Capítulo 66

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A Ada la conocí los primeros días de universidad, siempre supe que le gustaba ser el centro de atención, era bonita y no le costaba trabajo ganarse la mirada de todos, no importaba si la manera era la indicada o no

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A Ada la conocí los primeros días de universidad, siempre supe que le gustaba ser el centro de atención, era bonita y no le costaba trabajo ganarse la mirada de todos, no importaba si la manera era la indicada o no.

Era voluntariosa, le gustaba tener la razón y odiaba que las cosas no salieran como ella deseaba.

Nunca me metí con ella, no era mi intención andar buscando problemas y a decir verdad, mis objetivos tanto académicos como sociales eran distintos a los de ella.

Sabía que yo no le agradaba, pero no era porque le hubiera hecho algo directamente, al menos no yo.

Apenas entramos a clases, Ada le echó el ojo a Nick, quería que se fijara en ella, y la oportunidad perfecta se dio en una fiesta que auspició la universidad para darle la bienvenida a los nuevos estudiantes.

Todos lo estaban pasando bien, algunos bailaban, otros conversaban, unos llegaron y no se vieron más, otros figuraron y se mandaron escenas inolvidables que incluso llegaron a internet.  Cada estudiante tenía un nivel distinto de lucidez, yo estaba por lo más alto, un poco antes de quedar tirada en el suelo, pero lo suficientemente embriagada como para hacer cosas de las que preferiría no recordar.

Ada había logrado traspasar las barreras, conversó casi toda la noche con su objetivo, pero bastó solo un instante para que Fran entrara en escena. 

Nick se puso a bailar con ella, y acabaron besándose en medio de la pista.

Sí, ahora son mejores amigos. 

Fran dice que los besos no matan la amistad, y eso fue calentura de una noche, que no llegó a nada más.  Últimamente he estado pensando que Hedoné se anduvo dando una vuelta por esa fiesta.

Ada nunca lo perdonó, ni siquiera cuando por fin logró su cometido.  Siempre nos vio como enemigas, nosotras integrábamos la zona de peligro, y podía entender su postura, sobre todo ahora, que había madurado y comprendía mejor la lógica bajo la cual se guiaban las relaciones sentimentales. 

A Fran nunca le importó demasiado, y lo que pasó finalmente se quedó en el baúl de los recuerdos para ambos.  Y a decir verdad, esa era la parte de las relaciones humanas que todavía me costaba trabajo comprender.

Con el tiempo el recelo se transformó en odio mutuo, que trascendió la simple bilateralidad Fran-Ada, sino que nos alcanzó a todas las demás.

Quizás con esfuerzo pudimos haber mantenido un trato bajo los estándares mínimos de cordialidad, o tal vez solo la indiferencia necesaria para coexistir, considerando que ella no quería dejar a su novio y nosotros no íbamos a alejarnos de nuestro amigo, pero no fue así, sino que se esforzó día a día en demostrarnos el rencor que le provocábamos.

Y ahora que se encontraba atada a Eros, tenía un arma infalible para hacerme la vida miserable. Sin mencionar que, seguramente para ella tampoco era muy agradable tener que ver todos los días a su ex haciéndole caricias a otra chica, lo que la volvía aún más insoportable.

Cupido Otra Vez [#2] Where stories live. Discover now