"Aquella que lleva el nombre de Genryuusai"

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Capítulo 15

Al abrir y entrar, noto como estaba oscuro, por lo que pensó que todos estaban durmiendo. Subió al segundo piso para buscar en el cuarto que usaban los padres del castaño, sin encontrarlos. Aun en contra de sus principios, reviso su guarda ropa y tocador, viendo como estaban vacíos. Rápidamente salió del cuarto para ir a su habitación, donde encontró en su cama maletas, que al abrirlas vio que eran el resto de sus cosas que no había recogido. Finalmente estaba frente a la puerta de la habitación del castaño, con duda toco la puerta

TOC TOC TOC

Al no recibir respuesta, entro sin permiso mientras que nota que el cuarto igualmente estaba sin nada. Pero en su campo de visión entro un objeto. Al acercarse, observo como se encontró con un regalo que tenía una nota que decía "Para Seek-chansenpai".

Al abrirlo, observo que era la figura Gundam de edición especial que el castaño consiguió hace tiempo en aquella tienda donde se toparon indirectamente mientras que a su mente vino unas palabras que su idiota favorito le dijo:

"¿Regalártela? Lo lamento Seek-chansenpai, pero no puedo... Si lo hago seria como decirte adiós y no nos volveríamos a ver. Y dudo que quieras eso...Vamos no pongas esa cara. Supongo que te la regalare cuando no nos volvamos a ver nunca más"

En esa época le dijo ante lo último: "¡¿AH?! ¡Tú eres mi sirviente y no voy a dejar que te vayas de mi lado cuando se te de la regalada gana, eres mi propiedad y punto!"

Al recordar eso, empezó a derramar lágrimas y abrazar la figura para recostarse en la cama que una vez compartió con el chico, empezando a llorar mientras moja las sabanas. Esa figura dejaba ver su peor miedo

El castaño había decidido dejarla, y ella fue la que propicio este abandono, se sentía la peor escoria del mundo. Se había quedado sola nuevamente, sin su querido idiota que le alegrara el día y le hiciera ver que las cosas no son tan molestas como siempre

Ya no vería el rostro alegre de Miki mientras cocina y tararea una canción

Ya no vería a Gorou leyendo el periódico y dándole los buenos días como un segundo padre

Y no vería otra vez la sonrisa de Issei, ya no comería crepas con él, no irían a los arcades, no volvería a comer un estofado, no verían películas juntos, no volverían a comprar mangas de meccha. Esto hizo que el dolor de su corazón aumentara, pero su tristeza era tanta que ni siquiera sentía esa molestia en su pecho

Ella solo deseaba que volvieran esos días donde supo que era un hogar amoroso, donde ella era parte de una familia que la cuidaba y quería mucho como una hija. Quería aprender más de la cocina de Miki, quería jugar nuevamente shogi con Gorou y pasar mucho tiempo con su "primer siervo". Se encontraba tan desconsolada y frágil, que quien la viera y supiera como es, no la reconocería

-¡AAAAAAAHHHHHHHH!

Kuroka, Sona y sus siervos que recientemente llegaron para ver qué pasaba, subieron al escuchar el grito de llanto de la rubia, encontrándola completamente devastada mientras no dejaba de derramar lágrimas, abrazando un objeto. Al entrar y prender la luz, notaron como no había nada en ese lugar

- ¿Seekvaira? – Pregunto la heredera Sitri para que la rubia la abrazara

- ¡Sona, se fue! ¡Me dejo! ¡Ise-kun....snif...snif...snif...baah...baaah...se fue para siempre! ¡Yo hice que se fuera de mi lado! ¡Me ha abandonado! – Dijo la rubia desconsolada, llorando en su hombro

- Seekvaira...- Dijo la morena para tratar de consolarla

Sona jamás pensó que vería a su amiga malhumorada de esa forma tan devastada, parecía que el castaño había hecho mucho por ella. Mucho que ella o Rias no pudieron hacer, a pesar de ser sus amigas de la infancia

te odio y te amoWhere stories live. Discover now