05

630 92 28
                                    

Quinto paso: No te le acerques demasiado.

Tres o cuatro meses habían pasado desde que Fliqpy hizo las pases con Splendid. Ahora hablaban más seguido, aunque sus conversaciones poco duraban debido a  los amigos de Splendid, éstos se encargaban de robar toda su atención. Y no es que como si lo hicieran por ser malos, no, es sólo que temían que aquel peliverde enloqueciera por lo molesto que podía llegar a ser Splendid, y en su ataque de locura, volviera a agredirlo. El pobre ya había tenido suficiente.

— ¿No crees que es mala idea que sean amigos? —preguntó Lifty.

Su gemelo, quien estaba más concentrado en los costosos pendientes de una chica que en lo que le decía su hermano, sólo atinó a hacer un ruidito de afirmación.

—Sí, yo también creo que es malo que estén juntos; pero... Splendid parece más feliz y ese tonto ya no lo golpea —admitió, no obstante, ni bien dijo eso, observó cómo Fliqpy le daba un pequeño golpe en el hombro a su amigo—, o al menos ya no tanto. Quizá no sea tan malo que estén juntos. Míralos, parecen... ¿qué demonios están haciendo?

Frente a Lifty, estaba la imagen de su amigo acercándose demasiado al otro peliverde. ¿Qué estaba planeando? Y peor aún, ¿por qué Fliqpy no parecía querer alejarlo?

— ¿Qu-qué haces, idiota? —titubeó el de lindos ojos por un segundo.

—Nada. Sólo me acerco.

— ¿Por qué te acercas?

—Porque me gusta estar junto a ti.

— ¿Por qué?

— ¿A qué crees que se deba eso?

Y ahora sí, en definitiva, los centímetros que los separaban eran poquísimos, y eso asustó al menor, quien alejó al contrario con un fuerte empujón.

—Ey, creí que ya habíamos hecho las paces —se quejó Splendid desde el suelo.

Fliqpy no dijo nada. Quiso, pero las palabras no salían. Así que prefirió alejarse de él. Splendid lo confundía mucho. Oh, cuánto anhelaba molerlo a golpes; pero volvería a quedar como el malo frente a toda la escuela.

—Fliqpy.

Ese llamado estremeció al menor. Y al rato, se sintió mal por alejarse de esa manera; sin dar explicaciones. Por ello, tragándose su orgullo, regresó sus pasos y volvió a posicionarse frente al más alto.

—Respeta mi espacio personal, Splendid —oh, el peliazul quedó maravillado porque era la primera vez que lo llamaba por su nombre. Lástima que lo estuviera utilizando en una oración quejumbrosa—. No te me acerques, ¿bien?

— ¿Ni un poquito? —se la jugó, acercándose un poco más.

Fliqpy parecía como si realmente se la estuviera pensando.

—Sólo no te me acerques mucho —dicho eso, corrió hacia el otro extremo del lugar, queriendo huir de su vergüenza.

Y Splendid desbordaba en felicidad.

Guía de conquista ───〔s + fq〕Where stories live. Discover now