Palabras

1.5K 235 30
                                    

Enciendo un cigarrillo y me recargo sobre la pared del pasillo. Muevo el pie un tanto nervioso mientras lentamente arrojo el humo.

—Disculpe joven, esta prohibido fumar en esta zona del hospital, tendre que pedirle que lo apague.
—Lo siento— apago la colilla y la tiro al cesto.

Camino entre el pasillo de un lado a otro, esperando noticias. Ya es bastante tarde.

—¿Aslan Callenreese?— pregunta el médico hacía mi.
—Si soy yo, mi hermano, ¿como se encuentra?
—Por suerte el paro pudo prevenirse y se encuentra estable. Debemos esperar para saber si no hubo daños.

Suspiro aliviado y paso la mano entre mis cabellos.

—Su condición no ha mejorado, y me temo que no hay muchas opciones.
—¡Pero dijo que el coma no afectaría sus órganos!
—Lo sé, pero de eso han pasado 4 años. Sus organos se han debilitado, principalmente el hígado. Si empeora, tendremos que considerar un transplante, o en su caso…
—¡NO!— grito molesto con lágrimas en los ojos— ¡EL DESPERTARÁ, SOLO ES CUESTIÓN DE TIEMPO!— agacho la mirada conteniendo el llanto.
—Esperaremos su mejoría en estos días.
—¿Puedo verlo?
—Por ahora no, mañana podrás hacerlo, ve a casa, te miras agotado, el peligro ya paso.

El médico se retira y me siento en una de las bancas.

—Griffin… no mueras.

La alarma suena dando las 6:40 de la mañana

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

La alarma suena dando las 6:40 de la mañana. Me levanto y tomo una ducha.

Hoy me siento mucho mejor. Después de todo he podido comer algo caliente y descansado debidamente.
Busco en mi móvil de clima para hoy y me dispongo a mirar las noticias en el televisor.
Suena el timbre y a prisa miro por la venta. Ash sonríe y saluda agitando la mano. Le abro de inmediato.

—Buenos días Eiji.
—Hola Ash, pasa.

Deja su mochila en la silla y me mira.

—Bien, ¿que planes tienes en mente para hoy Eiji?
—Bueno realmente no tengo en mente nada— respondo rascandome la cabeza.
—Que aburrido— se sienta en la silla y se recarga en el respado mirando al techo— Oye, que tal si limpiamos eso— señala hacía el estudio.

Miro con nostalgia la habitación y agacho la mirada.

—Se ve que tiene bastante que nadie entra.
—No… prefiero no limpiarla ahora.
—¿Porque?
—Es… es personal— me dirijo hacia la habitación y cierro la puerta— Ash, no entres aquí nunca— digo mirando al suelo.
—Lo siento, si es algo privado, tienes tus razones para quedartelo. Aunque de nada sirve sepultar el pasado.

Le miro fijamente. El permanece con la mirada en el techo con una expresión perdida, hundido en sus pensamientos.

—Si… tienes razón.

Me dejo caer en el sofá y miro la televisión.

—Que remedio— volteo la mirada y Ash me toma de la mano levantándome— vamos a caminar un poco.
—Pero yo no…
—Necesitas volverte activo, el quedarte encerrado te vuelve pálido, vámonos, coje una chaqueta y tus llaves.
—¿Y a donde iremos?
—Cualquier lugar es mejor, vamonos.

Me dirijo a mi habitación y cojo lo necesario. Salimos de casa y caminamos rumbo a un pequeño parque a no más de tres cuadras. Ash insistió en llevarse mi mochila para que me sobresfuerze.

A pesar de ser temprano, hay basta gente. Es 21 de enero. El aire es espeso y frío. Unos cuantos niños se encuentran en los juegos. La mayoría son adultos y ancianos que han decidido salir a caminar.

—Odio el frío— proclama con las manos en los bolsillos.
—A mi me agrada. Aunque los inviernos son más duros aquí en NY.

Caminamos hasta llegar a una banca y tomamos asiento.

—Eiji, ¿porque no quieres volver a la fotografía?— pregunta rompiendo el silencio y me sobresalto.
—Como lo…
—Ibe me conto.
—Entiendo.
—¿Cuál es tu historia?
—¿Porque crees que tengo una?— digo sin mucho ánimo, abrazandome por el frío.
—Todos tienen una espina que duele al pasar la mano. Quiero ayudarte. Ibe también lo quiere, pero para eso, necesito saber tu historia. Tal vez no te has dado cuenta, pero eres afortunado. Te encuentras de pie, puedes seguir respirando y moverte a donde tu quieras. Hay tantos que quieren la suerte que tu tienes.
—Creo que si… tienes razón… Ash — digo asintiendo tímidamente.

Hall·Tr [Wattys 2019]Onde histórias criam vida. Descubra agora