A Un Click: Siempre Tú Y Yo EDITANDO

24: El vuelo más feliz

Mini maratón 1/4

-Calle... Te presento a Halcón. -Poché me señaló extendido sus brazos para señalar al Jet Privado frente a mi.

-¡Wow! -No podía pronunciar nada más.

El Jet Privado de mi padre era mini al lado del de Poché.

-Ven, entremos... -Me extendió su manita para ayudarme a subir los escalones.

Sí, efectivamente... Hacía frío a dentro.

-¡Hasta que aparecen! -La voz de JuanJa.

-¿Pueden bajar el aire? -La voz suplicante de Manu.

-Si se creían que las dejaríamos solas, pues se equivocaron. -Habló Pau en modo diva.

-Yo quiero broncearme un poco. -Añadió Kim.

Poché y yo nos miramos.

Ellos estaban sentados muy cómodos en sus lugares. Manu con una manta, JuanJa escuchando música, Pau colocándose su almohada de cuello y Kim poniéndose un suéter.

-¿En qué momento? -Me murmuró Poché.

-Es tu Jet.

-Son tus amigos.

-Oigan no nos miren. Fue Martínez. -Se defendió JuanJa mientras señalaba a Juana, quien se acercaba desde la parte trasera mientras tomaba un café.

-¡Ay! ¿Qué hice ahora? -Protestó como niña pequeña.

-¿Al menos tienen sus equipajes? -Les pregunté y todos asintieron lentamente.

-¡Bien! ¡Será un viaje de amigos! -Celebró la Peli-Azul, pero sabía que no le gustaba la idea.

Ella quería un viaje solo para ambas y ahora teníamos a cinco personas más.

-Poché... -La llamé y ella se acercó. -No te preocupes, te prometo que será como si ellos no estuviesen. -Le susurré y ella asintió.

-Bueno, bueno... Cada cual tome su asiento que debemos partir lo antes posible. -Les avisó Poché mientras me llevaba a la parte trasera del Jet.

-¿Me intentas secuestrar en tu Jet? -Le pregunté divertida y ella alzó una ceja.

-No sería mala idea, Frutita, pero solo quería mostrarte esto... -Abrió la puerta dejándome ver una pequeña, pero acogedora habitación.

-Ya veo que viajas con clase. -Le dije riendo al ver una cama "King", un asiento al costado derecho y un TV curvo en la pared frente a la cama. Ella se encogió de hombros y sonrió antes de tirarse sobre la cama.

-Puedes dejar tus cositas ahí. -Me señaló una pequeña estantería donde puse mis pertenencias. -¿Te gusta? -Me preguntó curiosa y yo me senté a su lado.

-Me gusta, pero me encanta estar contigo y que ser yo quien está justito a tu lado. -Le dije sincera mientras nos mirábamos a los ojos.

-Soy afortunada de estar contigo. De conocerte. -Me tomó de la barbilla y se acercó a mí.

Me iba a besar y yo lo deseaba, pero una Juana salvaje entró a la pequeña habitación sin avisar haciendo que Poché pusiera distancia de nuevo.

-¡Chicassssss! Sospecho que interrumpí algo... -Nos miró a ambas mientras nos señalaba entrecerrando los ojos como si estuviese analizando la situación. -Pero debo informarle que Castro nos ha dado el aviso. Todos a sus asientos.