Cap. 1 ¡Yo me opongo!

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Hola hola *u*

Muy bien, este es el primer capítulo de esta cursi y boba historia de amor.

Como ya dije la historia es simple y bueno, solo espero que quienes lleguen a leerlo se diviertan tanto como yo al escribirlo.

De antemano gracias por su tiempo, y sin más los dejo con el capítulo.

PD: Sufro verborrea así que es un capítulo larguísimo (aunque según yo se lee en 10 min ^u^)

Nos leemos abajo...

Cap. 1 ¡Yo me opongo!

En la hermosa y tranquila región de Västra Götaland reinaba como siempre la calma. Al cerrar los ojos se podía oír con claridad el murmullo del viento acariciando los arboles, y el susurro del mar a lo lejos. Sin embargo, pronto la etérea paz fue rota por un par de muchachos saliendo al mismo tiempo pero por diferentes puertas del pequeño aeropuerto de la ciudad de Hjo.

Ambos jóvenes, un guapo griego moreno de cabello rubio, y el otro, un elegante francés pelirrojo, corrían desesperadamente hacia la zona de taxis, y sin darse cuenta abordaron el mismo vehículo.

-¡Oye, yo subí primero! –reclamó molesto el heleno tratando de acomodar la maleta en sus piernas.

-Disculpa, pero yo subí antes...- contestó el galo sin darle mucha importancia. Ignorando por completo al otro se dirigió al chofer con audible aprensión –Necesito llegar lo más pronto posible a la iglesia de Blommor.

-¿Vas a Blommor?...¿acaso eres amigo de Afrodita?- cuestionó el rubio olvidando de pronto los reclamos con los que pensaba echarlo del coche.

El francés lo miró con el ceño fruncido –Algo así...

-Entonces en vez de obligarte a bajar del coche creo que podemos ir juntos hasta allá...La verdad ya voy muy retrasado y no tengo tiempo para pelear.

Consciente de que tampoco le quedaba mucho tiempo si deseaba llegar antes que acabara esa boda, el francés asintió y así juntos comenzaron un vertiginoso viaje durante el cual no dejaron de abrumar al pobre chofer pidiendo que fuera más y más rápido.

Finalmente luego de casi 45 minutos atravesando amplios campos a máxima velocidad, por fin llegaron a la antigua pero hermosa iglesia de Blommor, y sin perder tiempo bajaron corriendo del coche, y dejando en el suelo las valijas se apresuraron a abrir las puertas de par en par...

-¡¡¡Yo me opongo!!!- gritaron al unísono con el corazón en la mano, deseando haber llegado a tiempo.

Adentro, el amable conserje los vio como si se tratara de dos locos.

-No puede ser –dijo el rubio pasándose los dedos por el cabello en un gesto desesperado, pues la iglesia estaba totalmente vacía.

-Ya es muy tarde...-musitó el francés recargándose pesadamente contra la puerta.

Abandonando el estupor inicial generado por los gritos de aquellos raros jóvenes, el anciano se acercó y notando el gesto afligido de ambos decidió hablar con ellos...

-Disculpen, ¿buscaban a alguien?

Al oírlo, el pelirrojo se incorporó y tratando de dibujar una casi imperceptible sonrisa contestó –De verdad lamento lo de hace un instante, es solo que pensé que llegaría a tiempo para la ceremonia.

-¿Ceremonia?

-Sí, ya sabe, la boda del joven Lindberg –habló esta vez el rubio con el semblante sombrío.

¡Voy a robar tu corazón!Where stories live. Discover now