Capítulo 26

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Es viernes y me levanto de mal humor.

No he podido dormir en casi toda la noche recordando una y otra vez las palabras de Marizza.

No me merezco esto pero la entiendo, ella no sabe nada y es normal que piense esto de mí, pero me molesta.

Cojo la toalla y voy al cuarto de las chicas a ducharme.

Al llamar a la puerta esta se abre y Marizza pasa por mi lado sin decirme ni los buenos días, ya vestida.

Entro en el cuarto, saludo a Mia y me meto en el cuarto de baño arrastrando los pies.

.........................

Acabamos de desayunar y nos despedimos de nuestros padres, ya que en una hora se van al aeropuerto.

Mia y yo vamos al coche.

- ¿Y esa bolsa?. –Le pregunto mientras entramos-.

- ¿No te acuerdas?. Este finde lo paso en casa de Feli.

- Es verdad. Lo siento, hoy tengo la cabeza en otro sitio. –Le digo arrancando y poniéndonos en marcha-.

- ¿Es por Marizza?.

- Si.

- Cuando quieras yo estoy dispuesta a escucharte.

- Es complicado Mia, y es un asunto entre ella y yo. Lo siento...

- Ya..., pero sabes, no eres el único que está sufriendo por ello.

- ¿Por?.

- Ella también lo está pasando mal. No quiere decirme nada, pero la conozco y no está bien. Tienes que hacer algo para arreglarlo. Aprovecha este fin de semana que vais a estar solos. Gánatela. Hazlo por mí.

- Lo intentaré, pero está difícil.

Nos quedamos en silencio hasta llegar al insti. Aparco y nos bajamos.

- Por si ya no nos hablamos, que tengas mucha suerte. –Me dice dándome un beso en la mejilla-.

Es la persona más tierna que he conocido nunca.

.......................

Las horas van pasando lentas hasta que llega el recreo largo.

Salgo de clase y voy al patio a despejarme. Necesito el aire frío contra mi cara.

Me siento mal.

No tenía que haberle dicho a Pablo lo de su padre, es un idiota pero no se merece que lo compare con Sergio.

No puedo sacármelo de la cabeza.

- Ey, ¿qué haces aquí?. Hace frío. –Me dice Tomás acercándose a mí-.

- ¿Y tú?.

- Acabo de llegar, vengo del médico. ¿Y esa cara?.

- Nada.

- A mi no me engañas, dale, ¿qué te pasa?.

Lo miro y decido contárselo. Necesito hablar con alguien y desahogarme, y con Mia no puedo ya que se va a meter en medio, y a Luján, si se lo digo, sólo me va a decir pestes de él, ya que no lo aguanta, y a Diego, ni hablar.

- Estoy enfada con Pablo. Es un imbécil.

- ¿Por qué?. ¿Qué te ha hecho?.

- Es un egoísta, Tomy. Sólo piensa en él.

Al otro lado del océanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora