Capitulo Sesenta Tres.

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Karol

Me sentía muy ofendida.

Igual estaba molesta tambien porque ya tenía la idea en mi cabeza de que nuestra hija iba a tener el nombre que yo elegí con su aprobación, a pesar de que el nombre que le había puesto es muy bonito no podía evitar sentirme así porque ni si quiera se molesto en consultarme.

Estaba decidida a hablar sobre aquello con él, aprovechando que mi madre estaba aqui le deje a Valería en brazos y con toda la calma del mundo le pedí a Ruggero que pasáramos a la habitación hablar con tranquilidad.

-¡Le pusiste otro nombre a mi hija! -grito tomando uno de los zapatos que estaban tirados en el piso estorbando para lanzárselo.

Bien, mis emociones están muy intensas últimamente no me pueden culpar.

-Amore, debes admitirlo el nombre estaba algo raro. -dice esquivando el zapato.

-¡¿Y?! Era único y muy original. -extiendo mis brazos a mi costados exaltada-. Hasta me dijiste que era hermoso, ¡mentiroso!

Lleva sus manos a su cabeza halando un poco de su cabello buscando la repuesta, me cruzo de brazos sin dejar de darle una mirada de desaprobación, quizás éste pensando en mandarme devuelta a casa de mi mamá pero antes planeo ahorcarlo si lo intenta.

-Nuestra hija en un futuro me va agradecer por haberme arriegado a cambiarle el nombre.

Abro mi boca totalmente ofendida y tomo el otro zapato lanzandoselo. Una vez más lo esquíva y para completar choca contra el espejo a sus espaldas, solo escucho el sonido del cristal agrietándose.

El cierra sus ojos con fuerza y gira a verlo, vuelve a mirarme sin ninguna expresión y bufa:-. Genial, rompiste el cristal y ahora tendremos que cambiarlo.

-¡No me cambies el tema!

-¡Rompiste el espejo!

-¡Le pusiste Valería cuando se suponía que se iba a llamar Kaia! ¡Hasta le había mandado a personalizar algunas cosas y un cosito para la puerta! -chillo dando unos pasos hacia delante provocando que él retroceda con cautela.

-Bien escucha, lo admito debí decirte que le iba a poner otro nombre. -levanta sus manos con cautela-. Pero debes de admitir que Valería es un nombre hermoso y además representa mucho a nuestra piccola porque es muy fuerte y valiente, ¿no es así?

Dejo de estar a la defensiva y me relajo un poco moviendo mi cabeza con afirmación finalmente. Él castaño al verme fuera de estado de ataque deja de estar tenso y suspira.

-¿No me ocultas otro cambio más? -pregunto directamente.

-No. -niega con rapidez-. Absolutamente nada.

-Bien. -digo con indiferencia. Tocan la puerta de la habitación.

Ruggero va y la abre, mi madre entra con la pequeña en brazos mirando la habitación con disimulo. Pasa la mirada de mi novio a mi con cautela y pregunta:-. ¿Todo bien?

-Si, solo hablábamos. -dice despreocupado tratando de evitar que ella siga viendo el espejo roto. Ambos sonreímos como si nada hubiera pasado.

-Eh... Bien en ese caso. -musita pasándome a mi bebé-. Yo debo de irme, debo de ir a resolver algunas cosas de la academia.

-Oh, quizás vaya mañana a verla. -le informó-. Quisiera ver como quedo.

Ella asiente y luego se despide de nosotros antes de salir de la habitación, Ruggero y yo quisiéramos seguir lanzándonos miradas de reproche pero aquello queda para otra ocasión cuando la bebé empieza a llorar y debemos hacernos cargo de ella.

Almas Pérdidas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora