Capítulo 10

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Narrador [Castiel]

Estaba estacionado el auto de mi padre en la cochera de mi casa.
Las luces estaban encendidas, eso significaba que mis padres seguían despiertos. Ellos sabían que fui a cenar con Nathaniel, pero no saben que lo traje para decirle a mi madre que vamos a ser padres y ellos abuelos.
Sali de mi auto y fui casi corriendo hasta la puerta del copiloto donde Nathaniel estaba esperando que la abriera para el bajarse, tan exigente como siempre.
Ambos ya estábamos es la entrada, abrí la puerta y entramos. Mi padre estaba bajando las escaleras, así que nos vio y fue hacia nosotros con una gran sonrisa.

- ¡Nathaniel! Que gusto verte hijo -dijo mi padre amablemente- ¿Sabes? Me decepcionante cuando terminaste con Castiel y no le diste una palisa, como él se la merece -bromeó mi padre.

- Lo sé, yo también estoy decepcionado de mi -Nathaniel respondió a la broma.

- ¿Por qué, en vez de decirle a mi novio que me rompa la cara, mejor no nos dices donde está mamá? -dije de manera sería y finjiendo un poco de enojo- queremos hablar con ella -

- Vayan a la sala, yo iré por ella, esta en nuestra habitación -dijo mi padre para después subir las escaleras.

- Ven, vamos -tome la mano de Nathaniel y fuimos a la sala, nos sentamos en uno de los sillones.

- Ya me estoy poniendo nerviosos -admitió Nathaniel.

- No tienes razones, mi madre te ama más a ti que a mi -dije yo tratando de relajarlo.

- Eso era antes... -dijo Nath- ahora que va a pensar de mi... -

- Va a pensar que eres la persona más importante por llevar dentro a su nieto -debo de admitir que yo tambien estoy nervioso, pero debo aparentar estar relajado para poder tranquilizar a Nathaniel.

- Si tu lo dices... -Menciono el algo apenado.

- ¡Nath! -mi madre casi nos deja sordos por el fuerte grito, ni siquiera la vi bien, ella sólo se lanzó a Nathaniel para abrazarlo, cuando vi esto yo la detuve antes de que llegara a Nathaniel, era muy brusca, podría hacerle algo al bebé.

- Madre, tranquila... -dije mientras la detenía por los hombros.

- Hola Nathaniel, cuanto te extrañe, mi rubio favorito -mi madre se safo de mi agarre y fue a abrazar a Nath, esta vez con más delicadeza- mirate, estas más gordo, ¿la roptura con Cassy te dio tanta tristeza que dejaste de cuidar tu alimentación? -comento mi madre tan delicada y oportuna como siempre...

- Hay cariño... -menciono mi padre algo apenado y con una sonrisa en los labios, que su esposa fuera tan inoportuna le causó algo de gracia.

- Mamá... -dije mientras tomaba la mano de Nathaniel- el tiene ese barriga porque estamos esperando en bebé... ¡Van a ser abuelos...! -

Mi madre guardo silencio durante unos segundos, eso me preocupo, mi padre sólo sonreía, puesto que el ya sabía la noticia. Me puse nervioso, fueron los segundos más largos de mi vida, mi madre no decía nada y en su cara no había ningún gesto ni señal fe alguna emoción, pero derrepente una gran sonrisa se dibujo en su rostro.

- ¡Aah! ¡¿Es enserio?! ¡Oh por dios! estoy tan contenta por ustedes -dijo mi madre mientras nos abrazaba a los dos- ¡¿Por qué no me habías dicho Cassy?! -dijo con aparente enojó mientras me golpeaba el hombro- Oh Nathaniel, muchas felicidades, ahora quiero que me cuentes ¡todo! -dijo mi madre alegre.
Pasamos buen rato conversando los cuatro, la plática era muy agradable y divertida. Se hizo tarde haci que mis padres subieron a su habitación a dormir, nosotros nos quedamos platicando.

Nuestro, Tuyo y mío | Castiel×Nathaniel |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora