❤ BS AS × CDMX ❤

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ㅡNecesito tres empresas, pero... ¡Pa! ¡¿Me estás escuchando?!ㅡ Exclamó Buenos Aires a su Papá, quién no se encontraba de ánimos para seguir hablando de los caprichos de aquél que le había exigido atención desde hace dos semanas.

Dos semanas...

Tiempo que había pasado desde que Santa Cruz y Aguascalientes se habían escapado. Ya era obvia su ubicación. El problema era saber en dónde se estarían escondiendo, mucho a Buenos Aires no le importaba, para él, Santa Cruz debería de haber estado agradecido. Él tenía la idea de que Alicia Kirchner había hecho todo bien con él desde que se hizo encargada del abanderado de mar azul con montañas nevadas.
Que no habían despidos, que no habían bajas. Todo era capricho de Santa por querer llamar la atención, hasta comenzaba a creer que esas grietas eran falsas. Si no, ja, ya estaría muerto.

ㅡ¿Seguís preocupado por ese gil?.- Habló en tono alto.- Viejo, olvídate. Es maña suya nomas.ㅡ Rió pero no esperaba a recibir un fuerte golpe en la mejilla que dejo sus lentes de sol en el suelo, y mucho menos ser sujetado del cuello de su camisa favorita.

ㅡ¡CULPA TUYA TU HERMANO ESTA QUEBRADO!ㅡ Hizo énfasis en aquél subjetivo. ㅡ¡TODOS ESTOS AÑOS TE ESTUVE ESCUCHANDO A VOS SEGÚN LO QUE EL PUTO GATO DE MIERDA QUE TENGO POR MASCOTA TE MANDABA A HACER! ¡PERO LO DE PONER A LA VIEJA PELOTUDA ESA FUE IDEA TUYA! ¡ENSERIO ME TENES HASTA LAS PELOTAS CON TUS CAPRICHOS DE MIERDA!.- Argentina no se había dado cuenta, pero las lágrimas comenzaron a caerle sin detenerse.
Buenos Aires estaba sin habla, aquéllos gritos no habían sido golpes físicos, pero si le dieron golpes en la consciencia. Oh, querido Buenos Aires, ahora tu propio padre te estaría en contra.

ㅡViejo... calmate un poco.ㅡ Fue lo único que pudo sacar de su garganta. Literalmente, en los ojos de Argentina se podía ver ese enojo; ese odio, todo... lo que alguna vez fue Confederación Argentina.

Buenos Aires tenía miedo.

ㅡ¿Que me calme...?.- Argentina se vio sorprendido, su mano izquierda estaba ardiendo del golpe que le había dado a su hijo, aún más por ver aquél agarre tan violento que estaba ejerciendo sobre la prenda ajena, del susto solo pudo soltarlo. ㅡSí, mejor me calmó. Pero vos... Andate, dale. No te quiero ver.ㅡ

La provincia de múltiples colores solo se limitó a levantar sus lentes y verlos con suma tristeza.

¿De verdad él era la causa de todo lo que estaba pasando? Lo dudaba mucho.

🌸 🌸 🌸

Había llegado finalmente a casa, bueno, una de las únicas dos que tenía. La casa Rosada, y una simple en Eceiza, el viaje había sido bastante, mucho, muy agotador. Abrió las rejas del portón negro de su patio delantero, claro, no tenía llave lo cuál mucho no le preocupaba. Estando en zona cerrada con cámaras no muchos eran valientes de delinquir a las ocho de la mañana.

ㅡ¿Y eso?ㅡ Buenos Aires apenas había cerrado la reja del portón y enseguida noto que sus cortinas estaban abiertas, las cuáles, había cerrado antes de irse a encontrarse con su viejo. Se asomó lentamente por la ventana del lado izquierdo, donde prácticamente daba a la sala living, quién se encontraba ahí era CDMX viendo el televisor muy... tranquilo.

ㅡMuy pancho por su casa el gil este. ¡CDMX!ㅡ Grito con el único objetivo de llamar la atención del contrario desde afuera, tuvo éxito.

ㅡ¡Ah! ¡Buenos Aires! ¡Hola! ¡¿Cómo est- ¿Buenos Aires?ㅡ Buenos Aires ahora estaba detrás de él.

ㅡ¡HIJO DE PUTA!ㅡ de un amague lo levanto del brazo y lo volteó de cara a él. Aunque era más alto que CDMX podían verse el uno al otro sin problemas. ㅡ¿Cómo mierda entraste a mi casa? ¿Se puede saber...?ㅡ

ㅡDejaste la llave abajo de una maceta.ㅡ Respondió con rapidez y miedo a la vez el violeta y blanco.

Buenos Aires suspiró soltandolo y frotando el brazo ajeno que había sujetado con rudeza anteriormente. No quería dejarle marca alguna a su ahora visita inesperada; capaz CDMX estaba en algún apuro cómo para haber entrado de esa forma a su casa.

ㅡ¿A que viniste...?ㅡ Soltó sin rodeos.

ㅡBueno, mi jefe y yo tuvimos una pelea. Me termino corriendo de la casa, y mis hermanos me dijeron que tú estabas solo wey.ㅡ Se explicó.

ㅡJajaja que buchones son tus hermanos.ㅡ Rió el azul y verde.ㅡYo también pelee con mi viejo. Bah, el se emputecio conm-.ㅡ

ㅡ¡¿QUE LE PASO A TU CARA?!ㅡ CDMX lo había interrumpido por haberle tocado la mejilla.ㅡ¡Oh, cielos! ¡No se ve nada bien esto! Espérame tantito, dime dónde están las vendas y un alcohol.ㅡ 

Buenos Aires se había enrojecido por tal acercamiento repentino, podría decirse que apenas estaban a centímetros uno del otro, su corazón palpitaba rápido y no podía evitar ver esos finos labios de CDMX. Eran una tentación que no iba a decirle que no. Solo abrazo la cintura de aquél con su brazo izquierdo y su mano derecha acariciaba la mejilla del bicolor.

ㅡQue lindo...

ㅡ¿Buenos Aires?ㅡ CDMX expeto pero; los labios del anteriormente mencionado ya se habían plasmado sobre los suyos en un beso bastante suave, tierno y dulce. Era un sueño hecho realidad para él, o quizás estaba soñando. CDMX correspondía con suavidad, al punto de dejarse llevar y acariciar la espalda de Buenos Aires.

Continuará...



























Holis, jeje díganme por favor que no me equivoque con las banderas de ninguno de los dos.
Estoy algo perdida y sin wi fi xD

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