21

712 52 3
                                    

Capitulo: si me enseñas. 

Movido solo por los impulsos de su cuerpo, se dejo llevar y de una vez por todo termino de racionalizarlo todo, por fin había puesto en su boca las palabras que quería, llevaba bastante tiempo queriendo preguntar si él era quien movía su corazón, lo intuía, lo pensaba con frecuencia, pero la comodidad de ser su amigo sin romper esa pared de confianza mutua, calidez inocente, y sentimientos ingenuos, no era lo suficientemente alta para no tentarse de mirar dentro y aventurarse a ir por más. Rompió sin piedad esta pared, demoliendo la por completo, su beso fue lo suficientemente audaz, ella seguía allí, y si seguía allí, lo estaba consintiendo ¿verdad? 

Le tomo la cabeza con ambas manos, mientras movía sus labios, buscando y descubriendo, esta sensación de goce que amenazaba con desaparecer en cuanto la dejase de tocar, se le escapo un pequeño gruñido ofuscado, estaba controlándose para no tumbarla en la cama e ir más allá, ella se puso de puntas, y juntos sus manos en su pecho buscando más cercanía, sin querer se dibujo una sonrisa en su rostro. Estaba loco, pero ella estaba respondiendo, por fin, la tomo en sus brazos. 

—Vamos abajo. 

—Si— su voz salio titubeante, estaba muy sonrojada, le salia vapor de la cabeza, abanico su rostro con sus manos, mientras era cargada como un princesa a la planta de abajo. 

La deposito en el sillón, el frió de la tela del mueble despertó de nuevo sus sentidos, y vio esos ojos nuevamente, tenían un brillo nuevo, pero ya lo conocía, lo había visto en la misión de la ciudad roja. —Y ¿bien? 

—Si yo... —tomo aire, lleno sus pulmones, boto aire, y luego lo enfrento con decisión —me gustas Mitsuki, me gustas y mucho. 

Cuando la escucho apoyo su frente con la de ella, digiriendo las palabras que ella le había dicho, saco los brazos que habían rodeado el contorno de los de ella, para sentarse a su lado —¿qué quieres hacer?— con la pregunta ella giro el rostro bruscamente ¿qué quería decir? ¿no le importaba? ¿entonces qué había sido ese beso? 

—¿Qué quieres decir?

Paso un brazo detrás de su espalda para traerla un poco más a él —no se nada sobre el amor, del romántico. No se lo que se siente estar enamorado pero si estas de acuerdo puedo ser lo que tu quieras hacer de mi. 

Sarada parpadeo lentamente, era un propuesta estupenda, pero carecía de tanto, era tan insensible a la vez, le rodaron unas lagrimas mejilla abajo, este las limpio con un dedo y las lamió. —¿Lo qué yo quiera?— era muy cruel.

—Así es— tomo una de las manos de ella y la llevo al pecho de este, no parecía estar nervioso pero el corazón de este retumbaba muy fuerte —enséñame que es esto. 

Las dudas se disiparon lentamente —si lo hago, no voy a dejarte ir, jamás, si llegas a descubrir que solo era una superficial atracción no te dejaré ir, nunca— se apoyo y se movió con sutileza mientras lo dejaba debajo de ella —no tendrás derecho a retractarte luego.

No respondió, no le importaba en lo absoluto, la agarro por la cintura aproximando la, en la oscuridad podía ver cada pequeño detalle en el rostro de su compañera. No sabia que era lo que estaba sintiendo pero con toda seguridad sabia que su cuerpo quería esta proximidad, los cabellos de Sarada cayeron como cascadas alrededor de él, mientras lo besaba, sus manos buscaban piel para tocar, cuando el sonido de pies bajando la escalera los alerto a ambos. 

 —¿Sensei? ¿qué haces en la oscuridad?

Mitsuki levanto a Sarada y la dejo a un lado. —No se siente su chakra, increíble ¿puede hacerlo a voluntad?— Sarada hablo saliendo del bochorno por el mero asombro, el albino negó mientras fue por Ryoka. 

Primer amor: AgridulceWhere stories live. Discover now