¿Me declaras la guerra?

No es el único

Un divertido día en el parque de diversiones para Luka, Marinette, Alya, Nino, Rose y Juleka, estaba llegando a su fín.

Juleka, miraba con curiosidad como su hermano parecía muy apegado a Marinette en ése día, mientras ella parecía no darse cuenta.

¿Pasó algo entre su hermano y su amiga y no lo sabía?

Éso explicaría por que el otro día Iván parecía tan incómodo luego de estar con ellos dos, pero...

¿A Luka le gustaba Marinette?

¿A Marinette no le gustaba Adrien?

¿Será qué sólo se estaban dando una oportunidad para probar como era un noviazgo?

Era confuso y sí preguntaba, conociendo como es Marinette, intentaría dar una pésima excusa al no estar preparada para hablar, así que la mejor opción por el momento, era esperar para ver que pasaba.

Luka, se acercó más a la azabache que iba comiendo un algodón de azúcar y dio un bocado mientras la ojiazul lo miraba con el ceño fruncido.

-Compra uno, tacaño.

El guitarrista, sólo sonrió y le dio un ligero beso en la mejilla que hicieron a Marinette mirar al frente y llevar su mano a su rostro.

-¿Con éso basta para pagar mi atrevimiento de robar tu comida?

Preguntó con una pequeña sonrisa burlona, dejando a todos los que venían con ellos, en shock.

Alya, tenía planeado interrogar a Marinette, Nino, pensaba en alguien al que le podía contar ése chisme, Rose... venía jugando con su sombra por lo que no se dio cuenta y Juleka, sólo se vio sorprendida.

¿Entonces sí pasaba algo entre ellos?

Mientras ellos estaban sorprendidos con éso, Marinette iba con sus ojos llorosos, acariciando su lengua ya que se la mordió sin querer.
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Un par de minutos después, todos se separaron y fueron a sus respectivas casas, acompañando Luka a Marinette ya que el sol se estaba ocultando.

El guitarrista, iba con una sonrisa imborrable, mirando a un lado.

Seguramente le tendría que dar una explicación a su hermana y a su madre al llegar a casa.

Bueno... no le podía mentir a las dos chicas más importante en su vida.

-Gracias por acompañarme, Luka.

El chico, salió de sus pensamientos y se detuvo al darse cuenta de que estaban cerca de la casa de la ojiazul.

Marinette, se puso delante de Luka y le mostró una sonrisa tímida.

-Me debés un algodón de azúcar.

Ésas fueron las palabras de la azabache mientras Luka la veía con asombro.

La apuesta de sol, que reflejaba en Marinette, la hacían ver tan hermosa, más hermosa de lo que ya es.

El chico, miró a un lado como sí buscase a alguien y luego la miró a ella, dándole una leve sonrisa y acercó su rostro al de la ella, sorprendiendo a Marinette.

Realmente, no se esperaba éso, no se esperaba recibir un beso de Luka en ése momento, de manera tan repentina.

El guitarrista, separó sus labios de ella y le mostró su sonrisa una última vez.

-Entonces, el próximo fín de semanas, seremos sólo tú y yo, recompensando mi atrevimiento de robar tu algodón de azúcar.
Nos vemos.

Y el chico se fue mientras Marinette se apretaba las mejillas con ambas manos, intentando procesar lo que pasó.

¿Por qué Luka le dio un beso en la frente... en la parte donde su cabello cubre su frente?

Luka, mientras se iba con una sonrisa, miró en dirección de lo alto de una casa, donde cierto héroe felino que los había estado siguiendo durante todo el día, lo veía con bastante enojó.

Al parecer, Adrien no era del único que se tenía que cuidar.
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En la casa Couffaine.

Luka estaba sentado en una silla, teniendo delante de él, paradas, a su madre y hermana.

-Así que... ¿el marinero consiguió una tripulante que la acompañé?

Preguntó la mujer mientras el chico sonreía.

Debía de dar una larga explicación.

Continuará...
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¡Hola!

¿Quién creyó ése leve engañó de que Luka beso a Marinette en los labios cuando en verdad fue en la frente? ✋

Me disculpó, pero quiero ver sangre y no la mía.

Por cierto, ¿no les molesta que ahora en etiquetas agregue a Juleka?

Espero que haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...