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Corro lo más rápido que mis piernas me lo permiten para subir las escaleras.

—¡Me lleva la..!—escucho a Jimin maldecir cuando estoy a punto de llegar a su cuarto.

—¡JIMIN! ¿ESTÁS BIEN?— grito al llegar a su cuarto.

Está limpiando algo en sus sabanas y cuando me voltea a ver, me asesina con los ojos.

—¿¡Cómo se te ocurre dejar el trasto con agua en la cama e irte como si nada!?

Me quedo sin palabras y de repente me da un ataque de risa que no puedo controlar.

—¿Qué carajo es tan gracioso?—pregunta, aún molesto.

—Nada, nada. Lo siento, me olvide.

Me acerco a su cama y lo ayudo un poco, como puedo, a limpiar las sabanas.

—Sientate en el sillón, cambiaré las sabanas—le digo.

Se levanta despacio, como si le costara mover su cuerpo, y hace lo que le dije.

Desde el sillón observa cada uno de mis movimientos.

Cuando ya he terminado de arreglar su cama me acerco a él con una sonrisa y me siento a su lado, acercando su cuerpo un poco a mí.

—Yoongi... pensé que no volverías hasta mañana—dice en voz baja.

Ambos estamos viendo hacia la nada y por alguna razón siento que todo esto es incómodo.

—Soy tu niñera, no puedo irme—respondo con burla, para que ría un poco.

—Idiota—responde con simpleza y sonríe.

El silencio que se forma es tan incómodo y tan tenso que me da miedo decir algo incorrecto. Y esto nunca me pasa con Jimin.

—Termine la apuesta.

Bad boyfriend •YM•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora