Craig

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Nunca me ha gustado estar en multitudes, siempre he soportado hacerlo por mi hermana, pero ella no estaba aquí ahora, ni Stripe y mi mejor amigo, Clyde, se encontraba en algún lugar del salón revisando que cada parte de su plan estuviese en orden, Token, por su lado, seguramente se ocultaba, ahora debía de ser un blanco para los Tweak. La idea era hacer que en cuanto Tweek entrase por esas puertas, charlara un poco y el baile diera inicio, Clyde activaría sus bombas de fiesta provocando caos, yo aprovecharía ese momento para escapar con Tweek, y cuando el orden volviera él distraería a la directora. Todo estaba elaborado, y sin probabilidades de falla, hasta eso Clyde es muy inteligente cuando quiere, pero aun así no podía evitar sentirme inseguro.

Estaba nervioso, el plan de Clyde era peligroso y podía hacer que a ambos nos expulsaran, pero, es la mejor carta que teníamos a nuestro favor. Joder, estoy tan nervioso que no pude ni anudarme la corbata, en eso la puerta del gran salón se abre dejando ver al culpable de que mi corazón quiera saltar de mi pecho. En ese momento el consejo estudiantil entro en escena, la directora no los acompañaba en esta ocasión, eso provocó varios murmullos en el salón que enseguida Tweek silencio con un movimiento de mano y una elegante sonrisa. Lleva los mismos guantes que los de esta mañana, pero ahora usa el anillo con el escudo de su familia en su dedo anular.

Lleva el pelo ligeramente largo y peinado hacia atrás, parece un mafioso de alguna película en blanco y negro, o el mismísimo conde Drácula - aunque su cabello es de un color más claro - su rostro detallado mostrando el perfil de Apolo, labios carnosos y delineados, nariz ligeramente respingada, pómulos suaves cubiertos de peca a más no poder, mentón firme y definido, oscuras cejas que contrastaban con su cabello, largas pestañas negras que daban más color a sus ojos y piel pálida, incluso las oscuras ojeras debajo de sus diamantes se veían elegantes, joder todo en ese cabrón es malditamente hermoso y elegante. Bien, Clyde, estoy listo.

*Pov. Tweek*

En cuanto entré al salón de baile todo el mundo me aplaudió, odiaba ese sonido que sólo lograba agobiarme en lugar de elogiarme. Hice un pequeño gesto con la mano en gratitud bajando las escaleras acompañado de Wendy y el consejo estudiantil, alertas de cualquier posible peligro a mi persona y a los alumnos de ambas instituciones. Estoy harto.

- Tweek - masculla mi amiga jalándome del brazo y señalando con el dedo hacia un punto apartado del gran salón, cosa anormal en ella pues siempre ha sido de modales impecables. - ¿ya viste? Tucker no ha parado de observarte durante toda la jornada de clases.

- Lo noté. - eso me hacia sentir feliz. - Es una personita extraña.

- Y ahora viene al baile por primera vez, a seguir mirándote.

- ¿Qué dices?

- No se ha movido de ahí desde que llegamos, no ha apartado su vista de ti. Ten cuidado, Tweek, ya que eres su compañero de cuarto. Incluso vino sin estar acompañado de tu amigo y de su tutora. - es verdad, era raro no ver a Craig babear el suelo en donde pasaba la hechicera Red, su "Diosa" y tutora, guardiana del bastón de Merlín.

- Posiblemente este conjurando un hechizo ahora mismo en tu contra.

- ¿Craig? - sonreí con sarcasmo. - lo dudo, su idiotez no es tanta.

- Nunca se sabe, Tweek. - apuntó a mis manos haciendo una mueca de desaprobación, sólo el consejo estudiantil y Craig conocen mi secreto, saben de mi secuestro y de las marcas en mis manos.

- Escucha a Wendy. Ellos atacaron tus manos para limitar tus poderes. Es un alivio que escaparas antes de que le hicieran lo mismo a tu voz. - Agregó Kyle besando mi mano con delicadeza descansándola sobre la suya. - ¿Aun no puedes hacer magia sin tu varita?

Blue EyesWhere stories live. Discover now