Nuestros errores

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En la casa Couffaine.

Luka tocaba la guitarra tranquilamente como siempre y pronto vio a su hermana.

-¿Sabes qué... lo que hiciste es algo respetable y a la vez, tonto?- preguntó la chica.

El chico, dejó de tocar la guitarra y miró hacía la ventana.

-Sí amas algo, debés dejarlo ir.
Sí ése alguien ama a alguien mas... deseale que sea feliz y sigue adelante.- explicó antes de volver a tocar la guitarra.

Juleka, sólo sonrió levemente, orgullosa del hermano que tenía, pero dolido por que él seguro lo estaba.

Lo que le dijo a su madre y a ella fue:

"Marinette es la chica que me enamoro hasta el punto de quitarme las ganas de hacer bellas melodías para todos, pero ella está sufriendo en silencio por alguien y no me gusta.
Soy algo egoísta y me disculpo con éso, por que sí no lo logró, quiero que se enamoré de mi y hasta ser su consuelo con tal de que su sonrisa me pertenezca, pero mi verdadero objetivo es que él se dé cuenta de la oportunidad que está desperdiciando y así ella sea felíz.
Uno debe apreciar lo que le da la vida, por que no te lo dará dos veces.
Yo sólo quiero que Adrien, abra sus ojos y le dé a Marinette la felicidad que se merece... aun sí él no se la merece, pero quiero que ella sea felíz."

Éso fue lo que dijo Luka y tento su madre como ella, se sintieron tristes pero felices por ver que estaba convirtiéndose en el mejor hombre del mundo.

-Te quiero... tonto.- dijo la gótica antes de irse.

Luka, una vez su hermana se fue, dejó de tocar la guitarra y se cubrió los ojos, intentando parar ésas lágrimas, ése dolor que ocultaba con una sonrisa.

Quizás, iba siendo hora de que él también sea felíz y no sólo piense en los demás.

-Agreste, mas te vale jugar bien tus cartas, por que la próxima vez, no te dejaré el camino libre.

Él también cometió errores, pero al menos, los quiso corregir antes de que sea muy tardé.

Tristeza... una melodía que no apreciaba mucho, pero en éste momento estaba en su lista.
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En los tejados de París.

Ladybug y Chat noir, vigilaban que todo éste en orden.

El héroe felino, miró a su compañera de batalla, su líder, su amiga.

-Así que... Lad... my Lady, ¿todo bien? ¿No tiene ningún problema?- preguntó el chico.

La azabache, abrió sus ojos con gran sorpresa y miró a su sonriente amigo.

Él... le dijo my Lady.

La azabache, miró al lado opuesto de su compañero de batalla para que no vea ésa inmensa sonrisa y ésas lágrimas que querían salir.

-Claro que sí "my Chat", todo perfecto para está mariquita maravilla, además no podemos hablar de nuestras vidas personales, ¿recuerdas?

Chat noir, sólo sonrió y volvió su vista al frente con una enorme sonrisa.

Su error, fue no tener mayor delicadeza y querer acelerar mucho las cosas.

Ahora su corazón, estaba tranquilo y podía usar la cabeza, en paz.

¿Marinette o Ladybug?

En ése momento, ninguna.

Su corazón no podía estar dividido en dos, así que por ahora, haría lo correcto y conocería bien a las dos, para ver quién es la indicada.

Quizás, nunca se esforzó en ver a Marinette con otros ojos pasé a que aveces sentía cosas extrañas por ella, pero gracias a la intervención de Luka, se dio cuenta de la verdad.

Hora de arreglar sus errores y pensar bien sus decisiones.
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En el colegio.

Marinette, suspiro profundo y se acercó a Adrien con una sonrisa mientras éste guardaba sus cosas.

El chico, al darse cuenta de que ella se acercaba, la miró con una gran sonrisa.

-Marinette, buenos días.
Es un poco raro verte llegar temprano, lo admito.- habló el chico.

La azabache, rió levemente y asintió.

-Sí, me dio ganas de ir al baño y como ya no faltaba tanto, decidí levantarme de malas ganas.
Buenos días a ti también, por cierto.

La chica, se puso a un costado de su amigo para ir ambos a clases mientras hablaban.

El error de Marinette fue amar a prácticamente, un ídolo.

No le hablaba ni buscaba conocer lo que sentía.

Mantener la cabeza fría con el chico que le gustaba no era fácil, pero ahora, gracias a Luka y Chat noir, podía decir que aprendió de sus errores.

¿De quién estaba enamorada en verdad?

En ése momento, ya ni lo pensaba.

Por ahora sólo quería conocer mejor a sus rubios amigos, hacerse buenos amigos, pasar tiempo con sus amigos y lo que pasé mas adelante, sólo el tiempo lo dirá.

Se lastimó a ella misma por creer que Adrien debía darse cuenta de sus sentimientos en el pasado, pero la verdad nunca hizo nada para que él la note y cuando lo hacía, siempre lo arruinaba y lo confundía.

Una vez mas, estaba cargando con sus responsabilidades y sus errores del pasado, pero a uno ya los sabe manejar y los otros, los está corrigiendo ahora.

No volvería el tiempo atrás, por que gracias a ésos golpes, hoy podía crecer, hoy podía ser ella misma.

Es Marinette Dupain-Cheng, una chica normal, con una vida normal, con errores normales y llena de imperfecciones como todo ser humano, que también es Ladybug, la gran super heroína de París, quien lucha con todos los males con la ayuda de su inigualable compañero, Chat noir.

Ésas eran las aventuras de Ladybug y Chat noir.

Se oye bien.

¡Fín!

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¡Hola!

¿Ahora ven por que no usó está cosa llamada cabeza cuando escribo historias?

Bueno, como voy a alargar mi estadía en wattpad, concluyó está historia hoy, así mañanita mismo sigo con el humor.

¡A pensar en nuevas ideas desde cero!

Tantas ideas que me vienen a la cabechs ahora que la obsesión del cuadro de topos por fín concluyó.

Gracias por su tiempo.

Hasta la próxima...

¿Me declaras la guerra?Onde histórias criam vida. Descubra agora