Euphoria ✧ II

25.9K 3.1K 4.8K
                                    

Estoy camino a mi casa, cuando me detengo de golpe al ver a un Jimin sentado en las escaleras de mi pórtico, con la cabeza entre las manos y haciendo un pequeño mohín. Le miró sorprendido, estando a metros de distancia y entonces él me mira y sonríe.

—Joder, ¿cambiaron la cerradura? Porque la copia de mis llaves no funciona —dijo alzando las llaves a la altura de su rostro, mirándome con una ceja levantada.

Yo no respondí, sólo corrí a abrazarlo al mismo tiempo que él se levantó. No lo había visto en cuánto... ¿dos meses? Mierda, los estudios nos habían tenido bien ocupados a ambos, casi ni teníamos tiempo de hablar por mensaje.

—Te he echado mucho de menos... —me dijo intensificando el abrazo.

—Yo también —le respondí, escondiendo mi nariz en su cuello y aspirando inconscientemente su aroma. Jimin siempre olía bien, su colonia era deliciosa, siempre me declaré adicto a él. Si a él como persona, no al aroma.

Finalmente y para mi desgracia nos separamos.

—Entonces, ¿cambiaron la cerradura? —volvió a preguntar— Porque tenía planeado sorprenderte adentro, pero no pude —hizo un puchero.

Le miré con una sonrisa, recorriendo con mis ojos todo su rostro.

—Sí, si prestas atención la puerta es distinta, idiota —me burlé.

Jimin frunció el ceño y miró la puerta, después me miró sorprendido.

—¿Qué? ¡¿Cómo querías que lo notara si no he venido en meses, estúpido?!

—Oh, porfavor —rodeé mis ojos— Si conoces esta casa desde hace más de seis años. ¡Hasta tenías las llaves!

—Exactamente por eso ahora me conseguiré una nueva copia, con permiso —sin darme cuenta me arrebató mis llaves y con toda la confianza del mundo se dió media vuelta y abrió la puerta.

Prácticamente yo vivía solo, ya que mi mamá nunca estaba. Trabajaba todo el día y salía de fiesta después, a veces no volvía en todo un fin de semana. ¿Ya les dije que era la peor madre? Ni siquiera le intereso ni un poco, sólo se preocupa por ella misma.

En fin. Jimin entró a la casa y comenzó a subir rápidamente las escaleras.

—Necesito tu ayuda —me dijo mientras yo le seguía.

—¿En qué? —pregunté, extrañado.

Él me miró con una sonrisa traviesa y yo inmediatamente hice mala cara al entenderlo.

—Ahg, Hyeni... —solté con desagrado.

—Sí que sí —levantó sus cejas con sugerencia antes de continuar subiendo.

Yo sólo opté por rodar mis ojos y soltar un bufido.

Vale, lo explico. Hyeni era una chica que Jimin conoció por Internet, en una aplicación de parejas que se descargó para bromear. Hasta que quedó embobado por una chica que vió y que casualmente vivía en la misma ciudad que nosotros y además era preciosa, eso no lo iba negar. Soy gay pero tampoco quiere decir que no aprecie una cara bonita cuando la veo. Y ahg, a partir de ese momento sólo pasa hablando con ella. Nunca se han visto en persona, sólo se mensajean y mandan fotos. Jimin siempre me enseña fotos de ella, de sus pechos y trasero preguntándome mi opinión. Y ahg, es desangrable. Creo que olvidé mencionar el pequeño detalle de que Jimin no sabe que soy gay, no le he dicho porque... no sé, no me siento listo aún para hacerlo. Pero bueno, yo ya le dejé en claro que ella a mi me gusta. Y él sabe que me molesta que hable últimamente más con ella que conmigo o que ignore mis mensajes por atender los de ella y ahg.

Euphoria ✧ kookminWhere stories live. Discover now