS.
Ileana: Te lo agradezco. A PASO RAPIDO SE DIRIGIO A SU ESCRITORIO, TOMO SU BOLSO Y SALIO DEL SALON, NO SIN ANTES DEDICARNOS UNA PEQUEÑA SONRISA.
Violet: Pobre chica...EXLAMO SIN DESPEGAR SU MIRADA DE LA PUERTA POR LA QUE HACE ALGUNOS SEGUNDOS SALIO ILEANA.
Ian: ¿Quieres que te acompañe? PREGUNTO Y NEGUE CON LA CABEZA.
Wyatt: No hace falta, nos veremos en el estacionamiento. FUE LO ULTIMO QUE DIJE ANTES DE SALIR.
Baje las escaleras e ingrese al pasillo que me llevaría a la dirección. Mire mi reloj y apresure mi paso, aparte de mi cita con Ian, también tendría una video llamada con mis padres como suelo hacerlo desde que vivió aquí.
Espero que las vacaciones lleguen pronto y poder estar con mi familia. Aunque extrañare a todos, sobre todo a Ian. Me resultara difícil estar sin él.
Estaba tan concentrado en mis pensamientos que no me había percatado de la presencia de alguien frente a mí y termine chocando con esa persona y con los documentos regados por todos lados.
Wyatt: Disculpa no fue mi...PEDI AVERGONZADO, MIS PALABRAS SE VIERON CORTADAS AL VER EL ROSTRO DE LA PERSONA CON LA QUE HABIA CHOQUE.
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Un chico...
Un chico de al parecer mi misma edad, piel pálida, labios finos y delgados, su rostro era tan gélido y frio como un tempano de hielo, sin emoción alguna, cabello de un extraño color plateado, un color que nunca había visto y que me asombro, pero lo que más me confundió y estremecido, fueron sus ojos, tan azules como el mar, de unos azules que jamás he visto, sus ojos me hipnotizaban, eran tan hermosos, tan vivos pero a las vez sin vida, reflejaban tristeza y dolor.
