Sin ella...

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Kakashi:

Ya había pasado una semana y ella no volvía, estos días se me hicieron eternos, contadas son las horas que pude dormir con los dedos de una mano, yo sabía que volvería puesto que Sarada estaba aquí, hablé con Naruto un día después de la partida de Sakura, me sentí culpable, si no hubiera salido a expresar mis celos como un  adolescente estúpido tal vez no se habría ido... Si no hubiese cedido a dejarme llevar por Anko... Ella estaría aquí... Por qué?! Por qué use ese Estúpido disfraz?!...
No... Ya no debo pensar en eso... Debo ir a buscarla! Ya no hay tiempo que perder!

Mandé un comunicado a la aldea de la Arena, lo lógico era qué ella se encontrara ahí por su amistad con el Kazekage y su hermano.
Acaba de llegar la respuesta, nada! No estaba ahí! En qué otro lugar podría estar?!
Me cubrí el rostro con mis manos y lo tallé un poco, tocaron la puerta de la oficina, - pase!- contesté, era Shikamaru, entró y me vió sumergido en mis pensamientos...

- sé que no debería meterme en los asuntos de los demás pero... Agh! Al diablo! Te noté mal hace unos días, hablé con Naruto y el solo me dijo que se debía a Sakura, después me enteré de el comunicado que enviaste y me tomé la libertad de enviar un comunicado igual a las demás aldeas para descubrir el paradero de Sakura...

- y? Llegó la respuesta?! - dijo desesperado, como si Shikamaru fuera su salvador.

- en 4 días debemos partir a la reunión de los Kages que será en nada más y nada menos que  en la Aldea oculta entre la Niebla...

- eso a mi no me importa Shikamaru! Diste con el paradero de Sakura o no?!

Shikamaru giró sus ojos en señal de desesperación..

- Que fastidio!... Yo que tú me buscaría mis mejores galas para su estadía en la Niebla, estoy seguro de que a Sakura le facinará- dijo esto último con una sonrisa de lado y guiñando su ojo derecho.

Kakashi por fin había comprendido, sintió un alivio de que no estuviera en la arena cerca de Kankuro, esa cercanía no le gustaba para nada, pero también se preguntaba por qué Sakura decidiría ir a la Niebla, no tenía sentido, ella no conocía a nadie de allá... Pero realmente le agradó la idea de que después de esos largos días al fin la vería y tal vez, con suerte, la traería consigo.

- así que... La Niebla eh Sakura?...

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Un nuevo día comenzaba en la Niebla, Sakura despertó muy descansada y tranquila, se levantó de la cama, se colocó una bata de dormir y se aproximó hacia la ventana, la abrió y observó un poco hacia la calle y notó que a lo lejos se aproximaba su caballeroso pretendiente, ella sonrió y volvió a cerrar la ventana, en todos esos días, gracias a Chōjūro, no había pensado ni una sola vez en Kakashi, el acaparaba todo su día y a ella no le incomodaba para nada, salvo en las noches que ocasionalmente le venían algunos recuerdos sobre aquella vez que se dejó llevar por la pasión con Sukea, ella lloraba al recordarlo, ya que después de ese bello recuerdo, le llegaba la realidad de aquel hecho con Anko...
Escuchó el timbre de su pequeño departamento, se apresuró a abrir y ahi estaba, un apuesto muchacho de cabello azul claro con una rosa en su mano...
Ella aún usaba la bata para dormir y sintió pena, el le sonrió...

Ch: te traje este obsequio. - le dijo con un sonrojo notable.

Sakura tomó la hermosa flor, la olfateó un poco y con una sonrisa invitó a pasar a aquel hombre.

- pasa, siéntete en casa- dijo un poco avergonzada.

Chōjūrō asintió y con algo de timidez se atrevió a entrar, se sentó en un pequeño sofá de la sala de Sakura.

S: podrías esperar a que me dé un baño? Será rápido, lo prometo.

Ch: si.. aquí te espero - dijo muy tranquilo.

Sakura se apresuró a tomar el baño, el agua que caía sobre su cuerpo era tan relajante... Caliente, como a ella le gustaba, comenzó a lavar su cabello  y seguido de esto tomó la barra de jabón para lavar su cuerpo, sin embargo, este resbaló de sus manos, se inclinó a tomarlo pero el jabón que bajaba por su rostro le impidió ver más, dió un paso en falso y para su mala suerte, pisó la barra de jabón ocasionando que esta cayera sin mas remedio, un golpe fuerte sonó seguido de un grito, Chōjūrō se levantó de inmediato de su lugar mostrando angustia.

Ch: Sakura-chan estas bien?!- habló desesperado, pero no recibió respuesta.

Se acercó a la puerta de el baño..

- Sakura-chan?!

S: aahh!! Ayúdame por favor!! - dijo entre quejidos.

Sin pensarlo, el peliazul tomó una toalla y me metió al baño, corrió las cortinas y vió ahi a una Sakura muy adolorida y totalmente desnuda ante sus ojos, se sonrojo un poco e intentó ver hacia otro lado, su corazón comenzó a latir fuerte y se sintió nervioso, pero no podía dejar así a Sakura, debía ayudarla, trató de concentrarse en lo que debía hacer y con delicadeza ayudó a Sakura a ponerse de píe, pero ella no podía hacerlo, se había torcido el tobillo, él la tomó entre sus brazos y la alzó, la llevó hasta su cama y la recostó, notó que la toalla se había caído unos metros atrás, la pelirrosa se cubrió rápidamente con su cobija y él no hizo mas que ponerse aun mas rojo y nervioso.

Ch: yo.. disculpa! Yo... No fue mi intención tirar la toalla.. discúlpame... - balbuceaba.

Sakura lo tomó por el brazo y lo jaló un poco hacia ella para que se sentara en la cama.

S: descuida, fue un accidente, lo entiendo- le sonreía - gracias por ayudarme- dijo acariciando el rostro del peliazul.

Esta acción logró que los nervios del chico se calmaran un poco pero sus latidos comenzaban a acelerarse aún más, le dedicó una sonrisa a la joven que que se encontraba frente a ella, tomo su mano y la besó tiernamente, - me asustaste Sakura.. - dijo ya mas tranquilo, ella no dejaba de acariciar si rostro, aquel hombre comenzaba a gustarle, realmente la estaba conquistando, se acomodó un poco en la cama para quedar sentada frente a él, le tomó la mano y le sonreía, mientras que con la otra mano sostenía la sabana que la cubría sobre su pecho, Chōjūrō la veía fijamente y sin querer, casi por instinto o deseo, comenzó a acercarse a ella y ella al notar la acción de su acompañante también se acercó, ambos se encontraban a escasos centímetros de distancia cuando, al mismo tiempo, se veían a los ojos y sin mas ni más unieron sus labios en un lento y tierno beso mientras sus manos se unían entrelazando sus dedos lo cual provocó que la sabana que cubría los pechos de Sakura descendiera mostrando su desnudez, Chōjūrō tomó su rostro con ambas manos, manteniendo los ojos cerrados y dejando salir un suspiro, la pelirrosa lo abrazó por el cuello también dejando salir un suspiro también, las manos del peliazul pasaron por sus hombros y la recorrieron hasta llegar a su cintura, ella comenzó a recorrer los costados de su torso con sus delicados dedo hasta llegar a su cadera, tomó las orillas de su camisa y empezó a quitársela, él cedió, quitó lo que le estorbaba de su rostro y se alejó un poco para admirar a Sakura, la divisó de arriba a abajo, - Que hermosa eres- dijo con un toque de ternura, se abrazaron y se dedicaron unos segundos a sentir su calor, él recorrió con su nariz el cuello de Sakura y le empezó a dar delicados besos que hacían que una corriente eléctrica pasara por todo el cuerpo de la Kunoichi, dió un suspiro profundo, ya no resistía, él ninja poco a poco retiró la sabana de su cuerpo, se acomodó sobre ella entre sus piernas y con sus dedos recorrió los muslos de la pelirrosa, desde la rodilla hasta su glúteo mientras comenzaba a besarla mas apasionadamente, ella acariciaba la espalda de aquel hombre deseando pegarse más a él, Chōjūrō condujo su mano hasta uno de los senos de Sakura, mientras que con el otro brazo rodeaba su cintura, jadeos comenzaban a salir de la boca de la Kunoichi cuando el peliazul recorría con su lengua su otro pecho, lo hacía de tal forma que se sentía tierno y exitante al mismo tiempo...
El ninja se separó un poco quedando de rodillas frente a Sakura, desabrochó sus pantalones y los bajó sutilmente mostrándole su evidente exitacion a la pelirrosa, se recostó de nuevo sobre ella, la observó un poco mientras lamía sus dedos índice y medio y los bajaba lentamente hacia la vagina de Sakura formando unos pequeños círculos sobre su clítoris, ella no dejaba de jadear mientras mordía su labio inferior, él comenzó a simular una penetración con sus dedos mientras mordía su cuello dejando unas pequeñas marcas en el, sintió como su vagina se contraía un poco, había llegado a su límite, estaba lista para comenzar...

Mis Sentimientos Hacia Ti (Kakasaku)Where stories live. Discover now