cero

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woong iba a tener un ataque de nervios en cualquier momento. youngmin ya iba a la casa que ambos compartían y él no sabía cómo le daría tremenda noticia, ni cuál sería su reacción.

ahora se arrepentía de no haber seguido el consejo de daehwi, ¡siempre usen globito si no quieren tener cachorritos!

el sonido de la puerta siendo abierta junto a un '¡cielo, estoy en casa!' lo alertaron.

—mi-minnie, ¿cómo te fue?— youngmin se extrañó un poco pues esperaba ser recibido con un abrazo de oso y un dulce besito en su mejilla.

—¡estupendo woongie! ¡conseguí el trabajo!— respondió con una gran sonrisa.

—e-eso es genial— procuraba evitar tartamudear pero su estómago se revolvía e inconscientemente tenía leves espasmos.

—¿qué tienes cielo? estás temblando, ¿pasó algo?— atrapado, así se sentía por su novio.

—debo decirte algo, pero es mejor que te sientes.

con una cara llena de preocupación, youngmin se sentó tal y como su nervioso novio le indicó.

woong tomó una larga y profunda respiración, —youngmin... tengo un pedacito de cielo en mi barriguita.

su primera reacción fue fruncir el ceño, no había entendido. después pareció comprender y abrió su boca como si fuera a gritar.

efectivamente lanzó un gritito demasiado agudo que hizo sobresaltar al pequeño que lo observaba expectante.

luego su rostro tomó una expresión neutra pero sus ojos aún brillaban.

—¿qué?— fue lo primero que pudo responder.

—tendremos un bebé youngminnie— al instante, woong sintió los brazos del pelinegro abrazarlo y soltó el aire que había contenido.

—procuraré dar lo mejor de mí. ahora tengo a dos bebés que cuidar y proteger— al terminar de decir eso, se separó un poco del abrazo y alzó la playera que woong llevaba para acariciar su vientre aún plano.

—serán unos meses difíciles, seguro se me antojará algo en plena noche y tú deberás complacerme— comentó woong mientras reía y miraba a youngmin con todo el amor del mundo.

—serás una bolita muy tierna— rió también el pelinegro al imaginarse a su novio como una pelotita.

—hey!— exclamó indignado.—no soy tierno.

—lo que digas cielo— continuó riendo mientras woong le daba una larga explicación del por qué no era tierno.

[☁️]
esta historia le pertenece a dkookiess

-𝐧𝐢𝐧𝐞 𝐦𝐨𝐧𝐭𝐡𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora