Capítulo 12. Ya no está

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Capítulo 12.

Ana.

Después de la conversación con Ethan en la biblioteca, no lo he vuelto a ver en estos tres días. Tampoco es que quisiera, bueno, si un poco.

Creo que solo está cumpliendo con su palabra en darme mi espacio, y se lo agradezco, es lo mejor para los dos.

— Isabel, voy al baño, vuelvo ahora. —le avisé y ella asintió. Ya en el baño hago mis necesidades y me lavo las manos, me veo en el espejo, específicamente mi cuello donde debería estar la marca, pero no hay rastro de ella y sonrió. Realmente no quería esa marca en mi cuello y menos si había sido a la fuerza.

— ¿Has visto a Ethan? —me pregunta Isabel cuando me arrodilló en el césped a su lado, niego.— qué raro, no lo he visto en todo el día. —dice, y continúa regando las flores que habíamos planteado hace unas horas.

¿Te cara de que me importa?

— De seguro está en su despacho. —susurro y ella asiente.

— Así es Ethan, siempre tan trabajador.

La miro y no sé qué contestar, ya que no conozco nada de Ethan. Ni de dónde es, ni quiénes son sus padres, ni su edad..., Simplemente se que se llama así y que está es su manada. Aunque pueda ser que el sea de algún país de Europa, su acento es muy notable.

— Isabel... —la llamó y ella voltea a verme, dudó en preguntarle, pero de igual forma lo hago.— ¿De dónde es Ethan? —pregunto, tratando de sonar sin nada de interés. Solo una pregunta casual, eso es todo.

— Oh, ¿no lo sabes? —pregunta un tanto sorprendida frunciendo su ceño, niego.— es de Inglaterra, toda su familia es de allá. —dice y ahora soy yo la sorprendida. Aunque ya lo sabía, quiero decir, su acento inglés era demasiado notable.

— Si es de allá..., ¿Qué hace aquí? —pregunto levantándome y ella igual. Ya habíamos terminado de plantar todas las plantas. Este era el trabajo de Camilo, pero él está ocupado y decidimos hacerlo por él.

— Creo que cambió con su primo. —dice sentándose en una de las bancas que están repartidas por el jardín— la familia de Ethan tienen un reina... digo, tienen dos manadas, está y la que está en Inglaterra, en londres.

¿Reinado?

— No entiendo. —digo sincera.

— Está era la manada de su primo, pero cuando él murió se volvió un caos, y mandaron a Ethan para para reemplazarlo, ya que su primo no había encontrado a su mate y por ende no tenía un heredero al trono. —dice simple— por eso él está aquí, igual creo que volverá a Inglaterra.

— Si él está aquí, ¿Quién está allá?

— Sus hermanos.

— Y si se va, ¿Quién estará a cargo?

<< ¿No que solo era una pregunta casual? >>pregunta Heleen con burla.

<< Cállate. >>

— Alex, creo. —dice con un poco de duda, yo asiento dando por terminada la conversación.

Me encontraba peinado mi cabello para irme a dormir, estaba en el baño de mi habitación, bueno, la habitación que comparto con Ethan. Hablando de Ethan, no lo ví en el resto de la tarde y tampoco vino a cenar, supongo que sigue en su despacho.

Cuando terminó de peinar mi cabello, salgo del baño y me encuentro a Ethan sentado en la cama, sin camisa.

— Hola. —dice levantándose con una sonrisa. Estaba tratando de no verme incomoda, pero su presencia simplemente me incomoda. Pero, no a mi loba que ahora estaba tratando de tomar el control, cosa que no permitiré.

Ella quería acercase a Ethan y tócalo, ¡yo no quería tocarlo!, los pensamientos que empezó a poner en mi mente, me estaban afectado. No quiero que piense que me estoy excitando por el simple hecho que ande sin camisa, quiero decir, los lobos normales andamos desnudos la mayor parte del tiempo. Pero, ella no podía controlarse y me estoy empezando a alterar.

Dejo de mirarlo por unos segundos, me da tanta vergüenza los pensamientos tan explícitos que Heleen esta creando en mi cabeza.

¿Estaré entrando en celo?

— H-hola —balbuceó, ¿Balbuceó?

¡Heleen!

Vuelvo mi vista a sus penetrantes ojos azul–grisáceo, son tan hermosos y hipnotizantes.

— Quería proponerte algo. —dice acercándose a mi y yo trato de tranquilizar a Heleen, que se ve alterada por tal acercamiento.

Estupido.

— Si, dime.

— ¿Quería saber si querías ir... —empieza a decir pero, de momento se detiene y me observa, mejor dicho observa mi cuello que lo tengo al descubierto, porque me había echado el cabello hacia atrás.— no está. —dice frunciendo el ceño y acercándose más a mi, al tal punto que siento su respiración.

¡Heleen contrólate!

— ¿Qué cosa? —pregunto, al sentir sus manos en mi cuello.

— Mi marca. Ya no está. —lo miro frunciendo su ceño levemente, verificado si era verdad. Vuelve su vista a mi y su aliento mentolado choca contra mi rostro al tenerlo tan cerca, demasiado cerca para mí gusto.

Lo veo mirándome molestó y lo miro confundida.— ¿Por qué no está? —pregunta con rabia en su voz.

— La unión..., E–ethan. N-no la completamos por...

— Si ya lo sé, pero nunca pensé que se borraría. —dice volviendo a mirar mi cuello. Se acerca a el y olfatea, cosa que me hace querer apartarme.— mi olor sigue en ti. —dice en mi cuello y deja un beso en este.

— Ethan...., no.

— No te voy hacer nada. —me aclarar y se aparta a una distancia prudente, y respiró mejor.

No lo quiero cerca.

<<¡Yo si!>> habla Heleen por el enlace.

<<Estas en mi mente, tu opinión no importa.>> digo y me gruñe, antes de que diga algo más cierro el enlace mental.

Lo veo suspirar y fruncir el ceño varias pensé . También abre y cierra la boca, pensado en si decirme o no. Paso rápidamente mis ojos por su abdomen, pero vuelvo a mirarlo a los ojos, que me dan una mirada decidida.

¡Solo pregunta joder!

— ¿Quieres salir a cenar conmigo?

"¿No?"

<< ¿¡Qué!? No, no ,no Ana. Dile que si.>> Me gruñe Heleen.

"¿Sí?"


2/5

N/A: Gracias por los 20k. 🎊🖤

                                                                 E.M❄️🖤

Príncipe EthanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora